ISSN impreso: 0186-0348

ISSN electrónico: 2395-8464

Entre la experimentacin poltica y la circulacin de saberes: la gestin de Bernardino Rivadavia en Buenos Aires, 1821-1827

 

Between Political Experimentation and the Circulation of Knowledge: the Administration of Bernardino Rivadavia in Buenos Aires, 1821-1827

 

Mariano Di Pasquale*

 INFORMACIN SOBRE EL AUTOR:

Mariano Di Pasquale. Licenciado y Magster en Historia. Doctorando por la Universit Paris Diderot, Paris 7 y la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina). Becario del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET). Profesor adjunto en la carrera de Historia de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Entre las publicaciones actuales se destacan "La gestin de lvarez de Arenales. Presencia del rivadianismo en Salta (1824-1827)", Revista Complutense de Historia de Amrica, Madrid, 2009, vol. 35, pp. 209-231 y "De la historia de las ideas a la nueva historia intelectual: retrospectivas y perspectivas. Un mapeo de la cuestin", Revista Universum, Universidad de Talca, Chile, nm. 26, vol. 1, 2011, pp. 79-92.

ABOUT THE AUTHOR:

Mariano Di Pasquale. BA and MA in History. PhD student at the Universit Paris Diderot, Paris 7 and the Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina). Fellow of the National Scientific and Technical Research Council (CONICET). Assistant Professor in the Bachelor's Degree Program in History at the Universidad Nacional de Tres de Febrero. Recent publications include "La gestin de lvarez de Arenales. Presencia del rivadianismo en Salta (1824-1827)," Revista Complutense de Historia de Amrica, vol. 35, 2009, Madrid, pp. 209-231, and "De la historia de las ideas a la nueva historia intelectual: retrospectivas y perspectivas. Un mapeo de la cuestin", Revista Universum, University of Talca, vol. 1, nm. 26, 2011, Chile, pp. 79-92.

 

Fecha de recepcin: noviembre de 2011;  Fecha de aceptacin: junio de 2012.

 

Resumen

Este artculo tiene por objetivo analizar la relacin entre el accionar poltico y el clima intelectual durante la gestin de gobierno de Bernardino Rivadavia en Buenos Aires, 1821-1827. En este marco, se considera la emergencia de un espacio de experimentacin poltica que procura modernizar la cultura en su conjunto con el fin de eliminar las prcticas y los imaginarios coloniales. Asimismo, se identifica una fuerte presencia de contactos interpersonales con pensadores extranjeros y un proceso de intensificacin en la circulacin de saberes que resultaron funcionales al proyecto del gobierno. En tal sentido, se desea demostrar que el proceso de legitimacin intenta construirse a partir de la interaccin constante entre las prcticas introducidas por el nuevo modelo poltico y los saberes difundidos cercanos a la matriz republicana.

Palabras clave: Grupo rivadaviano; experimentacin poltica; circulacin de saberes; republicanismo; espacio porteo; Argentina; siglo XIX.

 

Abstract

This article seeks to analyze the relationship between political action and intellectual climate during the administration of Bernardino Rivadavia in Buenos Aires, 1821-1827. Within this framework, the author considers the emergence of a sphere of political experimentation that seeks to modernize culture as a whole in order to eliminate colonial practices and imaginaries. It also identifies a strong presence of interpersonal contacts with foreign thinkers and a process of intensifying the circulation of knowledge that proved useful to the government project. In this respect, the author seeks to prove that attempts are made to construct legitimization from the constant interaction between the practices introduced by the new political model and the knowledge disseminated close to the Republican matrix.

Key words: Rivadavia group; political experimentation; circulation of knowledge; republicanism; Buenos Aires space; Argentina; 19th century.

 

Introduccin

La crisis de la monarqua espaola en Amrica y el proceso de disolucin de la estructura colonial que tuvo como colofn la invasin napolenica en 1808 y la formacin de juntas provisionales de gobierno en Espaa ante la acefala temporal del rey Fernando VII, provocaron cierta atmsfera de desorientacin en la conduccin poltica en Ro de la Plata. En este marco, la vacatio regis y la crisis que desat la trama del ciclo revolucionario y las guerras de independencia abrieron la necesidad de elaborar y justificar proyectos de reordenamiento del espacio poltico.

En tal sentido, los actores sociales involucrados en estos propsitos dejaron de tratar paulatinamente a las obras de los autores ilustrados como artefactos exticos para interpretarlas en una clave pragmtica recurriendo a ellas en funcin de los asuntos de inters pblico. Hasta ese momento, el proceso de incorporacin del discurso ilustrado en la regin se produca a travs de un reformismo mediado por la cultura eclesistica.1 No obstante, esta situacin comienza a modificarse cuando el grupo rivadaviano arriba al poder en la Provincia de Buenos Aires hacia 1821. A partir de all, se buscar crear un espacio de deliberacin ms amplio fuera del alcance religioso.

La administracin rivadaviana comprende el periodo transcurrido desde que Rivadavia accede al cargo de ministro de Gobierno durante la gobernacin de Martn Rodrguez entre 1821 y 1824 hasta la obtencin de la presidencia en 1826 y su rpida desvinculacin de esa al ao siguiente. Esta gestin puede caracterizarse por dos cuestiones fundamentales: la consolidacin de un rgimen representativo republicano y la implementacin de un abanico de reformas que intentaron modificar las prcticas y los fundamentos de la herencia colonial espaola.

