ISSN impreso: 0186-0348

ISSN electrónico: 2395-8464

Estado, agro y hogar. Polticas pblicas hacia las mujeres rurales, Buenos Aires (Argentina), 1958-1991

State, Agriculture and Home. Public Policies toward Rural Women, Buenos Aires (Argentina), 1958-1991

Tala Violeta Gutirrez

 INFORMACIN SOBRE LA AUTORA:

Tala Violeta Gutirrez. Doctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata. Profesora Asociada en la Universidad Nacional de Quilmes. Profesora adjunta interina en la Universidad Nacional de La Plata. Investigadora del Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR) de la Universidad Nacional de Quilmes. Autora de artculos en revistas nacionales e internacionales, captulos de libros, libros en coautora y un libro sobre temas de su especialidad. Entre su publicaciones destacan: Education, agro y sociedad. Polticas educativas agrarias en la regin pampeana, 1897-1955, UNQ, 2007; "Infancia desvalida y ruralismo. Proyectos de educacin agrcola para la juventud, Argentina, primera mitad del siglo XX" en Lourdes Alvarado y R. Ros Ziga (coords.), Grupos marginados de la educacin, siglos XIX y XX, Centro de Estudios sobre la Universidad-UNAM, Mxico, 2011, pp. 255-281.

ABOUT THE AUTHOR:

Tala Violeta Gutirrez. Ph. D. in History from the Universidad Nacional de la Plata. Associate Professor at the Universidad Nacional de Quilmes. Acting Assistant Professor at the Universidad Nacional de La Plata. Researcher at the Centro de Estudios de la Argentina Rural (CEAR) of the Universidad Nacional de Quilmes. Author of articles in national and international journals, book chapters, co-authored books and a book on her areas of expertise. Major publications includeEducacin, agro y sociedad. Polticas educativas agrarias en la regin pampeana, 1897-1955, UNQ, 2007; "Infancia desvalida y ruralismo. Proyectos de educacin agrcola para la juventud, Argentina, primera mitad del siglo XX" in Lourdes Alvarado and R. Ros Ziga (coords.), Grupos marginados de la educacin, siglos XIX y XX, Centro de Estudios sobre la Universidad-UNAM, Mexico, 2011, pp. 255-281.

Fecha de recepcin: marzo de 2012; Fecha de aceptacin: septiembre de 2012.

Resumen

La finalidad de este trabajo es analizar, con perspectiva histrica, las polticas dirigidas a las mujeres rurales en la regin pampeana de Argentina —en el territorio de la provincia de Buenos Aires— entre fines de los aos cincuenta e inicios de la dcada de 1990, desde el proyecto desarrollista al auge del neoliberalismo. Las iniciativas dirigidas a elevar el nivel de vida de la familia, pero fundamentalmente a fomentar su arraigo en el campo, se centraron en las mujeres y jvenes a travs del extensionismo rural, desde nuevas reparticiones como el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria o en el mbito del Ministerio de Asuntos Agrarios. Las caractersticas y objetivos de los programas "Hogar Rural" o los "Centros Hogar Agrcola", los cambios y continuidades con iniciativas previas, son aspectos a analizar, en un contexto de urbanizacin creciente y cambios productivos y sociales en la provincia de Buenos Aires.

Palabras clave: Polticas pblicas; agro; hogar; mujeres; Buenos Aires.

Abstract

The purpose of the paper is to use a historical perspective to analyze policies targeting rural women in the Pampas region of Argentina, in the territory of the province of Buenos Aires, between the late 1950s and early 1990s, from the development project the rise of neoliberalism. The initiatives designed to raise families' standard of living, but above all, to encourage them to remain in the countryside, focused on women and girls through Rural Extensionism from new departments such as the Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria and the Ministry of Agrarian Affairs. The characteristics and objectives of the "Rural Home" programs or the "Farm Household Centers", changes and continuities with previous initiatives are some of the aspects analyzed in a context of growing urbanization and productive and social changes in the province of Buenos Aires.

