La articulacin de una estrategia poltica
opositora al peronismo. Radicales, periodistas y prensa escrita en Tucumn,
1943-1949
Designing a Political Strategy to Oppose Peronism. Radicals, Journalists and the Written Press in Tucuman, 1943-1949
Leandro Lichtmajer*
INFORMACIN SOBRE EL AUTOR:
Leandro Lichtmajer. Pertenece al Instituto Superior de Estudios
Sociales (Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y
Tcnicas-Universidad Nacional de Tucumn). Doctorando en Humanidades (Universidad
Nacional de Tucumn) y becario del Consejo Nacional de Investigaciones
Cientficas y Tcnicas (periodo 2008-2013). Integra proyectos de investigacin
financiados por esa institucin y la Agencia Nacional de Promocin Cientfica y
Tecnolgica. Su tema de investigacin se titula "Discursos, prcticas y
estrategias polticas del radicalismo tucumano (1943-1955)". Ha publicado
artculos en distintas compilaciones y revistas especializadas. Integra la Red
de Estudios Sobre el Peronismo.
ABOUT THE AUTHOR:
Leandro Lichtmajer. Member of the Higher Institute
of Social Studies (National
Council of Scienrific and Technical
Research-Narional University
of Tucumn). Doctoral student in Humaniries
(Narional Universiry of
Tucumn) and Grantholder of the
Narional Council of Scientific
and Technicai Research (period from 2008 to 2013). Which integrares research projects financed by that institution
and the National Agency of Scientific and Technological Promotion. His research topic is "Speeches, Practices and Polirical Strategies of Tucumn Radicalism
(1943-1955)". He has published arricies in various compilations and speciaiized journals. Member of the Network of Studies on Peronism.
Fecha de recepcin: abril de 2011; Fecha de
aceptacin: marzo de 2012.
Resumen
El
artculo se propone analizar la dinmica de las relaciones entre la oposicin
poltica y los actores de la esfera de la prensa escrita durante la emergencia
y consolidacin del peronismo, con el fin de avanzar en un aspecto escasamente
investigado en la historiografa sobre el tema. Explora las estrategias
conjuntas desarrolladas por la Unin Cvica Radical, el diario La
Gaceta y el Crculo de la Prensa en la provincia de Tucumn durante el
periodo 1943-1949. Se sostiene la hiptesis de que luego de la derrota
electoral de 1946 el radicalismo articul junto a ambos actores una estrategia
opositora que reconoci antecedentes en el periodo abierto por el golpe de Esrado de 1943, cuando una constelacin de sectores
polticos apoy la postura contraria al rgimen que se desarroll en la esfera
de la prensa escrita.
Palabras clave: Unin
Cvica Radical, prensa escrita, peronismo, oposicin poltica, Tucumn.
Abstract
The
article seeks to analyze the dynamics
of relations between the political opposition
and actors within the sphere of the
written press during the emergence
and consolidation of Peronism,
in order to advance an aspect that
has barely been researched in the historiography of the issue. It explores the joint strategies
carried out by the Radical Civic Union, La Gaceta newspaper and the Press Circle in the province of Tucumn during the period
from I943 to I949. It posits the hypothesis
that following the electoral defeat of 1946, radicalism devised an opposition strategy
next to both actors that recognized
antecedents in the period created by the coup
d etat in 1943, when a constellation of political sectors supported opposition to the regime that developed
within the sphere of the written
press.
Key words: Radical Civic Union, written press, peronism, political opposition, Tucuman.
En
las ltimas dcadas, el campo historiogrfico argentino revalorizo el papel
poltico de los medios escritos al concebirlos no slo como canteras de
informacin sino tambin como objetos de estudio en s mismos, cuyo carcter de
formadores de opinin1 los erigi en actores vertebrales del sistema
poltico.2 La participacin de la prensa en las disputas
inherentes a este lleva implcito el interrogante sobre su relacin con los partidos,
entidades que, en su bsqueda por conquistar el poder, requieren vincularse con
las organizaciones de la sociedad civil.3
Si
se toma en cuenta la magnitud de las empresas periodsticas y el volumen del
mercado de lectores, a mediados del siglo XX la prensa escrita argentina
constitua una de las ms importantes del planeta.4 Las investigaciones sobre el tema
que florecieron en los ltimos aos5revelaron su centralidad en la vida poltica y
cultural del pas, al erigirse en una arena privilegiada de los conflictos
derivados de la transformacin del vnculo entre el Estado y la sociedad civil
que se inici durante el gobierno militar (1943-1945) y se profundiz durante
el primer peronismo (1946-1955).6 Aunque ocup un lugar subsidiario en las
investigaciones sobre ese periodo, la dinmica de las relaciones entre los
partidos opositores y los medios escritos plante una agenda de interrogantes
que nos parece necesario retomar.7 En ese sentido, la pertinencia de explorar
las vinculaciones ideolgicas y las estrategias conjuntas de ambos actores se
desprende de la centralidad que adopt el rechazo al crecimiento en la
intervencin estatal y la apelacin constante a la libertad de prensa en el
discurso opositor al gobierno. Asimismo, permite desentraar la disputa entre
la lgica discursiva instalada por el peronismo, los intereses de las empresas
periodsticas y la concepcin sobre el papel de la prensa esgrimida por la
oposicin.
Tomando
en cuenta ese orden de consideraciones, este artculo tiene como objetivo
analizar la dinmica de las relaciones entre la Unin Cvica Radical, principal
partido opositor, y dos actores centrales de la esfera de la prensa en la
provincia de Tucumn, el diario La Gaceta medio escrito de
mayor circulacin y el Crculo de la Prensa entidad gremial y mutual de los
periodistas, en el periodo comprendido entre el golpe de Estado de 1943 y la
reforma constitucional de 1949.8 Consideramos que posterior a la derrota en
las elecciones que ungieron como presidente a Pern (1946) el radicalismo
articul junto al diario La Gaceta y el Crculo de la Prensa
una estrategia opositora a las polticas del gobierno en torno a la esfera de
la prensa escrita. Esta reconoca antecedentes en el periodo abierto por el golpe
de Estado de 1943, cuando una constelacin de sectores polticos apoy la
militancia contraria al rgimen desarrollada por La Gaceta y
el Crculo de la Prensa. Desplazados del centro de la escena como fruto de la
derrota electoral, los radicales debieron redefinir sus acuerdos polticos y
configurar una identidad antagonista al peronismo. En ese marco, forjaron una
alianza junto a los actores mencionados, adoptando la defensa de la libertad de
prensa como un eje central de sus discursos.
Confluencias opositoras a las polticas del
gobierno militar en la esfera de la prensa escrita (1943-1946)
El
golpe de Estado del 4 de junio de 1943 cont con el apoyo de amplios sectores
del arco poltico y corporativo que acordaron poner fin al precario orden
liderado por el vicepresidente conservador Ramn Castillo. En ese marco, la
posibilidad de reformular el mapa de poder poltico y modificar el panorama de
descomposicin y crisis institucional generaron expectativas entre los partidos
opositores al conservadurismo, encabezados por la Unin Cvica Radical (en
adelante UCR)9, que criticaron los mecanismos de fraude electoral
y el creciente autoritarismo del gobierno. Una vez culminada una primera etapa
signada por la indefinicin poltica, que deriv de la heterogeneidad de
sectores e intereses involucrados en el golpe, el gobierno de facto adopt un
perfil autoritario apuntalado por el crecimiento de los planteles nacionalistas
catlicos. Este giro a la derecha, plasmado en la persecucin a los ncleos
sindicales y polticos contestatarios al gobierno, la prohibicin de los
partidos y la implantacin de la enseanza religiosa en las escuelas, se
observ durante el ltimo trimestre de 1943.
En
ese contexto, el gobierno ensay una reformulacin de las relaciones entre el
Estado y la sociedad civil que repercuti sensiblemente en la esfera de la
prensa escrita.10 Por
un lado, ampli la produccin estatal de informacin mediante la creacin de la
Subsecretara de Informaciones y Prensa en octubre de 1943, que expandi las
tareas del gobierno en temas sensibles tales como la provisin de papel y
coadyuv a la formacin de medios estatales con el fin de ampliar las bases de
legitimidad del rgimen militar. Por otro lado, intensific las regulaciones
del Estado sobre los medios escritos, incrementando su injerencia en un rea
tradicionalmente atribuida a la sociedad civil. Estas orientaciones se
plasmaron en el decreto 18.407 del 31 de diciembre de 1943, que sistematiz los
mecanismos de censura.11
Para
analizar las alternativas que sigui este proceso en Tucumn debemos referirnos
en primera instancia al particular derrotero de esa provincia durante los aos
previos al golpe. A diferencia del mapa poltico nacional signado por la hegemona
de la Concordancia (alianza poltica formada en 1932 por el Partido Demcrata
Nacional, la UCR Antipersonalista y el Partido
Socialista Independiente), Tucumn cont con gobiernos radicales entre 1935 y
I943. Esta experiencia culmin en febrero de 1943 cuando Castillo decret una
intervencin federal y traspas el mando poltico al conservadurismo. Una vez
materializado el golpe, los primeros pasos del rgimen de junio evidenciaron
ciertos visos de continuidad con la situacin previa. Este interregno poltico
se mantuvo hasta la asuncin del interventor federal Alberto Baldrich, referente del ala conservadora del pensamiento
nacionalista en su vertiente antiliberal y tradicionalista, quien puso en
marcha un programa de reformas tributarias con las que desarroll el gobierno
militar a escala nacional. En ese sentido, el perfil autoritario de la
intervencin federal se plasm en una poltica fuertemente restrictiva de la
actuacin de los medios periodsticos, materializada en la clausura temporal o
permanente de diarios, el encarcelamiento de periodistas vinculados al orden
poltico previo al 4 de junio y el control sobre el contenido de los artculos.