De tal manera, el proceso de circulacin de saberes en el espacio porteo se constituye en ofrecer una serie de herramientas conceptuales y prcticas a partir del "uso" poltico que llevar a cabo la gestin rivadaviana. A las nociones ilustradas introducidas desde el periodo tardocolonial, se sumaron aquellas ligadas a las corrientes utilitaristas, y las de la Idologie y el pensamiento doctrinario francs. Las ideas de Jeremy Bentham, Destutt de Tracy y Benjamin Constant comenzaron a circular notoriamente a travs de diversos canales de transmisin en la cultura portea de la poca.2

Este artculo busca demostrar que uno de los rasgos principales del grupo rivadaviano y con l su proyecto de gobierno fue la construccin de un espacio interdependiente entre el campo poltico y la recepcin de saberes. Esta retroalimentacin adquiere una creciente visibilidad porque las formas de pensamiento introducidas se articularon con los intentos polticos de "moldear" el espacio pblico en gestacin. A su vez, la aplicacin de un programa reformista produjo modificaciones en las relaciones de poder. Esto supone el conocimiento y la distincin ms exacta de los autores extranjeros en funcin de desplegar —desde arriba hacia abajo— una serie de patrones culturales distintos a las prcticas y representaciones coloniales.

 

La reconstruccin del espacio poltico porteo: Rivadavia y el modelo republicano

Entre 1810 y 1820 en Ro de la Plata se sucedieron seis gobiernos revolucionarios: la Primera Junta (mayo a diciembre de 1810), la Junta Grande (enero a septiembre de 1811), la Junta Conservadora (septiembre a noviembre de 1811), el Primer Triunvirato (noviembre de 1811 a octubre de 1812), el Segundo Triunvirato (octubre de 1812 a enero de 1814) y el Directorio (enero de 1814 a febrero de 1820). Una vez alcanzada la independencia en 1816 respecto a Espaa, el poder poltico se centraliz en Buenos Aires hacia el resto de las regiones que componan las Provincias Unidas del Ro de la Plata. El Directorio desarroll un plan de organizacin nacional expresado a travs de la Constitucin de 1819. Esta propona un tipo de gobierno centralizado que no reconoca las autonomas provinciales. Las autoridades locales decidieron rechazar la normativa. Ante la imposicin de Buenos Aires, se levantaron dos lderes provinciales, Francisco Ramrez, por parte de Entre Ros, y Estanislao Lpez, por Santa Fe. Ambos lograron vencer al poder central en la batalla de Cepeda hacia 1819. Esta derrota promovi la cada del sistema poltico del Directorio en febrero de 1820.

La prdida del control de Buenos Aires sobre el resto de las provincias interiores conllev la emergencia de los poderes provinciales, generando una situacin bastante crtica para la gobernabilidad portea. Al mismo tiempo que las autonomas provinciales asomaban en la escena pblica, la dirigencia portea no lograba resolver los problemas de conduccin poltica. En este sentido, la denominada "anarqua del ao 20" fue el proceso en donde se manifestaron las distintas movilizaciones internas en pos de obtener el control poltico bonaerense y, de manera simultnea, abri el camino hacia una estructura poltica confederal en el territorio rioplatense.3

Buenos Aires, consciente de que estaba derrotada y humillada, abandon las ansias de un control social y poltico ms englobador que haba caracterizado la llamada "carrera de la revolucin" de la poca del Directorio, y prepar el camino hacia la organizacin de sus propios andamiajes institucionales.4 Detrs de la crisis, surgi la posibilidad de comenzar un proceso de internalizacin de lo poltico. Ante la guerra y la derrota, el grupo gobernante busc identificarse y asociarse en funcin de plasmar hacia adentro sus planes de gobierno. Buenos Aires se cerraba, y as diseaba un nuevo horizonte poltico basado en el orden social y la prosperidad econmica.

De tal forma, cabe mencionar que las nuevas prcticas polticas introducidas nacieron como respuesta al estado de tensin social y poltica. En alguna medida, los ensayos de articulacin del poder comenzaron a convertirse en acontecimientos decisivos como fuentes de significaciones y proyectos sociopolticos, ya que ni las orientaciones ms generales de la sociedad ni sus orientaciones ms pragmticas y positivas alcanzaron a suministrar una imagen adecuada del proceso poltico. Adems, consideremos que esta sensacin de inestabilidad se sum a la proveniente de aos anteriores cuando el orden colonial haba sido trastocado por el proceso revolucionario.

La construccin del rgimen poltico estable se configur en 1821, a partir de una articulacin entre la dirigencia portea y los sectores rurales en ascenso de la provincia de Buenos Aires, asociacin que suele conocerse con el nombre de grupo rivadaviano o movimiento rivadaviano. El grupo rivadaviano estaba conformado a partir de una identidad sumamente ambivalente constituida en dos niveles: uno, en torno a los miembros de la nueva legislatura y el Ministerio de Gobierno ejercido por Bernardino Rivadavia; el otro, involucraba una serie de sectores ms amplios en donde aparece la lgica de la poltica de crculo o de faccin.5

Bajo la gestin del gobernador Martn Rodrguez surgi un inusitado diseo del espacio pblico: el modelo republicano y representativo de gobierno asentado en nuevos mecanismos institucionales. En la provincia de Buenos Aires no se dict una Constitucin (a diferencia del resto de las provincias) pero s se consolid informalmente un sistema de poder legislativo y un mecanismo de eleccin del mismo. En 1821 se dict la ley electoral y el derecho al voto "universal" que incorporaba la campaa bonaerense. El derecho al sufragio junto a un rgimen de eleccin directa de diputados a la Sala de Representantes —poder legislativo provincial creado en 1820 y encargado de designar al gobernador— caus una nueva concepcin de la relacin entre gobernantes y gobernados.