Key words: Public policy; agriculture; household; women; Buenos Aires.

Introduccin

La Repblica Argentina ha vivido durante el siglo XX un proceso de urbanizacin creciente, intensificado en la segunda mitad de la centuria, que es particularmente visible en la regin pampeana y en especial en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo la produccin (y exportacin) de productos agropecuarios continu ocupando un lugar fundamental en la economa bonaerense y de la nacin en su conjunto. Siendo Buenos Aires histricamente la provincia de mayor peso socioeconmico y demogrfico, muchas de las polticas pblicas hacia el agro han tenido como escenario su territorio. En ese contexto se han proyectado y aplicado diversas polticas dirigidas a las familias asentadas en el campo y dedicadas a la produccin agraria, as como —ms recientemente— a las ubicadas en mbitos periurbanos, que han tenido como destinatarios principales a las mujeres y los jvenes.

Las estrategias de capacitacin dirigidas hacia la familia han sido definidas por sus propulsores como "enseanza del hogar agrcola" u "hogar rural", segn las pocas y circunstancias, y han tenido una adscripcin de gnero claramente determinada. Tuvieron su origen a inicios del siglo XX, en plena etapa de expansin agroexportadora, por iniciativa del cuerpo de ingenieros agrnomos de formacin reciente en el pas, esa "elite en el sentido agrario" —como gustaban definirse— egresados de las universidades de La Plata y Buenos Aires.1Aun cuando los sujetos sociales apelados —mujeres radicadas en el campo y maestras a las que haba que especializar en esa enseanza— lo eran en principio en relacin con el conjunto de la nacin, la regin pampeana acapar pronto una buena parte de las iniciativas. Esto debido a su importancia como proveedora de cereales y carne al mercado internacional, pero tambin por el fuerte impacto migratorio, que urga a las elites dirigentes a integrar y homogeneizar esa poblacin. Los modelos belga y francs, con sus ecles menagers,eran la gua para quienes, desde el Ministerio de Agricultura de la nacin, y reparticiones provinciales semejantes, encararon polticas hacia la mujer rural. Estas se concretaron en cursos temporarios del hogar agrcola, institutos con esa orientacin (Escuela Ramn Santamarina de Tandil 1915-1917, Instituto "Toms Amadeo" de Bolvar desde 1948 hasta 1972, Escuela superior femenina "Eva Pern" —provincial— de Tandil, 1955, todas en Buenos Aires), presentaciones en congresos y creacin de una seccin especfica en el Ministerio desde los aos cuarenta.2

En 1956 se produjo una importante novedad en cuanto a la poltica agropecuaria nacional, se cre el inta (Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria) con la misin de experimentacin, informacin y difusin de investigaciones sobre temas agropecuarios y extensionismo rural. A la vez el Ministerio respectivo fue reemplazado por la Secretara de Estado de Agricultura y Ganadera de la Nacin (SEAG). El extensionismo —cuyos destinatarios principales eran el productor directo y su familia— pas entonces a depender de estas reparticiones y cobr nuevo vigor. En la jurisdiccin provincial era el Ministerio de Asuntos Agrarios, surgido a partir de la reforma constitucional de 1949 (aunque sufri a lo largo de su historia varias modificaciones), el encargado de esos asuntos, sin llegar a tener la relevancia del INTA.

Es en ese contexto que el presente artculo se propone analizar las polticas pblicas hacia la mujer rural aplicadas en el territorio de la provincia de Buenos Aires, sus caractersticas y objetivos, e indagar si los responsables de estas iniciativas de las ltimas dcadas se reconocen herederos de sus predecesores y en qu medida. Pensamos que aunque no siempre se reconoca un encadenamiento con iniciativas anteriores, en muchos casos se reproducan algunas de las proposiciones, aunque cuantitativamente el alcance de los programas era mayor. Los lmites temporales propuestos lo han sido en virtud de un necesario recorte de la investigacin, tomando como punto de partida el momento en que comenz a concretar sus actividades la Seccin Hogar Rural del INTA en 1958, en plena etapa desarrollista, hasta inicios de la dcada de 1990 en que cobraron protagonismo las polticas neoliberales y esos programas se diluyeron, reemplazados por otras iniciativas con caractersticas diferentes.