En
Tucumn, la esfera de la prensa escrita englobaba un total de 75 medios de
orientaciones diversas, radicados fundamentalmente en San Miguel de Tucumn
(principal centro urbano de la provincia).12 La posicin hegemnica era ocupada
por La Gaceta, principal diario de la regin norte del pas,
cuyas ediciones especiales alcanzaban una tirada de 45 000 ejemplares.13 La lnea editorial de La
Gaceta era tributaria de un bagaje liberal con un fuerte nfasis en la
defensa de los derechos individuales y del ideario republicano.14 El diario tena una estrecha
vinculacin con el Crculo de la Prensa,15 entidad representativa de los periodistas
tucumanos fundada en septiembre de 1941 con el fin de desarrollar una labor en
los planos gremial y mutual de los trabajadores de la prensa.16 En su declaracin de principios,
tributaria del contexto de polarizacin ideolgica visible durante la segunda
guerra mundial, el Crculo se defini como una institucin dotada de un
espritu
ampliamente democrtico, concordante con las convicciones de cada uno de los
miembros de la comisin y con la magnnima liberalidad de las instituciones
argentinas, consagradas por el estatuto poltico de la nacin.17
En
el contexto represivo promovido por el rgimen militar, ambas entidades se
opusieron a las orientaciones intervencionistas adoptadas por el gobierno. En
agosto de I943, el Crculo de la Prensa protest por la clausura de los diarios La
Gaceta y La Unin. Al mes siguiente, la tensin entre
el Crculo y la intervencin federal se acrecent debido al encarcelamiento del
secretario de la institucin y a la clausura de los peridicos La Reformay Norte, sancionados
por hacer caso omiso a los mecanismos de censura previa operados por las
autoridades provinciales. La Federacin Argentina de Periodistas, entidad que
nucleaba al gremio de la prensa a escala nacional, describi del siguiente modo
la situacin en Tucumn:
Las
actuales autoridades de la intervencin han puesto en uso procedimientos que
constituyen no slo la aplicacin de la censura previa y la dileccin de la
prensa sino que implican un avasallamiento de los fueros del periodismo a la
vez que agravios para la dignidad del periodista. Se ha llegado en la citada
provincia al exceso de queret obligar a los diarios a
que en primera pgina publiquen solamente noticias nacionales y locales.18
En
ese marco, numerosos diarios locales encabezados por La Gaceta expresaron
su descontento frente a la situacin de la prensa en la provincia, denunciando
actos de censura por parte del gobierno mediante la publicacin de notas
alusivas o la inclusin de pginas en blanco.
A
lo largo de 1944, la prohibicin de los partidos y la restriccin de la vida
asociativa en general llevaron a que la poltica buscara otros canales de
expresin. En ese sentido, aunque las medidas del gobierno redujeron
notablemente las actividades pblicas estas no desaparecieron completamente. Se
sucedieron a lo largo del pas manifestaciones, sujetas al control del rgimen,
que cifraron sus expectativas en la normalizacin institucional, la defensa de
la Constitucin y la libertad de prensa. El peso de la agenda internacional en
la vida pblica argentina y la presencia en el gobierno de dirigentes
identificados con el catolicismo integrista y el nacionalismo autoritario
aliment una lectura que supedit los conflictos locales al devenir de la
guerra. Dirigentes de las fuerzas polticas prohibidas y referentes del
heterogneo universo asociativo identificado con la causa aliada configuraron
un arco opositor que plante las disputas contra el rgimen como parte de la
causa mundial contra el fascismo.19 En ese marco, la esfera de la prensa escrita
se convirti en un campo privilegiado para la articulacin de los sectores
opositores al gobierno.
El
rechazo a las polticas del interventor Baldrich
aglutin a una constelacin de sectores polticos provinciales que compartan
el ideario liberal del Crculo y de La Gaceta. El impulso a
las protestas articuladas desde la esfera de la prensa escrita tambin se
aliment del doble carcter de dirigentes polticos opositores y periodistas
que defini a muchos de sus miembros. En ese sentido, los casos de pertenencia
conjunta a las filas de las organizaciones partidarias reactivas al gobierno y
al Crculo de la Prensa fueron comunes durante los aos analizados, tendencia
que tuvo en Joaqun Morales Sol, columnista del
diario La Gaceta, afiliado radical y presidente de esa
entidad, un claro ejemplo.20 Asimismo, en la fragua del arco
poltico-asociativo opositor al rgimen cumplieron un papel central los mbitos
de sociabilidad compartidos por los dirigentes partidarios y los referentes de
la prensa escrita local.21
En
mayo de 1944 se organiz en Tucumn un homenaje al diario metropolitano La
Prensa,22 en
cuya comisin organizadora participaron numerosos referentes provenientes del
radicalismo (entre los que se destacaron los ex gobernadores Miguel M. Campero
y Miguel Critto) y de otros grupos polticos.23En agosto de 1944, amplios sectores polticos
participaron junto a referentes del Crculo en las celebraciones por la
liberacin de Pars, evento que culmin con una visita al diario La
Gaceta, donde protestaron por la represin policial de la que fueron
objeto los manifestantes.24
Estas
proyecciones crticas frente a la intervencin federal de la provincia se
desarrollaron a pesar de los signos de apertura generados por la asuncin del
interventor federal Enrique B. Garca (julio de 1944), quien busc entablar una
relacin ms armnica que su sucesor con los actores de la prensa escrita y los
grupos opositores al gobierno. Los gestos de apertura frente a los sectores
crticos formaban parte de una tendencia general evidenciada por el gobierno de
facto a escala nacional. En ese sentido, en agosto de 1944 el canciller Orlando
Peluffo y el vicepresidente Juan Domingo Pern se
pronunciaron en contra de las restricciones a la prensa, prometiendo modificar
la situacin visible en ese mbito.25 El Crculo tom estas declaraciones con
cautela: emiti un comunicado pblico en el que reconoci la importancia de que
altos funcionarios nacionales manifestaran la necesidad de alivianar las
presiones sobre los rganos periodsticos pero reclam la supresin de los
organismos o reglamentaciones que trabaran la actividad periodstica.26 Aunque los hechos no confirmaron
las palabras del canciller y el vicepresidente, ya que las restricciones a la
prensa se siguieron observando durante los meses subsiguientes, el cambio de
orientacin que proyectaron las autoridades nacionales se plasm en la
aplicacin del estatuto del periodista, que supuso importantes mejoras en las
condiciones laborales de ese sector.27 Marc un punto de inflexin al socavar la
concepcin tradicional del papel de los periodistas y de los medios reforzando,
en el primer caso, el perfil de trabajadores asalariados por sobre el de
intelectuales y, en el segundo, el carcter de empresas con fines de lucro.28
Las
crticas al gobierno militar florecieron con un impulso inusitado a lo largo de
1945. En esto influyeron el reagrupamiento de los sectores opositores de cara
al final del conflicto blico mundial, el fortalecimiento de las demandas de
apertura poltica mediante el llamado a elecciones y las divisiones al interior
del plantel gobernante, que alimentaron un grado de polarizacin y
conflictividad poltica sin precedentes. En ese marco, el levantamiento de las
restricciones a la prensa fue uno de los ejes de la accin opositora al
gobierno. En marzo de 1945 el Crculo de la Prensa se dirigi al ministro del
Interior para reclamar la reapertura de un peridico local suspendido durante
ocho semanas, gestiones apoyadas por numerosos referentes del mbito poltico
provincial.29 En abril de 1945, por "la concurrencia
de circunstancias diversas que sealan a los periodistas argentinos el deber de
exaltarlo", la Comisin Directiva (en adelante CD) del Crculo de la
Prensa realiz un homenaje al libro Facunda o civilizacin y barbarie
en las Pampas Argentinas (de Domingo Faustino Sarmiento) por tratarse
de un "smbolo de las rebeldas y del libre albedro de un pueblo que no
se resignar jams a vivir en el oscurantismo y en la servidumbre".30
Aunque
el gobierno expres durante los meses subsiguientes algunas seales de
apertura, que hicieron vislumbrar a los opositores una salida electoral que
pusiera fin al rgimen y relaj los controles estatales sobre los medios, las
demandas por la libertad de prensa se mantuvieron en el clima de polarizacin
poltica que acompa el final de la segunda guerra mundial. En agosto de 1945,
a raz de los ataques a los diarios porteosLa
Prensa, Crtica y La Razn producidos en el marco de los festejos por
el fin de la guerra, los radicales tucumanos organizaron junto con el Crculo y
otras instituciones del mbito social y poltico una serie de homenajes a
"la prensa libre de la provincia".31 Los manifestantes, encabezados
por dirigentes radicales, socialistas y comunistas, atravesaron el centro de la
ciudad para dirigirse a las instalaciones del diario La Gaceta, donde
fueron recibidos por su director, ante quien manifestaron:
Los
aqu presentes, en representacin de los partidos polticos, entidades
universitarias y culturales y dems asociaciones representativas de la
ciudadana de Tucumn, de sus tradiciones y de su cultura, de su espritu
democrtico y de su culto histrico a la libertad, hemos querido llegar a este
diario porque respetamos y admiramos en La Gaceta a un
valiente defensor de los derechos ciudadanos.32
En
los das posteriores se desarroll un evento similar organizado por la
Federacin Universitaria de Tucumn y las juventudes de los partidos Radical,
Socialista y Comunista, que se dirigi nuevamente hacia la sede del diario,
desde cuyos balcones el militante socialista Lzaro Barbieri pidi
"vtores a la prensa libre".33
El
fortalecimiento de los grupos opositores y el levantamiento del estado de sitio
generaron, entre agosto y octubre de I945, un febril ciclo de protestas que
culmin en el encarcelamiento de Pern. La movilizacin popular del 17 de
octubre organizada en su apoyo34 gener el repudio del Crculo, del diario La
Gaceta y de los partidos: al igual que en otras ciudades del pas, los
manifestantes que marcharon por las calles de San Miguel de Tucumn desplegaron
acciones violentas contra las instalaciones de La Gaceta y de La Unin, en
las que ubicaron los smbolos del arco poltico-asociativo opositor a Pern.