Al mismo tiempo que se iba conformando el rgimen poltico, Bernardino Rivadavia, ministro de Gobierno de Martn Rodrguez, implemento un abanico de reformas en los mbitos poltico, institucional, econmico, eclesistico, educativo, cultural y militar.6 El objetivo de estas reformas en su conjunto era terminar drsticamente con la herencia de la estructura colonial y "modernizar" las prcticas y el imaginario poltico. Es decir, establecer una nueva cultura poltica afn a las nuevas concepciones ilustradas y liberales de la poca. Este plan reformista tambin busc conformar un tipo de ciudadano basado en una matriz "republicana-ilustrada" en consonancia con el nuevo orden poltico. Se alentaba la formacin de una generacin de hommes de lettrs que deban comportarse y reconocerse a s mismos en calidad de "ciudadanos".

Este intento de establecer un orden poltico republicano gener un importante impacto en su momento. Una de las principales preocupaciones de la dirigencia portea fue la reorganizacin de la distribucin social y poltica con el fin de racionalizar los recursos y administrar las relaciones entre los que mandan y los que obedecen. Por ello, la propuesta de un tipo de gestin pblica desplegada "desde arriba hacia abajo" apareci claramente entre los lineamientos del grupo rivadaviano.

Estas consideraciones permiten ubicarnos y precisar la situacin concreta en la cual se desenvolvi el grupo rivadaviano una vez obtenido el poder poltico y su necesidad de utilizar diversas categoras discursivas para justificar el modelo republicano de gobierno. En tal sentido, existe una actitud fundamental: sus miembros se vuelcan a leer agitadamente todas las novedades y a ponerse en contacto con los principales productores de los nuevos saberes en pos de brindar sentido a las transformaciones que se estaban llevando a cabo en la cultura poltica.

 

La historiografa y la cuestin rivadaviana

Como hemos mencionado, si bien la crisis del vnculo colonial produjo en los grupos gobernantes un mayor inters por las obras de los autores ilustrados, el mismo habra de incrementarse con la crisis del poder central porteo, en 1820. As, pues, cabe realizar aqu un breve racconto historiogrfico para ir delineando y precisando la idea de que el grupo rivadaviano desarroll un espacio de experimentacin poltica en relacin con un proceso de apertura y difusin de saberes.

En tal sentido, resulta pertinente preguntarse en torno a cules fueron, segn la historiografa actual, los dispositivos de legitimacin desarrollados por este nuevo rgimen poltico. Marcela Ternavasio responde a la pregunta a partir de lo que denomina "la visibilidad de la deliberacin". Entiende por este concepto una serie de dispositivos construidos sobre la base de la publicidad y la deliberacin permanente con el firme convencimiento de que por medio del debate pblico, lejos de generarse incertidumbre y conflicto, se creara un clima propicio para obtener el consenso.7

En relacin con lo expresado por Ternavasio, cabe mencionar que a lo largo de la dcada de 1820 se revela un crecimiento de la prensa (como formadora de una incipiente opinin pblica); la publicacin de las listas de los candidatos a diputados de la Sala de Representantes; la reglamentacin de un espacio fsico donde se realizan las elecciones, sumado a los debates abiertos de la Sala de Representantes, los cuales quedan registrados ya que se publican en actas y en la prensa.

Por su parte, Noem Goldman tambin da cuenta de este fenmeno cuando explica que existi una

notable expansin de la prensa durante el llamado periodo de la "feliz experiencia de Buenos Aires" que estuvo estrechamente vinculada al conjunto de reformas liberales, emprendidas por el nuevo grupo dirigente porteo.8

De esta manera, la administracin rivadaviana estimul la emergencia de una opinin pblica como un factor relevante de la nueva vida poltica.

Asimismo, la autora seala que la provincia de Buenos Aires "regul el funcionamiento de sus instituciones por medio de leyes dictadas entre 1821 y 1824 y prcticas no formalizadas que se erigieron en principios constitutivos del nuevo rgimen poltico".9

Por ello, considera central el lugar que ocup la Sala de Representantes en la escena poltica rioplatense. Esta institucin abri la posibilidad de introducir prcticas polticas republicanas ms precisas como considerar al juego poltico dentro del marco de la deliberacin que ejerce un poder colegiado y comprender que este acta como potencial canal en la resolucin de conflictos.

Pero estos avances tuvieron su contracara. La prctica deliberativa no resultaba una manifestacin espontnea de la sociedad civil, sino que era impulsada por el grupo gobernante. La dinmica poltica estaba invertida: los gobernantes eran ms "liberales" que los gobernados. As, pues, no existi una distincin entre los integrantes del espacio pblico naciente y los actores que manejaron el poder de la provincia de Buenos Aires. Al respecto, Goldman seala que el propsito de crear un nuevo espacio pblico separado del Estado

se torn limitado, desde el momento en que fueron los mismos hombres los que participaban de las funciones del gobierno y los que desde los nuevos espacios pblicos se esforzaban por desarrollar un espacio crtico de reflexin.10

Otro mecanismo de legitimacin utilizado puede pensarse en relacin con el problema que plantea Jorge Myers entre la relacin del espacio privado y el espacio pblico. Segn su enfoque "en la etapa rivadaviana se registrara el comienzo de la articulacin de un denso entramado de asociaciones "privadas", cuya accin deba definir un espacio intermedio entre el Estado y la sociedad".11

Estos espacios —manejados por los miembros del grupo rivadaviano— ofrecieron una serie de

recintos idneos en los que se pudiera ensayar la creacin de nuevas formas de sociabilidad que frieran simultneamente compatibles con el ideal moderno del individuo autnomo o privado y con el nuevo espritu republicano.12

Las nuevas asociaciones a las que se refiere Myers fueron la Sociedad Literaria (1822), la Academia de Medicina (1822), el Banco de Descuentos (1822), la Sociedad de Beneficencia (1823), la Junta de Comerciantes y Hacendados (1821), entre otras. Conjuntamente, la administracin rivadaviana no slo necesitaba crear nuevos espacios de sociabilidad, sino tambin plantear la accin de publicistas que brindaran difusin y sustento a las reformas introducidas. En este aspecto, Myers destaca el papel que desempe Ignacio Nez como principal promotor de la propaganda oficial.13

Asimismo, los trabajos de Klaus Gallo contribuyen a pensar ms especficamente los problemas referidos a la recepcin de ideas en esta poca. Este ltimo explica que se tiende a ligar el modelo rivadaviano de gobierno con el liberalismo ingls, sin apuntar especficamente qu tipo de vertiente fue la que entr en juego en el espacio porteo y tuvo injerencia en la accin poltica. Por ello, Gallo distingue dentro del contexto europeo entre Radicals (o utilitaristas) y Whigs (o liberales). Los primeros buscan una rpida apertura de los ideales provenientes de la tradicin republicana, mientras que los segundos preferan que esta se produzca de manera gradual. Segn Gallo, el sector en torno a la figura de Rivadavia se encontraba ms ligado a las ideas utilitaristas o radicales como las de Jeremy Bentham y James Mili. As, pues, demuestra que medidas tales como la ley de sufragio universal de 1821, la reforma eclesistica, y la creacin de la Universidad de Buenos Aires, simbolizan el ideal benthamiano.14

En esta lnea, Beatriz Dvilo demuestra que en el contexto de la cada del orden colonial, el lenguaje de los derechos permiti legitimar la ruptura con la metrpoli. Aos ms tarde, cuando la construccin de un nuevo orden poltico se volvi prioridad —comenta—, ese lenguaje basado en los derechos comenz a evidenciar su incapacidad para expresar la aspiracin de los grupos gobernantes de sentar bases de un proyecto constitucional. Por esto, la autora, explica que "se fue consolidando as un lenguaje de la utilidad que desplaz un ncleo de legitimidad de la accin poltica desde los derechos hacia la eficacia para lograr la mayor felicidad para el mayor nmero".15

As, este lenguaje de la utilidad tambin sirvi como legitimacin de las prcticas polticas introducidas por el grupo rivadaviano.

En suma, ms all de determinar cules fueron los mecanismos de legitimacin empleados por el grupo rivadaviano —la prensa, los nuevos rganos polticos, las asociaciones intermedias, los publicistas, etc.— y de especificar cules de las corrientes de pensamiento tuvieron mayor gravitacin —la Ilustracin, el utilitarismo, la Idologie—, nos parece importante retomar de los aportes anteriores un fenmeno subyacente —no explicitado en toda su dimensin— pero no por ello poco relevante. En particular, me refiero a la importancia de comprender la existencia de un espacio muy intenso de intercambios y circulacin de saberes que tuvo su correlato dentro de un marco especfico atravesado por un terreno poltico orientado por estas concepciones.

 

Poltica y saberes: una aproximacin a partir de la mirada de los actores

"Todos dicen que hay en Buenos Aires una gran inclinacin hacia Francia. Es probable que cierto sector de la poblacin tenga cario a los franceses: sus modales y religin son ms asimilables que los nuestros,"16 As reparaba un viajero ingls la tendencia hacia las preferencias francesas por parte del hombre culto porteo. No obstante, es atinado reflexionar en que si exista una tendencia hacia lo francs en algunos grupos sociales, esta preceda cierta idea de accesibilidad y apertura cultural suficientemente asentada con respecto a los principios y conductas extranjeros.

En principio resulta conveniente indicar que, en la atmsfera intelectual rioplatense, muchos de los autores provenientes de las corrientes ideologicistas o utilitaristas, seguramente fueron incluidos dentro de la corriente ilustrada: a la confusin generada por el problema de la transferencia de un contexto original de produccin a otro receptor, habra que agregarle la difcil diferenciacin terica entre la Ilustracin y la Idologie, por tomar un ejemplo.

Advertir la distancia temporal y conceptual entre Montesquieu y Tracy en Ro de la Plata resultaba una operacin delicada.17 No obstante, como precisaremos ms adelante, gracias a la intensa circulacin de estos saberes a travs de enseanza universitaria y los manuales utilizados en las ctedras de ciertos profesores ligados al proyecto rivadaviano —tales como Juan Crisstomo Lafinur, Juan Manuel Fernndez de Agero, Diego Alcorta, Pedro Somellera, Pedro Jos Agrelo, Felipe Senillosa, entre otros—, es muy probable que adems de los integrantes del gobierno, otros sectores letrados hayan captado sus diferencias.18 Tambin existen diversos registros y referencias en peridicos de la poca, tales como El Centinela (1822), La Abeja Argentina (1822-1823), El Argos de Buenos Aires y Avisador Mercantil (1824) y El Correo Poltico y Mercantil de las Provincias Unidas del Ro de la Plata (1827).