A
la par que repudi los ataques contra los diarios, presentados como smbolos de
la cultura provincial y defensores de la causa de la libertad, el discurso de
los actores analizados contuvo tambin un rechazo a las polticas estatales
orientadas hacia los trabajadores. En ese sentido, el perfil obrerista
delineado el 17 de octubre llev a que el discurso de defensa de la libertad de
prensa se articulara con las nociones de "demagogia" y "engao a
las masas" que estructuraron la retrica opositora al peronismo durante
los aos posteriores. En contraposicin a este esquema, desde las filas
oficialistas se denunci a los principales medios escritos de presentar una
imagen distorsionada de la realidad y actuar abiertamente a favor de los
partidos polticos opositores.
La
CD del Crculo de la Prensa repudi la movilizacin del 17 de octubre
"debido a las amenazas que se haban proferido a los diarios de definida
orientacin democrtica y a las instituciones de la cultura nacional",
marcando similitudes con las situaciones vividas en Europa durante los
regmenes totalitarios, y emiti una declaracin en solidaridad con los diarios
tucumanos atacados.35 Por su parte, mientras La Gaceta interpret
la renuncia de Pern como una "derrota de las ambiciones personales"
y de la "induccin del pueblo de seguir el becerro de oro de la justicia
social", el 17 de octubre fue objeto de rechazo por su carcter violento
"que choc contra nuestra idiosincrasia y nuestros sentimientos
tradicionales".36
Los
partidos opositores expresaron una tesitura similar, que articul el repudio a
los atentados a la prensa con las caracterizaciones del emergente movimiento
peronista en trminos de "engao" y a sus polticas sociales como
orientaciones demaggicas para lograr el apoyo de los trabajadores. El
radicalismo public un manifiesto rechazando los actos del 17 de octubre por
ser "extraos al sentimiento del verdadero trabajador argentino y al grado
de cultura de nuestra nacin" y denunciaba que los ataques a la prensa
eran una muestra de incivilidad propia de un clima de engao y violencia, tono
similar al utilizado por la Federacin Universitaria de Tucumn y los partidos
Socialista y Comunista.37
La
confluencia expresada entre 1943 y I945 se mantuvo durante la campaa previa a
los comicios de febrero de 1946. En ese sentido, la proclamacin de la Unin
Democrtica38 a fines de 1945 fue acompaada por el apoyo
generalizado de los principales medios escritos del pas y las instituciones de
la sociedad civil que haban tomado partido en contra del gobierno, postura que
gener enrgicas reacciones en el campo oficialista.39 La Unin Democrtica encontr en
el diario La Gaceta y en el Crculo de la Prensa dos fuertes
defensores de sus propsitos. En consonancia con la prdica de los candidatos
de la alianza partidaria contraria a Pern, el principal tpico esgrimido por
ambos actores se centr en la defensa de las tradiciones democrticas y cultas
de Argentina. As lo expres la nota editorial que public el diario La Gaceta das
antes de los comicios:
Dos
tendencias que chocan y se repelen se debatirn en las elecciones del domingo
prximo [...] una de ellas es la democrtica de nuestra tradicin histrica. La
otra, aparecida en los ltimos tiempos, tiene mucho de comn con la totalitaria
que se impuso en Europa [...] con la primera se organiz el pas y se conquist
la prosperidad econmica, el progreso cultural y el bienestar social que le
distinguieron entre los pueblos ms evolucionados del nuevo y del viejo
continente. La segunda ha establecido una organizacin extraa, repugnante a
nuestros sentimientos, y contraria a las libertades, derechos e intereses
individuales.40
En
ese sentido, mientras los seguidores de Pern fueron presentados por el arco
partidario opositor en trminos de "hordas", "candombe",
"nazismo indgena" y otros eptetos similares,41 los sectores identificados
con la Unin Democrtica se autoproclamaron representantes de la cultura, los
valores y las tradiciones liberal-democrticas. Segn su esquema, estos rasgos
esenciales de la identidad argentina se encontraron amenazados en las
elecciones, coyuntura decisiva para el futuro de la nacin. En ese marco, la
virulenta campaa electoral previa a los comicios de febrero de 1946 tuvo para
los actores afines a ese ideario los rasgos de una cruzada en defensa de los
valores tradicionales de Argentina. Como observaremos a continuacin, el
triunfo de la frmula liderada por Pern amortigu las disputas con el campo
poltico-asociativo opositor, que tard en asimilar el impacto de los
resultados en las urnas. El derrotero de las luchas en torno a la esfera de la
prensa escrita revel que este apaciguamiento fue slo un fenmeno coyuntural.
De la moderacin poselectoral a la articulacin de
la estrategia opositora al gobierno peronista (1946-1949)
El
advenimiento del peronismo represent un punto de inflexin en la historia
argentina del siglo XX, al inaugurar un estilo singular de construccin del
poder y de vinculacin con sus seguidores y opositores. En su carrera
ascendente desplaz del centro de la escena a un conjunto de partidos que
haban ocupado ese lugar durante dcadas, transformando sustantivamente el
sistema poltico y el mapa electoral de Argentina. Como consecuencia de los
resultados de los comicios de febrero de 1946 se produjo una reformulacin del
arco partidario opositor, que pas a estar representado casi exclusivamente por
el radicalismo. A pesar de ocupar un papel minoritario, la UCR fue la principal
expresin poltica contraria al gobierno en la arena electoral y ocup la mayor
parte de las bancas legislativas ajenas al oficialismo.42
En
Tucumn, las diferentes expresiones afines a Pern arrasaron en las elecciones
de 1946: obtuvieron una cifra cercana a 70% de los votos, porcentaje ms alto
del pas, conquistando el poder ejecutivo provincial y una amplia mayora en la
legislatura. El radicalismo alcanz menos de 25% del electorado, lo que marc
un fuerte contraste con la exitosa experiencia desarrollada hasta 1943. La
magnitud de la irrupcin peronista en el escenario tucumano plante a la
dirigencia radical el desafo indito de desarrollar una labor opositora,
teniendo en cuenta que (si se excluyen los periodos de intervencin federal y
proscripcin electoral) la UCR haba ocupado el poder poltico provincial desde
1917 en adelante. Este proceso fue vivido de manera traumtica por sus
miembros, que debieron reformular sus alianzas y redefinirse desde el punto de
vista identitario al enfrentar a un rival que
escapaba a los cnones polticos tradicionales. La amarga conclusin que
sacaron los radicales de la derrota de 1946 fue que el partido perdi la
centralidad que se arrog en la sociedad tucumana hasta antes del golpe de
Estado. En ese marco recrudeci la disputa interna en sus filas, derivada de la
crisis de legitimidad de su conduccin, y el crecimiento de una oposicin
interna que se mostr dinmica y renovadora.43
Si
hasta 1946 el gobierno militar fue identificado globalmente por el radicalismo
como expresin de una tendencia reaccionaria y autoritaria, con el triunfo en
los comicios y la legitimacin emanada del voto popular el movimiento poltico
comandado por Pern alcanz un estatus diferente. El crecimiento de los
sectores opositores a la conduccin partidaria hegemnica hasta la derrota de
1946, bautizados con el nombre de intransigentes debido al rechazo a la alianza
que sostuvo la UCR en los comicios, supuso la adopcin de una actitud menos
virulenta teniendo en cuenta las similitudes de su programa en relacin al del
peronismo triunfante.44Ello se tradujo en una postura de moderacin y
reconocimiento de algunas medidas implementadas por el gobierno y la pretensin
de evitar un papel de oposicin sistemtica.
La
novedad introducida por el triunfo electoral del peronismo no se hizo sentir
solamente en las filas radicales, sino que nutri numerosos debates en la
totalidad del arco opositor a Pern. En el Crculo de la Prensa, la militancia
afn a la Unin Democrtica fue sucedida por una postura de mayor prudencia en
el escenario posterior a las elecciones. En definitiva, la institucin
precisaba del favor oficial en materia de subsidios y requera del arbitraje de
los funcionarios estatales en los conflictos gremiales que involucraban a sus
afiliados. Durante los meses posteriores a las elecciones, los resquemores
frente al nuevo gobierno, propios de una organizacin ubicada en un campo
ideolgico reactivo al liderazgo peronista, fueron acompaados por un
reconocimiento de los avances en materia salarial y de legislacin laboral.