A su vez, vale indicar que esta apertura cultural estuvo tambin vinculada con los cambios en la produccin y consumo porteos. A partir de 1820, la provincia experiment una expansin econmica producto de convertirse en proveedora de cueros para el mercado ultramarino. Esta situacin gener la necesidad de ampliar la frontera ganadera de la provincia. La estancia como unidad productiva se lig a la aparicin de un sector social relativamente nuevo, los hacendados.

Este despegue econmico de los primeros aos de la dcada de 1820 contribuy a generar un espacio ms intenso en el intercambio de bienes materiales y culturales que la revolucin y la guerra haban afectado.19 Al respecto, seala Alejandro Parada que dentro del comercio ultramarino, la importacin de libros europeos cont con un incremento notable, aunque luego quedar restringido por los efectos de la guerra contra el Brasil.20Este aumento del comercio libresco fue un proceso paralelo a la necesidad del grupo rivadaviano de consumir productos culturales —especialmente libros— para conocer nuevas concepciones a fin de aplicarlas a la reconstruccin de la cultura poltica preexistente.

A la circulacin de saberes a travs de la venta de libros, las clases universitarias y las notas periodsticas, debe sumarse la producida mediante los vnculos interpersonales, los viajes y las comunicaciones informales. Incluir estos dispositivos, ayuda a establecer los motivos que intensificaron este proceso de recepcin. Al respecto, Klaus Gallo indica que

fue especialmente a partir de su encuentro con Bentham y Tracy, que Rivadavia comenzara a trazar los principales lineamientos del modelo de gobierno y sociedad republicana que intentara poner en marcha al regresar a la poltica portea.21

En esa oportunidad, se conform una serie de contactos y redes sociales que explican la existencia de un intercambio fluido de ideas, noticias y saberes, reforzada hacia 1824 cuando Rivadavia regrese a Europa. En una de estas misivas, Destutt de Tracy le expresaba a Rivadavia que

Mientras tanto he entregado a este los expresados nmeros y l se ocupa en sacar de ellos todos los materiales preciosos para formar un pequeo escrito que haga conocer a nuestra vieja Europa los buenos ejemplos que usted le da. En verdad, seor, yo estoy encantado y admirado con todo lo que usted me ha remitido. Felicito desde luego a su Pas porque es gobernado por un hombre tal como usted. Sin duda una nacin naciente parte desde bien lejos, pero hasta donde no puede ir cuando tiene una tal gua? Y en el tiempo en que existimos proveer de tantos sarcasmos y ejemplos, en el que todo marcha apresuradamente: as yo no dudo que usted dejara de recoger muy prontamente el fruto de sus cuidados.22

En estas lneas se identifica la utilizacin de vocablos afectivos como admirar, encantar y felicitar. Estos verbos revelan cierto grado de vinculacin interpersonal que se agudiza cuando se manifiesta un diseo sostenido del rumbo poltico. Asimismo, las palabras del idelogo francs reflejan la posibilidad de pensar estas regiones de frontera como un globo de ensayos polticos.

Cabe recordar que la ideologa fue una corriente de filosofa francesa de fines del siglo XVIII, de unos hombres que se llamaban a s mismos idologistes. El trmino deriva de la voz idologie —la ciencia de las ideas— atribuido a Destutt de Tracy.23 Este movimiento abarca un conjunto de pensadores muy diversos tales como Condorcet, Condillac, Siyes, Daunnou, Volney, de Tracy, Cabanis, o la Romiguire, entre otros. Una vez desatada la revolucin, participaron activamente en la reconstruccin de la nueva vida poltica. Adhirieron al sistema republicano de gobierno, si bien se distanciaron de los jacobinos, durante la poca de la Convencin, por sus excesos polticos, inclinndose a favor del grupo girondino.

La poca de mayor protagonismo del grupo se produjo con el advenimiento del Directorio (1795-1799). Los idelogos defendieron las iniciativas de reducir la influencia de la Iglesia tanto en la poltica como en la educacin.24 Sin embargo, el panorama a su favor se perdi tras el golpe del 18 Brumario y la instalacin del Consulado. La presencia de Napolen y su posterior proyeccin como emperador de los franceses, en 1804, abrir una fractura en el grupo. Ante la reconciliacin del catolicismo como religin oficial del estado francs con la firma del Concordato de 1802, los idelogos comenzaron a ser tratados como furiosos anticatlicos y fueron acusados de destruir la moral del hombre.25 En 1812 Napolen decidi prohibir la enseanza de laIdeologa en el Instituto de Francia por las crticas a su gobierno centradas sobre todo en el alejamiento de los ideales republicanos y de los principios fundantes de la revolucin.26 Finalmente, en tiempos de la Restauracin (1815-1830), la Idologie perder en Francia los espacios de influencia. All, el horizonte intelectual se abrira a otras formas de pensamiento que reaccionaban ante las ideas revolucionarias iluministas-anticlericales, y el concepto republicano de gobierno.

De esta manera, no es casual que ante el retorno del absolutismo monrquico, la Europa de la restauracin diera la espalda a las corrientes republicanas y liberales, la regin de Ro de la Plata se ofreciera como un lugar abierto y frtil para experimentar sus concepciones. Quiz este asunto se observe de manera ms explcita en las consideraciones del abad Dominique de Pradt cuando afirmaba que:

Aqu nadie piensa en Amrica; slo yo me ocupo. No lleven a su pas prncipes europeos, los engaaran, como nos han ya engaado: en Europa todo lo notable se hace republicano; todos los gobiernos reales han cado vencidos y desheredados. Mantngase republicanos, unidos, y fuertes por la unin. Djennos con nuestras discordias y pequeeces [...] Si fuera ms jovn, volara hasta all. Antes de cerrar los ojos a la luz ira a ver esa noble ciudad de Buenos Aires.27

Este fragmento epistolar reflexiona sobre una problemtica fundamental. Parece percibirse cierta idea de que al no existir una dinasta monrquica originaria en Amrica, a diferencia de Europa, es ms viable educar a los pueblos bajo el sistema republicano. As, estos ensayos polticos resultaban ser realidades factibles en tierras americanas. En esta lnea, Dufresne Saint Leon, adems de felicitar a Rivadavia por las reformas emprendidas, le indicaba que deba contentarse por la falta de nobleza y la escasa poblacin en los siguientes trminos:

En fin seor, sois dueo de un terreno libre, donde no tenis ms que construir, mientras que nosotros, debemos todava sostener una lucha que durar mucho tiempo contra la aristocracia hereditaria que muestra ms vigor para defender sus honores puramente nominales, al menos en Francia, que para defender las propiedades y privilegios reales. Vuestra situacin es pues, mucho mejor que la nuestra. Lo que debis lamentar menos es la pobreza relativa de la poblacin, que ser largo tiempo vuestra tranquilidad, mientras que en nuestro pas nuestra poblacin excesiva, al menos en las ciudades, est en un fuerte estado febril, por la superabundancia de hombres que no encuentran tierras para cultivarlas, ni lugar para las industrias.28

En la perspectiva de estos pensadores franceses parece predominar la consideracin de que en una sociedad como la portea era ms "fcil" aplicar el sistema republicano de gobierno. Segn Dufresne Saint Leon, el grupo rivadaviano era poseedor de un camino libre. Los obstculos producidos por la presencia de una nobleza local y la cuestin de una creciente densidad poblacional que potencialmente podra ocasionar problemas de gobernabilidad estaban ausentes en la escena portea.

 

La difusin de los saberes ideologicistas en la universidad de Buenos Aires

Teniendo en cuenta que la coyuntura era favorable, los idelogos franceses observaron con atencin cmo sus saberes se aplicaban en Buenos Aires con el fin de poner a prueba en otras latitudes la eficacia del sistema republicano que defendan y poder contar con modelos o ejemplos polticos como opciones viables para contrastarlos con los de su propio contexto. En cambio, para el grupo rivadaviano la introduccin de las nuevas ideas permita reencauzar y legitimar un orden poltico —tras la cada del sistema directorial y "la anarqua de 1820"— y obtener fundamentos en pos de derrumbar los resabios de la herencia colonial.

Ahora bien, qu planteamientos centrales fueron los que se recibieron de los autores franceses y en qu contexto especfico estos se escribieron? Resulta sugerente tener en cuenta la consideracin realizada por Tracy en torno a la introduccin de su Ideologa como materia preparatoria en la universidad de Buenos Aires.29 Este expresaba que "es una bella institucin la de una ctedra de Economa poltica y otra de Ideologa. En cuanto a esta ltima yo me considero feliz, si mi obra puede ser de alguna utilidad."30

El 19 de junio de 1821 Rivadavia fue nombrado prefecto del Departamento de Estudios Preparatorios y desde ese lugar prepar el camino para la institucionalizacin de la ctedra. Sin embargo, recin cuando dej ese cargo para ocupar el Ministerio de Gobierno, durante la gestin de Martn Rodrguez, el 19 de julio de ese mismo ao, pudo concretar su intencin. El 9 de agosto firm, junto al gobernador, el edicto de creacin de la Universidad de Buenos Aires. La estructura departamental del nuevo organismo se realiz agrupando distintas instituciones heredadas de la poca colonial aunque se introdujeron modificaciones, entre ellas la inclusin de la ctedra de Ideologa.31 Esta se incorpor como materia obligatoria del plan de estudios preparatorios dictndose en el Colegio de Ciencias Morales, que dependa de la universidad portea.

As, pues, la Universidad de Buenos Aires, en sus inicios, se lig estrechamente al grupo rivadaviano actuando como uno de los principales agentes de difusin de los nuevos saberes. En el caso de los estudios preparatorios, los conocimientos tracianos deban desplazar de la enseanza a la filosofa escolstica, asociada al rgimen absolutista de la poca colonial.

Entre los saberes provenientes de la Idologie, y en especial aquellos de Destutt de Tracy, se difundieron la visin sensualista de las facultades humanas; la subordinacin del pensamiento religioso al conocimiento racional; la racionalizacin de la enseanzas de Jesucristo; la crtica hacia la Iglesia como institucin divina y autoridad de conocimiento; la puesta de una moral racionalista y fisiolgica basada en el principio de la simpata; la limitacin de las prcticas de culto religioso a los fines polticos y, finalmente, la utilizacin de un lenguaje fisiolgico que despersonalizara la doble naturaleza del hombre de la concepcin cristiana-escolstica, y que conformaba, en su reemplazo, una naturaleza humana nivelada al mundo animal por la conexin de rganos e impresiones sensibles, desplazando el estudio del alma y lo sobrenatural de la metafsica.32 Por cierto, estas nociones no slo buscaban justificar la poltica reformista del gobierno sino tambin intentaban modificar la educacin superior y formar un tipo de ciudadano acorde con los valores inherentes al rgimen republicano. Segn un diario oficialista, las nuevas enseanzas generaron un salto cualitativo: "No han corrido muchos das, que hemos presenciado los exmenes de filosofa; y ellos son un testimonio convincente del total cambio, que ha experimentado nuestro antiguo sistema de educacin."33