En
junio de 1946 la CD del Crculo fue reacia a gestionar un subsidio estatal,
sealando "las interpretaciones que estas podan generar" y "el
compromiso poltico que supondra para la entidad dicho petitorio".
Finalmente prim una posicin favorable al mismo, ya que pareci indudable
"el cambio operado por el gobierno despus de las elecciones" y se
asegur que, en caso de obtener el apoyo econmico solicitado, la institucin
"no vera en ningn caso coartada su accin ni se comprometera en la
postura que ha correspondido a travs de su trayectoria".45 Otro episodio digno de mencin,
que evidenci los dilemas que plante a los dirigentes del Crculo el ascenso
del peronismo, se produjo con motivo de la promulgacin del estatuto del
periodista profesional en diciembre de 1946. En ese contexto se dividieron las
aguas en la CD a raz del pedido del presidente de la Federacin Argentina de
Periodistas, Octavio Palazzolo, quien solicit a
todas las filiales que enviaran un telegrama de agradecimiento al presidente de
la nacin. La CD decidi en primera instancia dar curso al pedido y enviar el
mencionado telegrama, lo que gener fuertes reacciones entre los sectores ms
alejados del gobierno, encabezados por los periodistas del diario La
Gaceta Joaqun Morales Sol y Miguel Hynes O'Connor (militante del
Partido Comunista). Como fruto de la decisin de la CD, Morales Sol aleg que "la gratitud en el campo gremial al
general Pern [era] la negacin del propio gremio" y plante la necesidad
de revertir la medida. Tal fue la determinacin final de la CD, que aprob la
mocin de Hynes O'Connor de
reemplazar el telegrama con una declaracin en la que se omiti el nombre de
Pern y se agradeci a "todos aquellos que participaron en las
gestiones".46
Desde
la lnea editorial de La Gaceta tambin se moderaron las
posiciones previas a los comicios, otorgando una entidad diferente al gobierno
emanado de las urnas. En el mensaje de asuncin del gobernador de Tucumn, el
diario abandon la virulencia de la campaa electoral para plantear que
"el tono mesurado y sereno concilia perfectamente con el propsito que en
l enuncia el nuevo mandatario, de desprenderse de preconceptos y de
inquietudes nacidos en el estmulo apasionado de la brega".47Esto no excluy el mantenimiento de
posturas crticas en lo tocante a temas vertebrales de las ideas del diario,
como la defensa del federalismo, la divisin de poderes y el rechazo a la
intervencin estatal "excesiva" en la vida econmica del pas que,
segn su esquema, violentaba los derechos individuales de la ciudadana.
A
pesar de la moderacin visible en los tres actores mencionados y los signos
conciliadores emanados de su seno, las reacciones contrarias a las polticas
del peronismo en el mbito de la prensa escrita los llevaron a cerrar filas y
profundizar las confluencias que haban desarrollado durante el rgimen militar
mediante la puesta en marcha de una estrategia opositora al gobierno. Esta
militancia conjunta se sustento en el rechazo a las
profundas transformaciones llevadas a cabo por el peronismo en la esfera de la
prensa escrita, cifradas en la construccin de un aparato meditico afn al
gobierno48 y el cuestionamiento a las nociones
tradicionales de libertad de prensa y el papel del periodismo en la sociedad
argentina. A continuacin analizaremos tres episodios que ilustran
elocuentemente esa problemtica: la aprobacin del impuesto a los diarios y
revistas durante el primer semestre de 1947; la huelga de vendedores de diarios
("canillitas") declarada en julio de 1948 y la Convencin
Constituyente de junio de 1949.
En
diciembre de 1946 la Cmara de Diputados aprob, con reformas, la ley de patentes
avalada por el poder ejecutivo en la que se establecieron los impuestos sobre
las actividades comerciales en el territorio provincial. Entre las
modificaciones propuestas se derog la exencin impositiva a las empresas
editoras de diarios y revistas, que fueron gravadas con el porcentaje mximo.
La aprobacin del proyecto gener un conflicto entre las dos ramas del poder
legislativo, en el que senadores y diputados oficialistas reprodujeron las
disputas intestinas que marcaron el pulso poltico nacional desde el ascenso de
Pern al poder.49 En efecto, la Cmara de Senadores rechaz la
modificacin propuesta por los diputados, que mantuvieron su tesitura original
favorable al gravamen.
La
medida gener una fuerte reaccin adversa en el Crculo de la Prensa y en el
diario La Gaceta, cuya causa comn en rechazo a la decisin de
los legisladores peronistas se plasm en una ola de notas condenatorias que
contaron con el apoyo de numerosos diarios del pas.50 No obstante, la actitud del
bloque de la UCR dej perplejos a sus otrora adeptos en la oposicin al
gobierno militar: en la Cmara baja los representantes radicales acompaaron la
medida y en la Cmara alta el nico senador del partido estuvo ausente durante
la sesin, dejando entrever una postura ambigua frente al tema en debate. Si
bien esto fue atribuido en primera instancia a la falta de informacin sobre
las modificaciones que, segn se plante, haban sufrido los diputados de la
oposicin, la ausencia radical en la Cmara de Senadores gener fuertes
reclamos desde el Crculo y La Gaceta, que solicitaron al
partido un mayor compromiso en defensa de los fueros de la prensa:
El
nico representante de la oposicin en el senado no se encontr presente en la
sesin por hallarse de veraneo. Un miembro de la minora, en la Cmara de
Diputados, suscribi el despacho de las Comisiones de Hacienda y Presupuesto
[...] la opinin pblica, que sigue tambin a este proceso, ser la llamada a
calificar la actitud de los hombres cuyo partido tiene una tradicin de lucha
por la defensa de" las libertades pblicas, cuyos representantes en otros
cuerpos legislativos del pas han sabido hacer honor a esa tradicin.51
La
amplia difusin que dio La Gaceta a este hecho torci el brazo
a un partido opositor debilitado por la derrota electoral: la representacin
legislativa de la UCR volvi sobre sus pasos y dio marcha atrs en el apoyo a
la ley. Con el fin de recomponer la relacin con ambos actores y despejar las
sospechas sobre la falta de definiciones del partido en lo relativo al tema en
cuestin, los radicales se hicieron eco de sus reclamos y expresaron el rechazo
al impuesto, atribuyendo a la falta de tiempo para estudiar el proyecto de ley
su postura inicial. Los motivos esgrimidos por los radicales para refutar el
proyecto reprodujeron el esquema sustentado por el Crculo y La Gaceta.
Los
argumentos del oficialismo para apoyar el gravamen retomaron los ejes
vertebrales del ideario peronista en torno al papel de la prensa y los
periodistas.52 Sostuvieron que, a causa del desarrollo
tcnico y logstico de los medios visible desde comienzos del siglo XX, el
periodismo pas de ser una actividad en la que preponderaron los valores
poltico-ideolgicos a otra presidida por una lgica capitalista de bsqueda de
ganancias.53 En efecto, mientras que hasta fines del siglo
XIX prim la prensa de combate, que busc influir polticamente a travs de
pequeos emprendimientos periodsticos y en la que fue prioritaria la defensa
de valores determinados, con el proceso de modernizacin observado desde
entonces el inters comercial reemplaz a los principios morales, convirtiendo
a los medios en empresas movidas por el afn de lucro. As, la libertad de
prensa se limit en la prctica, dado que el empresario periodstico
seleccionaba las noticias y la orientacin del medio de acuerdo con su
conveniencia. Tal situacin justificaba los gravmenes estatales sobre los
medios, que no se diferenciaban de otras empresas que tenan objetivos
"nobles" tales como, por ejemplo, los sanatorios privados. Los
legisladores peronistas subrayaron la necesidad de intervencin estatal en la
esfera de la prensa escrita, tal como se desarroll en otros mbitos de la vida
social, con el fin de controlar los intereses puestos en juego.
Ms
all de los motivos esgrimidos por los legisladores radicales para explicar su
postura inicial, consideramos que esa actitud puede vincularse al proceso de
revisin de los fundamentos programticos desarrollado al interior del partido
luego de la derrota. Ciertamente, la cercana de los nuevos sectores dirigentes
con los postulados del peronismo en materia de intervencin estatal en la
economa les plante un complejo dilema frente a la situacin de la prensa
escrita. Segn plante el diputado Celestino Gelsi,
principal referente de las nuevas carnadas dirigentes, en la Argentina exista
una prensa "con crudo inters capitalista" contra la que
"ntimamente" deseaba que se aplique una patente.54 Aunque los diarios tenan una faz
lucrativa no podan ser tratados de igual modo que otras empresas comerciales,
ya que la libertad de prensa era un valor ilimitado que no deba, bajo ningn
punto de vista, restringirse por medio de gravmenes.
A
pesar de las ambigedades iniciales, la postura final de los radicales retom
la concepcin de la prensa como vocera de la sociedad civil y contralor del
Estado, reeditando un argumento caracterstico de los dems actores contrarios
al impuesto: el respeto por la libertad de prensa era condicin sine
qua non para el ejercicio de los dems derechos individuales, dado que
constitua la garanta de que el gobierno no avanzara sobre las prerrogativas
ciudadanas. Segn el esquema sustentado por la representacin legislativa de la
UCR, el gravamen colocara a los diarios en una situacin comprometida desde el
punto de vista econmico, quitndoles independencia frente al gobierno, y
limitara la libertad de accin de los periodistas, que seran cohibidos por
los propietarios de los medios. En palabras del diputado Gelsi:
Cuando
el comerciante del periodismo se sienta afectado en sus intereses frenar el vuelo
intelectual del periodista, obrero de la pluma, y as caer la libertad de
prensa [...] es preferible tener una prensa manchada, fenicia y comercial, a
tener una prensa esclavizada y de rodillas, una prensa atemorizada.55
Por
otro lado, la representacin radical en la Cmara de Diputados caracteriz al
gravamen como una afrenta directa a La Gaceta que, por su
nivel de ganancias, sera la principal afectada por su aplicacin.56 Las crticas al impuesto se
realizaron en consonancia con los argumentos esgrimidos por el Crculo, que
caracteriz a la iniciativa como parte de una "conspiracin
burocrtica" llevada a cabo por "legisladores impacientes por ejercer
una revancha contra la prensa que no le fue adicta en los momentos iniciales"
(en referencia al apoyo explcito de ese diario a la frmula opositora a
Pern).57 La extensa fundamentacin contraria a la
iniciativa, desplegada por el diputado Gelsi, fue
objeto de elogios por parte de La Gaceta, que la caracteriz
de "magnfica" ya que tom a su cargo "la responsabilidad de
defender l buena doctrina" y expres "la
opinin del pueblo mismo".58
Tributaria
de un ideario comn, que plante a la prensa como representante de la sociedad
civil ante el Estado, la accin conjunta de los tres actores contra el impuesto
a los diarios y revistas impulsado por el gobierno provincial tambin se nutri
de intereses puntuales. Desplazada electoralmente y fuertemente debilitada en
el contexto poltico abierto por el triunfo electoral del peronismo, la UCR
necesit imperiosamente preservar un canal de expresin de la talla de La
Gaceta con el fin tie mantener su presencia
en la escena pblica. Por su parte, el principal diario provincial procur
defender sus intereses comerciales y, aunque el monto a pagar por el diario no
era importante,59 procur
cortar de raz la iniciativa estatal con el fin de evitar un precedente que
poda implicar perjuicios mayores en el futuro. Por su parte, en el esquema
sustentado por el Crculo de la Prensa, el dao econmico a los diarios y
revistas redundara negativamente en las condiciones laborales de los
trabajadores de la prensa y pondra en riesgo las mejoras sociales que venan
percibiendo a partir de la aplicacin del estatuto del periodista.60
Finalmente,
la balanza se volc a favor de la postura del gobierno provincial y los
diputados oficialistas aprobaron la ley en febrero de 1947, no sin antes acusar
a los senadores disidentes y a los radicales de defensores de los intereses de
las empresas capitalistas, reeditando los argumentos visibles durante la
campaa de 1946. Sin embargo, la lucha no termin all y los radicales
tucumanos adoptaron la oposicin a los gravmenes a la prensa como un
estandarte de su accin poltica opositora al gobierno.61 Paralelamente, el diario La
Gaceta busc infructuosamente su derogacin por va judicial.
En
julio de 1948 se llev a cabo en la provincia una huelga de vendedores de
diarios, escenario favorable para que se reeditara la estrategia opositora al
gobierno. El conflicto gremial se inici cuando la filial tucumana del
Sindicato de Vendedores de Diarios, Revistas y Afines denunci en la Delegacin
Regional del Ministerio de Trabajo y Previsin que La Gaceta incumpli
la ley nacional que regulaba su actividad.62 Con el paso de los das y la
falta de definiciones de la Delegacin Regional frente al conflicto, los
vendedores iniciaron un boicot al diario negndose a comercializarlo y
obstaculizaron su distribucin, medida que mantuvieron durante 20 das. Esta
situacin despert una intensa campaa de La Gaceta en contra
de la disposicin, cuyo eje principal fue acusar a las autoridades de la
Universidad Nacional de Tucumn (UNT) de apuntalar el boicot y de utilizar
fondos de esa institucin en la contratacin de grupos de choque.
La
acusacin de La Gaceta hacia la UNT se origin en un conflicto
de intereses iniciado en marzo de 1947 cuando la institucin de enseanza
inaugur el diario Trpico. Mediante esta publicacin,
editada por el Instituto de Periodismo de la UNT, el gobierno busc disputar
desde una postura afn al oficialismo el monopolio de La Gaceta en
la esfera de la prensa escrita, ya que con la desaparicin del diario El
Orden se consolid definitivamente como el peridico por excelencia de
Tucumn. Concebido como una tribuna de difusin del ideario peronista, Trpico form
parte de una serie de iniciativas del gobierno en pos de revertir su falta de
apoyos en el mbito de la prensa comercial, entre las que se incluyeron la
creacin de nuevos medios escritos y el incremento de las regulaciones
estatales sobre los preexistentes. Asimismo, la formacin de profesionales que
impuls el Instituto de Periodismo de la UNT, de donde provenan los reporteros
del diario Trpico, gener un conflicto con el Crculo de la
Prensa ya que en los aos previos esa institucin haba procurado
infructuosamente desarrollar la formacin profesional de los periodistas.63 Las repercusiones frente a la
aparicin del diario editado por la UNT se expresaron en junio de 1947 con
motivo de la octava edicin del Congreso de la Federacin Argentina de
Periodistas, organizado en San Miguel de Tucumn por la filial local del
Crculo de la Prensa.64
Si
bien al inicio del conflicto con los vendedores de diarios el tema debatido en
las pginas de La Gaceta fue la legitimidad de la medida desde
el punto de vista gremial, con el transcurso de los das el foco de
preocupaciones se fue modificando hasta devenir en una campaa de impugnacin a
las autoridades de la UNT y la empresa editorial por ellos iniciada, que cont
con el apoyo de los referentes del radicalismo. La defensa de los derechos de
la sociedad civil frente a los avances del Estado apareci encarnada, en el
contexto del conflicto gremial, en la necesidad de los trabajadores de contar
con sindicatos ajenos a la rbita estatal y con medios de prensa
independientes. En este sentido, La Gaceta se present como el
verdadero intrprete de las luchas sociales de los sectores del trabajo y el
vehculo del desahogo de las inquietudes populares, mientras acus a los
impulsores del conflicto de falsos representantes de la clase obrera, que
reciban dinero de organismos estatales interesados en daar al diario.65 En
ese sentido, no slo se erigi en representante de la opinin pblica en
general sino que le disput al gobierno la representacin de un sector social
vertebral del movimiento peronista: los trabajadores.
En
pleno conflicto gremial los radicales tucumanos encontraron una oportunidad
para expresar su apoyo a La Gaceta y criticar al gobierno por
su poltica en relacin con la prensa. Cabe sealar que la nocin de
"falsos representantes de la clase obrera" atribuida por el diario a
los sindicatos afines al gobierno converga con un elemento vertebral del
ideario del radicalismo tucumano, cuya oposicin a la matriz organizativa
desarrollada por el peronismo aliment un foco de disputa constante a escala
provincial. A lo largo del boicot el diario recibi visitas de importantes
dirigentes radicales, que se manifestaron "en absoluta solidaridad en la
cruenta lucha por mantener la dignidad del periodismo argentino sin caer de
rodillas frente a la prepotencia" y sealaron que "la actitud de La
Gaceta satisface al pueblo que exige una prensa libre de toda
coaccin".66 Paralelamente a estas expresiones
individuales, un grupo de referentes del partido formaron la "Asociacin
Pro Defensa de la Prensa".67
El
conflicto pblico protagonizado por La Gaceta tuvo
repercusiones en el recinto legislativo. Mientras se desarroll la disputa, el
senador radical Angel Pisarello
present un proyecto de ley para erigir un "monumento a la prensa
libre", en cuya fundamentacin plante que era "indispensable
inscribir en un monumento la permanencia de la virtud libertaria de la prensa
libre, que deber ser inmutable a los trastocamientos [sic]institucionales
de la repblica", por ser "propicios los das y los tiempos que
corren para significar en piedra la vocacin emocional de nuestro pueblo [a
causa de] los enfermizos intentos de violacin de los derechos individuales que
el radicalismo defiende".68
En
la Convencin Constituyente provincial de I949 se reprodujeron las estrategias
opositoras sustentadas por el radicalismo, el Crculo de la Prensa y La
Gaceta. Desde su perspectiva, la reforma constitucional represent una
oportunidad propicia para revertir la tendencia intervencionista y fijar
definitivamente los lmites al Estado en materia de legislacin sobre la
prensa. El eje de su accin conjunta se orient hacia un doble objetivo. En
primer lugar, que la Constitucin prohibiera a la legislatura dictar leyes
referidas a la prensa. Esta medida tuvo como fin primordial quitar de la esfera
poltica provincial los problemas referidos a los medios, con el fin de
trasladar las decisiones al mbito nacional y evitar la reedicin de conflictos
equivalentes al del impuesto sobre las empresas periodsticas. Por otro lado,
los actores analizados impulsaron la inclusin de una clusula que prohibiera
al poder ejecutivo provincial administrar bienes informativos en general. Esta
medida busc evitar que florecieran iniciativas similares a Trpico y
neutralizar la tendencia creciente hacia la administracin estatal de medios
escritos y la radio que estaba desarrollando el gobierno peronista. El
diagnstico compartido ciment una intensa campaa pblica de presin sobre la
Convencin, materializada en la publicacin de notas del Crculo de la Prensa
en el diario La Gaceta, artculos alusivos a la reforma y
presentaciones ante los convencionales.