Sin embargo, ms all de la repercusin dentro del mbito acadmico, la Idologie no encontr una aceptacin ms amplia. Las palabras de El Centinela lo expresaban de la siguiente manera:

Estas ideas que desplegaron en los jvenes son las que un seor diputado en una de las sesiones sobre la reforma eclesistica llam doctrinas peligrosas, pero que indudablemente no tienen nada de tales, sino el ser opuestas a la base elemental de la educacin vieja.34

Tambin, Tracy daba cuentas de las resistencias encontradas respecto a sus ideas cuando comentaba que

con respecto a ciertas ideas que estn indicadas en la obra, aunque yo las vea juntas e importantes, no me admiro que haya dificultad de que prendan en su pas. Esto mismo sucede en todas partes. La supersticin es una enfermedad muy envenenada en la raza humana. 35

Se desglosa que la recepcin de estos saberes no result ser tan directa y transparente como lo planteaba el viajero ingls. Rivadavia le hara llegar la noticia acerca de la dificultad de que la Idologie se asimile en la escena portea a pesar del gusto por lo francs. Al igual que en Francia, en las Provincias Unidas del Ro de la Plata Tracy ubicaba la raz de estos inconvenientes en lo que l llamaba supersticin. A continuacin, expresaba: "Me alegro tambin con saber que usted y l [Valentn Gmez] trabajan en la destruccin de los frailes."36 He aqu para Tracy el foco de la supersticin: los frailes y la religin que personifican la enfermedaddel conjunto social. El pensador francs no exageraba: los saberes ideologicistas encontraron resistencias muy visibles por parte de los sectores tradicionales porteos.

En una carta de Rivadavia, desde el exterior, unos aos despus de su gestin, se sintetiza esta sensacin de exploracin de las nuevas formas gubernamentales, aadiendo, la causa central del fallido intento de su modelo:

Usted me expresa que el mal xito que han tenido hasta el presente, todos los ensayos de gobierno que se han puesto a la prueba, bajo formas republicanas en las nuevas repblicas, ha desesperado en tal grado a esos pueblos, que empiezan a inclinarse y preferir el sistema monrquico: esta es la causa ms funesta y triste prueba de su incapacidad.37

Ahora bien, este terreno flexible, puesto a la prueba, de experimentacin poltica que se abri en 1821 en Buenos Aires termin perdiendo fuerza y sustento poltico entre los distintos sectores sociales, y aun dentro del mismo grupo gobernante. El intento de integrar el entramado poltico-institucional y la incorporacin de las ideas ideologicistas para formar un comportamiento del hombre adecuado a los ideales republicanos se fren, entre otros motivos, por varios factores coyunturales.

La situacin incierta sobre la conclusin de la guerra contra Brasil, la presin de los grupos rurales para la obtencin de cargos pblicos, la oposicin de sectores reacios a los cambios introducidos como el clero y el ejrcito, la reaccin de las provincias ante la Constitucin unitaria de 1826, la ley de presidencia que colocaba a Rivadavia como titular del ejecutivo nacional, entre otras causas, motivaron la cada de la administracin rivadaviana hacia 1827. Junto con ella, por cierto, tambin se desplom el proyecto poltico implementado.

 

Conclusiones

Se ha comprobado que la actividad intelectual se encontr aglomerada en torno a un pequeo grupo letrado que a partir de 1821 logr introducirse en el manejo de las cuestiones pblicas. Al mismo tiempo, el escenario porteo, tras la declaracin de la independencia y las guerras libradas a tal efecto, se encontraba en pleno proceso de reorganizacin de la vida poltica y, en consecuencia, con una dirigencia que se interes en emplear principios y saberes forneos para sustentar un nuevo proyecto de organizacin.

El contexto local que aparece como un espacio propicio para la experimentacin poltica, sumado a la prosperidad econmica, brinda la oportunidad de ensayar distintas opciones de conformacin del sistema poltico. La forma republicana de gobierno se impone y, con esto, se produce una visin del mundo poltico-social opuesta a la sustentada por la monarqua espaola.

El grupo rivadaviano se inclin bsicamente a apropiar una serie de saberes que circularon y que fueron conocidos en la poca para lograr accionar en materia poltica y legitimar dicha transformacin. Asimismo, aplic diversos elementos tericos al campo poltico. Por una cuestin de espacio, nos limitamos a observar cmo fue este proceso a partir de la presencia de la Idologie en su vertiente traciana, pero sucede una situacin anloga si hubiramos sumado al anlisis el proceso de recepcin del utilitarismo a partir de las evidencias conocidas entre Jeremy Bentham y Bernardino Rivadavia.