El
Crculo de la Prensa elev una nota a la Convencin para dejar sentada
formalmente su postura frente a la reforma constitucional y la situacin de la
prensa argentina en ese momento:
En
un pas como el nuestro, de una larga tradicin democrtica que brota de los
das iniciales de la emancipacin, hablar de libertad de prensa podra parecer
innecesario [...] no lo es, sin embargo, si se observa que la lucha por el
mantenimiento de esa libertad ha estado siempre movida por las tentativas de
anularla. [La prensa argentina] es un instrumento eficaz de cultura, de
elevacin de la vida poltica, entendida no como maquinaria orgnica de los
partidos polticos sino como accin permanente de la ciudadana en su incruenta
lucha por mejores condiciones sociales.69
De
ese modo, reprodujo un esquema similar al expresado por La Gaceta con
motivo del conflicto gremial llevado cabo por los vendedores de diarios: la
prensa "independiente" no era slo un medio de difusin de valores y
elevacin cultural de la sociedad, sino tambin un vehculo para la conquista
de mejoras sociales para los trabajadores.
A
pedido de los representantes radicales, la misiva fue leda en el marco del
debate por el artculo referido a la prensa, hecho que cont con amplia
cobertura en el diario La Gaceta, que transcribi la nota y
elogi la gestin iniciada por el Crculo.70 Los radicales se hicieron eco de
estas demandas defendindolas a lo largo del debate y formulando un dictamen de
minora en la comisin que trat el tema. Sostuvieron que debido al incremento
de los mecanismos de intervencin estatal en la explotacin de determinadas
actividades era necesario evitar que "por medio del enorme poder que
significa en riqueza y coercin el Estado, se pueda llegar a abolir esa libertad
mediante la explotacin estatal de los servicios informativos".71 La representacin peronista
rechaz la propuesta sealando que la existencia de medios informativos de
gestin estatal no supona necesariamente un monopolio de la prensa por parte
del gobierno, ya que poda existir una libre competencia entre los medios
pblicos y privados que no pona en riesgo la libertad de expresin. En efecto,
plantearon que el Estado deba intervenir cuando existiera el monopolio privado
de los medios, lo que puede interpretarse como una alusin al diario La
Gaceta, que contaba con una presencia hegemnica en la provincia.
El
objetivo no fue alcanzado por los sectores opositores a las polticas del
peronismo frente a la prensa, y la Convencin Constituyente aprob un artculo
que permiti la administracin estatal de los medios aunque prohibi el
monopolio por parte del gobierno. Por otro lado, el pedido de prohibicin a las
legislaturas provinciales de promulgar leyes referidas a la prensa no prosper,
fracasando la iniciativa sostenida conjuntamente por el Crculo de la Prensa, La
Gaceta y el radicalismo tucumano.
El
revs sufrido en la Convencin Constituyente seal el principio del fin de la
alianza entre la UCR y los actores hegemnicos del mundo periodstico
provincial. La consolidacin de un aparato meditico afn al gobierno y el
ajuste de los resortes estatales sobre los diarios opositores, tendencia que
tuvo su climax en la expropiacin al diario La
Prensa en 1951, inclinaron a La Gaceta a priorizar
una postura ajena a la causa radical.72 Desde 1949 en adelante limit la difusin de
las actividades de la UCR y evit los posicionamientos que la comprometieran de
cara a las autoridades, clausurando un canal vertebral para el mantenimiento de
la presencia pblica del principal partido opositor. Como es sabido, en el
desenlace de esta historia la balanza se inclin hacia el modelo de fuerte
presencia estatal delineado por el peronismo, que transform sensiblemente la
esfera de la prensa escrita, trocando la hostilidad inicial en apoyo
generalizado.
Conclusin
Las
restricciones a los medios escritos y el crecimiento de la intervencin estatal
visibles luego del golpe de Estado de 1943 sembraron el terreno para la
confluencia del amplio espectro de sectores polticos opositores y de los
actores hegemnicos de la esfera de la prensa en la provincia de Tucumn. En
ese marco, una difusa constelacin de dirigentes partidarios uni sus reclamos
a los del diario La Gaceta y el Crculo de la Prensa con el
fin de oponerse a las acciones restrictivas del rgimen, tales como la clausura
de medios, el encarcelamiento de periodistas y el control sobre el contenido de
los artculos. El ideario comn se ciment en torno a la defensa de la libertad
de prensa como salvaguarda de las tradiciones liberales del pas, que se vieron
amenazadas por un gobierno interpretado en clave autoritaria. La centralidad
del discurso reivindicatorio de las prerrogativas de la prensa se mantuvo en el
contexto de polarizacin ideolgica y convulsiones polticas desarrollado a lo
largo de 1945. El diagnstico de que las tradiciones liberales de Argentina se
encontraban en peligro imprimi a la lucha contraria al gobierno un tono de
cruzada que alcanz una virulencia inusitada durante la campaa electoral. En
ese marco, la consolidacin de los rasgos obreristas del liderazgo de Pern,
plasmada en la movilizacin popular del 17 de octubre, llev a que el discurso
de defensa de la libertad de prensa se articulara con el rechazo a las
polticas sociales desarrolladas por el lder emergente, interpretadas como
expresiones demaggicas orientadas a ganar el apoyo de los trabajadores.
La
legitimidad de las urnas dio un estatus renovado al emergente movimiento
poltico peronista, moderando coyunturalmente la oposicin de la UCR, el
Crculo de la Prensa y el diario La Gaceta. No obstante, con
el transcurrir de los meses esta actitud cedi paso a la reedicin de un perfil
opositor que recre los argumentos esgrimidos durante la campaa electoral.
Esto pudo observarse con base a tres coyunturas en las cuales las tensiones se
expresaron elocuentemente: los debates sobre el impuesto a los diarios y
revistas (1947), la huelga de vendedores de diarios (1948) y la Convencin
Constituyente (1949). Mediante la puesta en marcha de proyectos de ley y
campaas pblicas, los tres actores analizados cerraron filas en defensa de un
concepto de libertad de prensa cifrado en el rechazo a la creciente
intervencin del Estado y la reivindicacin de los medios como expresin de la
sociedad civil e instrumento de control al gobierno.
La
custodia de los fueros de la prensa escrita no slo obedeci a un ideario
compartido por los tres actores en cuestin, tambin se nutri de intereses
puntuales. En el caso de La Gaceta, una mayor presencia del
Estado plante dos fuentes de preocupaciones: al perjuicio econmico que
signific el incremento de la presin impositiva sobre el diario se sum la organizacin
de un medio estatal editado por la Universidad Nacional de Tucumn, que
pretendi disputarle su hegemona en el mbito provincial. Para el Crculo de
la Prensa la situacin fue ms compleja debido a las mejoras en la situacin
laboral de los periodistas que llev a cabo el peronismo. Aunque los avances
del gobierno en ese plano generaron dilemas al interior de sus filas, en los
tres conflictos analizados la institucin expres una postura afn a la
expresada por La Gaceta, medio con el que mantuvo una alianza
sin fisuras.
Para
los radicales, el desafo de los aos iniciales del peronismo fue afrontar la
prdida de la centralidad que puso en evidencia la magnitud de la derrota
electoral de 1946. En ese contexto, la vinculacin con medios e instituciones
opositores al gobierno represent un bien preciado en un contexto de debilidad
poltica y redefinicin identitaria. Aunque la
articulacin de una estrategia opositora junto a La Gaceta y
el Crculo de la Prensa mostr algunos vaivenes en el escenario posterior a la
derrota, derivados de la revisin de las posturas sustentadas durante la
campaa electoral que impulsaron los sectores crticos a la conduccin del
partido, la necesidad de mantener un canal privilegiado de difusin de sus
acciones y el peso de los principios liberales en su ideario fueron motivos
suficientes para que recurrieran nuevamente a sus aliados pretritos. No
obstante, el revs sufrido en la Convencin Constituyente marc los lmites de
la alianza entre el radicalismo y los actores hegemnicos en el mundo
periodstico provincial. Esta se diluy como fruto de la consolidacin del
modelo de fuerte presencia estatal delineado por el peronismo, que se plasm en
un apoyo generalizado de la prensa escrita.
Consideramos
que la exploracin de las estrategias opositoras al gobierno peronista en la
provincia de Tucumn remite a dos cuestiones que trascienden al periodo y al
marco espacial analizados en este trabajo: la relacin de los partidos con las
entidades de la sociedad civil y los medios masivos de comunicacin, as como
tambin la compleja trama que envuelve al papel poltico de estos ltimos.
Fuentes consultadas
Archivos
ACPT
Archivo del Crculo de la Prensa de Tucumn.
ALT
Archivo de la Legislatura de Tucumn.
Hemerografa
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2 Halperinjore, 1985; Sidicaro, Poltica, 1993;
Satta, Regueros, 1998; Girbal-Blacha y Quatrocchi, Cuando,1999; Prislei, Pasiones, 2001; Alonso, Construcciones, 2004;
Tato, Viento, 2004, y "Patricios", 2008.
3 Sawicki, "Partis", 2001,
y Ware, Partidos, 2004.
4 Da
Orden y Meln, Prensa, 2007.
5 Ruiz,
"Peronism", 1998; Cane,
"Shattering", 2000; Da Orden y Meln, Prensa, 2007;
Rein y Panella,Peronismo, 2008,
y Ajmechet, Principio, 2010.
6 En
la Argentina de los aos cuarenta se reformularon las relaciones entre la
prensa comercial, el Estado y los partidos polticos, proceso desarrollado al
calor de una tendencia comn al resto del mundo occidental. En ese marco se
puso en debate el paradigma liberal de la prensa vigente desde el siglo XIX,
que la concibi como expresin de la sociedad civil y contrapeso del gobierno,
papel reafirmado por una legislacin que excluy a los diarios de las reglas
atinentes a las actividades comerciales y a los periodistas del reconocimiento
legal como asalariados. El incremento en la intervencin estatal y la
impugnacin populista a la matriz ideolgica liberal socavaron las concepciones
tradicionales sobre el papel de la prensa, transformacin que comenz a
vislumbrarse durante los aos treinta y se materializ plenamente durante el
rgimen militar y los gobiernos peronistas. En ese contexto se impuls una
revisin de los fundamentos sobre los que se asentaban las perspectivas
dominantes sobre la libertad de prensa y el papel de los periodistas, trastocando
las relaciones entre los actores que la constituan y otorgando una nueva
legitimidad al Estado. Concomitantemente se desarroll una profunda crisis
econmica al interior de las empresas periodsticas, que limit su capacidad de
negociacin con el gobierno al volverlas ms vulnerables desde el punto de
vista financiero. El corolario de ambos procesos fue una sensible
transformacin de la esfera de la prensa escrita, que transit hacia un modelo
de fuerte presencia estatal. Cane, "Shattering", 2000.
7 El
apoyo de la abrumadora mayora de los medios escritos a la Unin Democrtica en
las elecciones de febrero de 1946 fue un hito que se destac de manera
recurrente en los trabajos sobre el tema. En lo relativo a los aos
subsiguientes, Garca Sebastiani subray la
publicidad que dieron los peridicos antioficialistas
de alcance nacional a la accin parlamentaria de la bancada radical y el apoyo
de las autoridades del partido al diario La Prensa con motivo
de su expropiacin en 1951 (punto sobre el que volveremos ms adelante). Garca,Antiperonistas, 2005.
Centrado en un escenario local que expres tendencias divergentes a las que se
observaron en el plano nacional, el trabajo de Da Orden analiz la dinmica de
las relaciones entre el diario El Trabajo y el Partido
Socialista en la ciudad de Mar del Plata. Se subrayaron en ese estudio las
tensiones entre el discurso de prescindencia poltica desplegado en sus pginas
y el catcter de vocero de un partido opositor al
gobierno, as como tambin las estrategias desarrolladas por El Trabajo en
tanto empresa comercial. Da Orden y Meln, Prensa, 2007, pp.
99-119. Perspectivas recientes se centraron en las posturas del rgano
periodstico del Partido Socialista, La Vanguardia, frente a
la poltica social de Pern; la mirada del peridico comunista La Hora sobre
la poltica internacional del peronismo y los conflictos suscitados entre el
diario radical El Intransigente y el gobierno. Rein y Panella, Peronismo, 2008.
8 Los
estudios sobre la prensa durante el primer peronismo en la provincia de Tucumn
exploraron el desarrollo de mecanismos de censura a los medios y las
representaciones sobre la libertad de prensa vigentes durante esos aos. Andr, Gaceta, 1999,
p. 75; Johansson, "Papel", 2006, pp. 1-12, y Risco, Comunicar, 2009,
p. 451.
9 La
Unin Cvica Radical fue fundada en 1891 por dirigentes polticos opositores al
orden conservador desarrollado en Argentina entre el ltimo tercio de ese siglo
y las primeras dcadas del XX. De bases sociales y programticas heterogneas,
entre sus ejes identitarios puede destacarse la
defensa de las instituciones republicanas y la reivindicacin de los derechos
individuales y colectivos establecidos en la Constitucin de 1853. Luego de un
periodo en el que combin la poltica de abstencin y participacin electoral y
el desarrollo de movimientos revolucionarios para derrocar al gobierno
conservador, alcanz el poder en I9I6, luego de la reforma electoral en la que
se estableci el voto masculino universal, secreto y obligatorio (ley Senz
Pea). Gobern el pas hasta 1930, coyuntura en la que fue desalojada del poder
por medio de un golpe militar. Durante la dcada de los treinta mantuvo el
fuerte arraigo popular, combinando la oposicin militante y la negociacin en
el marco de una situacin de autoritarismo poltico y modernizacin de la
estructura econmica del pas, experiencia que culmin en junio de 1943.
10 Cane, "Shattering",
2000, p. 342.
11 Anales, 1944,
vol. IV, p. 70.
12 De
las 75 publicaciones existentes, 66 se editaban en esa ciudad, mientras que las
restantes provenan de centros urbanos menores como Aguilares',
Bella Vista, Concepcin, Monteros y Taf Viejo.
Galvn, Periodismo,1944,
p. 520.
13 Fundado
en 1912, el peso del diario La Gaceta creci de manera
exponencial hasta conformar una empresa periodstica moderna que desplaz al
tradicional diario El Orden (fundado en 1892). Este proceso se
desarroll al calor de la ampliacin del mercado consumidor visible durante las
dcadas de 1920 y 1930. Risco,Comunicar, 2009,
p. 451.
14 Risco
subray en la lnea editorial de La Gaceta una bsqueda por
erigirse en gua, orientador y formador de la opinin pblica, la clase
dirigente y el ciudadano en su conocimiento de la democracia. Ibid., cap. 2.
13 Los
presidentes de la entidad entre 1943 y 1949 surgieron de ese diario. Actas del
Crculo de la Prensa de Tucumn, en Archivo del Crculo de la Prensa de la
provincia de Tucumn (en adelante ACPT), f. 78.
16 Las
tareas del Crculo comprendan la realizacin de gestiones relativas a las
condiciones laborales de los afiliados (salario, jubilacin, indemnizacin),
asesoramiento jurdico sobre temas diversos, organizacin de actividades
sociales o deportivas de camaradera y ayuda a los miembros con dificultades
econmicas.
17 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 5 de julio de 1941, en ACPT, f. 1.
18 "La
federacin de periodistas present un memorial al ministro del Interior", La
Unin, 19 de septiembre de 1943.
19 Garca, Fascismo, 2006,
y Bisso, Accin, 2005.
20 Entre
1943 y 1949 militaron en las filas del Crculo los dirigentes radicales Alberto
Madrid, Pascual Strazza, Juan Carlos Muirlo, Luis A. Canz, Hugo Fabio, Emilio de Mitri
y Eduardo Fajre. Entre los procedentes del socialismo
y el comunismo se encontraban Juan Octaviano Taire y Miguel Hynes
O'Connor.
21 Participaron
conjuntamente en comits pro aliados y en entidades mutuales, cvicas y
culturales alineadas en contra del gobierno militar (Junta de la Victoria,
Colegio Libre de Estudios Superiores, Sociedad Argentina de Escritores, Taller
Cultural "La Carpa", Colegio de Abogados).
22 Editado
en Buenos Aires, La Prensa era el peridico ms importante de
Argentina en la dcada de 1940. Durante los gobiernos militares desarrollados
entre 1943 y 1946 adopt una lnea editorial crtica de los mecanismos de
intervencin estatal que tuvo importantes repercusiones en los diarios del
interior del pas.
23 Entre
los miembros del radicalismo figuraban Roque Ral Aragn, Celedonio Gutirrez,
Eudoro D. Aroz, Rufino Cossio, Ramn D. Paz Posse, Miguel Figueroa Romn; del conservadurismo, Adolfo Piossek y Rodolfo Sosa, y del partido provincial Bandera
Blanca, Julio Prebisch.
24 El
Crculo elevo una nota de protesta al interventor federal repudiando la
actuacin de la polica. Actas del Crculo de la Prensa de Tucumn, 7 de
setiembre de 1944, en ACPT, f. 91.
25 "La
eliminacin de la censura a la prensa", La Unin, 8 de
agosto de 1944.
26 "Reclamase
la supresin de todo organismo o reglamentacin que trabe la libertad de
prensa", en ibid.
27 Aprobado
por decreto en marzo de 1944 y sancionado en diciembre de 1946, el estatuto
form parte de la estrategia de ampliacin de las bases sociales del gobierno
militar emprendida a partir del ascenso de Farrel y
Pern.
28 Cane, "Shattering",
2000, pp. 119-159.
29 El
documento fue firmado por conocidos dirigentes radicales, tales como Roque Ral
Aragn, Guillermo Curia, Ral Daz Ricci, Jos Benito Fajre,
Alberto Barros, Argentino Alonso y por los socialistas Felipe Alberto Villagra,
Emilio Lpez y Lzaro Barbieri. "Abogan por la libertad de prensa", La
Gaceta, 28 de marzo de 1945.
30 En
Actas del Crculo de la Prensa de Tucumn, 29 de abril de 1945, en ACPT, f.
101. Escrito en 1845, "Facundo..." constituy una de las obras
vertebrales de Sarmiento, poltico e intelectual argentino que ejerci la
presidencia del pas entre 1868 y 1874. Mediante la reconstruccin en clave
literaria de la vida del caudillo provincial Facundo Quiroga (17881835),
Sarmiento ensay una interpretacin sobre la crisis poltica argentina de la
primera mitad del siglo XIX, apelando al progreso material, cultural y poltico
como punto de partida para superar la "barbarie" (asociada a las
tradiciones rurales, el autoritarismo poltico y la herencia colonial).