La introduccin de formas de pensamiento tales como el republicanismo, el utilitarismo y la Idologie a travs de la enseanza superior en la flamante universidad portea buscaba generar aceptacin del modelo social. Todos estos mecanismos posibilitaron la formacin de una cultura "letrada" con mayor afinidad respecto al funcionamiento institucional de un gobierno republicano y representativo. Sin embargo, al no ser una manifestacin espontnea de la sociedad civil, evidentemente este tipo de rgimen no durara mucho tiempo ms. La dinmica poltica se encontraba invertida: los gobernantes eran ms "liberales" que los gobernados, lo que demuestra en parte que este fenmeno trae contradicciones internas que difcilmente hubieran podido preverse en la aceleracin de los tiempos polticos vividos por aquellos actores.

Pero esta transformacin del sistema poltico implicaba a su vez el intento de modificar la cultura en su conjunto a travs de la educacin superior. Es aqu donde la articulacin entre el campo de la accin y el pensamiento cobraba significancia. La modificacin del sistema poltico y la necesidad de introducir y difundir diversas corrientes intelectuales en consonancia indica que el grupo rivadaviano emprendi una reforma de la estructura social con el objetivo de administrar su autoridad mediante dos polos: el poder y el saber. Reacomodar ambos ejes era una tarea imprescindible para lograr modificar y modernizar las prcticas y los imaginarios sociales asociados al absolutismo de la poca colonial.

 

Fuentes consultadas

Archivos

MM Museo Mitre, Buenos Aires.

 

Hemerografa

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Notas

* Agradezco a Lourdes Braa la lectura del manuscrito y su colaboracin.

1 Peire, Taller, 2000; Stefano, Pulpito, 2004, y Chiaramonte, Ilustracin, 2007.

2 Snchez-Meja, Benjamn, 1992; Harris, "Bernardino", 1997, pp. 137-158; Gallo, "Jeremy", 2002, pp. 79-96; Roldn, "Inflexin", 2004, pp. 119-142, y Dvilo, "Derechos", 2007, pp. 73-98.

3 Meglio, "Consolidacin", 2003, pp. 173-189.

4 Halperin, Revolucin, 1972, p. 353.

5 Myers, "Paradojas", 2003, pp. 75-95.

6 Ternavasio, "Reformas", 1998, pp. 161-197.

7 Ternavasio, "Visibilidad", 2003, p. 62.

8 Goldman, "Libertad", 2000, p. 15.

9 Goldman, "Formas", 2003, p. 54.

10 Goldman, "Libertad", 2000, p. 16.

11 Myers, "Revolucin", 1999, p. 113.

12 Ibid.,p. 114.

13 Ibid., p. 116.

14 Gallo, "Bsqueda", 2004, pp. 85-100, y "Jeremy", 2002, pp. 79-96.

15 Dvilo, "Derechos", 2007, p. 75.

16 Annimo, Ingls, 1986, p. 173.

17 La nocin del copyright todava es algo prematura en Europa. Aparece definida a mediados de 1820 y, por lo tanto, existe cierta vaguedad de ia funcin de autor en autores anteriores. Vase Chattier, Libros, 1994, pp. 58-98.

18 Pasquale, "Recepcin", 2011, pp. 63-86.

19 Burgin, Aspectos, 1975; Ferns, Gran Bretaa, 1975; Bag, Plan, 1966, y Halperin, Revolucin, 2000, pp. 170-187.

20 Parada, "Mundo", 1998, p. 12.

21 Gallo, "Bsqueda", 2004, p. 90.

22 Carta de Desttut de Tracy a Bernardino Rivadavia, 18 de noviembre de 1822, Pars, en Museo Mitre (en adelante MM), Coleccin Correspondencia Hombres Pblicos Argentinos, f. 15920.

23 Para Destutt de Tracy la Idologie se defina strictu sensu por ser la science des idees. Vase Tracy,Elements, 1970, p. 5.

24 Head, "Destutt", 1985, p. 27.

25 Ibid, p. 28.

26 Byrnes, "Chateaubriand", 1991, pp. 324-325.

27 Carta de Dominique de Pradt a Bernardino Rivadavia, 5 de diciembre de 1821, Paris, en Picciri-lli, Rivadavia,1943, vol. I, p. 495.

28 Carta de Dufresne Saint Leon a Bernardino Rivadavia, 30 de diciembre de 1821, Pars, en ibid., p. 492.

29 Sobre la sociabilidad estudiantil en la Universidad de Buenos Aires, vase a Gonzlez, Civilidad, 2008, pp. 112-117.

30 Destutt de Tracy a Bernardino Rivadavia, 18 de noviembre de 1822, Pars, en MM, Coleccin Correspondencia Hombres Pblicos Argentinos, f. 15925.

31 La Universidad se organiz en seis departamentos: el de Primeras Letras, el de Estudios Preparatorios, el de Ciencias Exactas, el de Medicina, el de Jurisprudencia y el de Ciencias Sagradas.

32 Estas nociones se encuentran en Juan Manuel Fernndez de Agero, profesor de la ctedra de Ideologa entre 1822 y 1827. Escribi y public en esos aos sus Principios de ideologa, obra que introduce las ideas de Destutt de Tracy. Vase Fernndez, Principios, 1940.

33 La Abeja Argentina, nm. 9, 15 de diciembre de 1822.

34 El Centinela, nm. 21, 15 de diciembre de 1822.

35 Destutt de Tracy a Bernardino Rivadavia, 18 de noviembre de 1822, Pars, en MM, Coleccin Correspondencia Hombres Pblicos Argentinos, f. 15925.

36 Destutt de Tracy a Bernardino Rivadavia, 18 de noviembre de 1822, Pars, en ibid.

37 Carta de Rivadavia, 14 de Marzo de 1830, Pars, en ibid., f. 17403.

 

 

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