31 "Instituciones
locales rindieron ayer homenaje a la prensa libre", La Gaceta, 16
de agosto de 1945. En el homenaje participaron los partidos Radical, Socialista
y Comunista, la Sociedad Sarmiento, la Federacin
Universitaria de Tucumn, la Junta de la Victoria y el Comit Lisandro de la Totte. Las demandas por la libertad de piensa fueron
tambin expresadas por los partidos Defensa Provincial Bandera Blanca y
Demcrata Nacional.
32 "Instituciones
locales rindieron ayet homenaje a la prensa
libre", en ibid.
33 "Tuvo
gran calor popular el mitin", La Gaceta, 22 de agosto de
1945.
34 El
17 de octubre de 1945 se realizaron marchas obreras en numerosos centros
urbanos de Argentina con el fin de reclamar la liberacin de Pern, encarcelado
das antes por un sector de las Fuerzas Armadas vinculado a los partidos
opositores y contrario a su ascenso al interior del plantel gobernante. El
masivo apoyo de los trabajadores, apuntalado por las medidas de fuerza de los
sindicatos afines a las polticas sociales del gobierno, forz a las
autoridades a liberar a Pern y, das ms tarde, fijar la fecha de las
elecciones presidenciales.
35 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 22 de octubre de 1945, en ACPT, f. 115.
36 "Ansiedad
nacional", La Gaceta, 15 de octubre de 1945, y "Las
enseanzas de los recientes sucesos", La Gaceta, 21 de
octubre de 1945.
37 "Atentado
a la cultura tucumana", La Gaceta, 18 de octubre de 1945.
38 Unin
Democrtica se le denomin al frente de partidos que compiti contra Pern en
las elecciones de febrero de 1946. Se form con los partidos Radical,
Comunista, Socialista y Demcrata Progresista.
39 A
modo de ejemplo puede mencionarse la crnica de un acto proselitista liderado
por el candidato a gobernador por el oficialismo, quien "tras de calificar
la prensa de venal -circunstancia en la que se escucharon gritos contrarios a
diarios locales anunci que si ella no apoya su campaa electoral el partido
realizar su propaganda con tiza y carbn" y le atribuy la defensa de los
intereses imperialistas. "Lleg ayer el candidato a gobernador de la
provincia", La Gaceta, 27 de enero de 1946.
40 "Aprendan
a votar", La Gaceta, 22 de febrero de 1946.
41 "Proclam
ayer sus candidatos el laborismo", La Gaceta, 12 de
febrero de 1946, y "Con gran entusiasmo fue acogido en el sur el tren de
la Democracia", La Gaceta, 15 de febrero de 1946.
42 Garca, Antiperonistas, 2005.
43 Lichtmajer, "Recambio", 2010.
44 El
sector intransigente del radicalismo encontraba filiacin entre los grupos
opositores al liderazgo del ex presidente Marcelo T. de Alvear que ganaron peso
hacia fines de los aos treinta y comienzos de los cuarenta. Su plataforma
poltica planteaba una perspectiva izquierdizante en
lo econmico-social (intervencin del Estado, reforma agraria, nacionalizacin
de los servicios pblicos) y una impronta nacionalista que los ubicaba en una
lnea cercana al peronismo. Durante la campaa electoral de 1946 se opusieron
infructuosamente a la formacin de la Unin Democrtica, tesitura defendida por
los grupos unionistas. La derrota en los comicios les otorg mayor influencia
en el plano interno de la UCR, hasta alcanzar su liderazgo en 1948.
45 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 26 de junio de 1946, en ACPT, f. 132.
46 Ibid., 29 de diciembre de 1946, en ACPT,
f. 181.
47 "El
mensaje del gobernador", La Gaceta, 26 de mayo de 1946.
48 Entre
1946 y 1951 el gobierno peronista transform sustantivamente el mundo de la
prensa escrita en Argentina, al adquirir mediante diferentes estrategias
empresas periodsticas de alcance nacional y provincial. Este proceso alcanz
su climax en el ao 1951 con la expropiacin del
diario La Prensa para transferirlo a la Confederacin General
del Trabajo.
49 Este
conflicto alcanz picos de tensin durante 1947, cuando el Senado se constituy
en reducto de la oposicin de los ncleos de tradicin sindical en contra del
gobernador Carlos Domnguez. Como ha sido sealado en las investigaciones sobre
el tema, las disputas entre los sectores internos del peronismo provincial
estuvieron teidos por una fuerte carga clasista vinculada a la impronta obrera
de algunas de sus fracciones. Mackinnon, "Protagonismo",
2003, y Rubinstein, Sindicatos, 2006.
50 Manifestaron
su solidaridad La Nacin y La Prensa (Buenos
Aires), La Capital (Rosario), El Liberal (Santiago
del Estero) y El Intransigente (Salta).
51 "Una
nueva declaracin dio el Crculo de la Prensa", La Gaceta, 22 de
enero de 1947.
52 Cane, "Shattering",
2000.
53 Diario
de Sesiones de la Cmara de Diputados de la provincia- de Tucumn, periodo
legislativo de 1946-1949, en Archivo de la Legislatura de Tucumn (en adelante
ALT), pp. 1058-1061.
54 Ibid, p. 1071.
55 Ibid.
56 "Vamos
a votar esta noche un impuesto a los diarios, un impuesto que, por lo que se
dice en todas partes y lo que se ve aqu hay que decido claro es a La
Gaceta, porque no hay otra empresa periodstica en Tucumn", en ibid.
57 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 24 de junio de 1947, en ACPT, f. 228.
58 "Sesion
anoche la Cmara de Diputados", La Gaceta, 24 de enero de
1947.
59 Aunque
carecemos de informacin respecto de los balances y la situacin financiera del
diario, de acuerdo con las referencias de los legisladores oficialistas y
opositores el peso econmico del impuesto no parece haber sido excesivamente
oneroso.
60 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 24 de junio de 1947, en ACPT, f. 235.
61 En
febrero de 1948 la Junta de Gobierno del partido estableci los temas que
deban enfatizar los oradores del partido durante la campaa electoral, uno de
los tpicos elegidos fue la derogacin del impuesto a la prensa, mientras que
la Convencin Provincial de enero de ese ao rindi homenaje "a la prensa
libre". Un ao despus, el senador radical ngel G. Pisarello
present un proyecto para la eliminacin del gravamen, ocasin en la que
record las divisiones en el bloque peronista a la hora de aprobarse y la
intensa campaa pblica contraria al mismo. "UCR: temas para
oradores", La Gaceta, 25 de febrero de 1948, y Diario
de Sesiones de la Cmara de Senadores de la provincia de Tucumn, periodo
legislativo de 1946-1949, en ALT, p. 1051.
62 La
principal imputacin tuvo que ver con el precio de los ejemplares: al haber
subido recientemente el valor del diario de diez a quince centavos se genero una disputa entre la empresa y los vendedores por el
monto mayor que estos deban pagar (ocho o nueve centavos).
63 Actas
del Crculo de la Prensa de Tucumn, 6 de agosto de 1944, en ACPT, f. 86.
64 En
las conclusiones se decidi "denunciar ante la opinin pblica al diario
de la Universidad Nacional de Tucumn dado que no es la expresin de una rama
de esa casa de estudios sino un rgano periodstico ms, costeado con dineros
de la universidad como va de ensayo de una prensa oficial [...] es un peligro
para la prensa y para el mantenimiento de las conquistas gremiales la aparicin
del mencionado diario y la posible proliferacin en ese gnero de
periodismo". "Continu sus tareas el octavo congreso de la Federacin
Argentina de Periodistas", La Gaceta, 28 de junio de
1947.
65 "Provocan
repudio popular las maniobras contra La Gaceta", La Gaceta, 13
de julio 1948.
66 Visitaron
el diario el diputado Argentino Alonso y los dirigentes Miguel Figueroa Romn y
Luis Lpez Carranza. "Visitantes en nuestro diario", La
Gaceta, 11 de julio de 1948.
67 Argentino
Alonso, ngel G. Pisarello, Emilio De Mitri y Hugo Fabio. "Se fund la Asociacin pro
Defensa de la Prensa", La Gaceta, 11 de julio de 1948.
68 "Proyectan
un monumento a la prensa libre", La Gaceta, 22 de agosto
de 1948.
69 El
Crculo de la Prensa a la Convencin Constituyente de 1949, 5 de junio de 1949,
en ALT, caja Convencin Constituyente de 1949, f. 1.
70 "El
Crculo de la Prensa plante la cuestin en sus trminos exactos y precisos.
Hay disposiciones, de ley o de decreto, que al crear dificultades al periodismo
restringen su libertad de accin y sus recursos para desarrollarla, afectando
la libertad de prensa". "La Libertad de Prensa en la reforma", La
Gaceta, 5 de junio de 1949
71 Actas
de la Convencin Constituyente de la provincia de Tucumn, junio de
1949, en ALT, p. 122.
72 Al
carecer de informacin respecto de los balances y situacin financiera del
diario, no estamos en condiciones de saber si La Gaceta atraves
las dificultades econmicas que sufrieron otras empresas periodsticas durante
el primer peronismo, motivo que pes sobremanera en el cambio de la relacin de
la prensa escrita con el gobierno. Por lo tanto, los factores que explican el
cambio de postura de La Gaceta deben problematizarse a la luz
de futuras exploraciones que tomen en cuenta esa dimensin.
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