Tambin desde reparticiones provinciales se encararon acciones desde fines de los aos cincuenta, sobre una tradicin anterior de cursos temporarios, cuando en la provincia de Buenos Aires se crearon en 1958 los "Centros permanentes del hogar agrcola". Conservaron en este caso la denominacin tradicional de "hogar agrcola", es decir, la habitualmente utilizada desde inicios del siglo XX, aun cuando en este caso varan las destinatarias al menos en tanto que no necesariamente tenan que ver con hogares dependientes de la tarea agrcola.

Cabe destacar que si bien las mujeres como actores sociales, as como su papel en la familia y en la sociedad argentinas han concitado profusamente el inters de los cientficos sociales (Dora Barrancos, Hilda Sbato, Gil Lozano, Pita e Ini, entre quienes han realizado trabajos de sntesis) estos contienen poca referencia a las de residencia rural. Desde el punto de vista histrico, su situacin ha sido menos analizada que la de las mujeres urbanas, aunque algunos estudios recientes tratan el tema para diversos periodos y regiones, incluyendo la accin de grupos urbanos sobre los rurales.3 Sin embargo las cuestiones de gnero y laborales que afectan a las mujeres asentadas en el campo en la actualidad han sido analizadas con ms frecuencia: Foti, Biaggi, Carnevari y Tasso en estudios con base estadstica, nos permiten advertir cambios y continuidades del papel femenino en las explotaciones para todo el pas. Stolen por su parte analiza las relaciones de gnero y poder en un estudio de caso ubicado en una zona en particular, el norte de Santa Fe (mbito ya analizado junto con Archetti en la dcada de 1970) considerando las explotaciones agrcolas (chacras) como un sistema de gnero.4

Este trabajo, por su parte, no pretende avanzar en una historia de las mujeres rurales bonaerenses, sino simplemente analizar las polticas estatales que les estuvieron destinadas en el periodo propuesto. Un anlisis general, centrado en las acciones extensionistas hacia el "hogar rural" emprendidas por el INTA, en particular en el territorio de la provincia de Buenos Aires, ser complementado con el estudio de dos casos especficos, que permitirn entender la dinmica y el sentido que los actores sociales concretos dieron a estas iniciativas. Como elemento de comparacin y aportando en el sentido de observar cambios, continuidades y diferentes orientaciones de las polticas estatales, nos referiremos a las iniciativas de la jurisdiccin provincial, los "Centros permanentes del hogar agrcola", y finalmente a la preparacin en dos institutos especializados, cuyo funcionamiento ha tenido una duracin temporal ms limitada.

La metodologa de trabajo para este artculo incluye relevamiento y anlisis de la documentacin (normativas, proyectos, actividades propuestas, folletera, informes) y bibliografa complementada con fuentes orales de actores sociales involucrados para los estudios de caso. Efectivamente, luego de la presentacin general del problema, nos centraremos en las acciones emprendidas en las agencias del INTA de las localidades de Bordenave y Balcarce (Buenos Aires) que ilustran las caractersticas no slo de la propuesta sino el hecho de ser ejemplos de la transformacin que ha sufrido el mundo rural bonaerense.

El estudio en perspectiva histrica permite observar una determinada representacin sobre "la familia rural" y sus respectivos integrantes —las mujeres en particular—, con fuerte arraigo en diversos sectores (incluidos los estatales) desde mucho tiempo atrs, y que ha convivido en etapas recientes con importantes modificaciones, tanto en la estructura agraria pampeana cuanto en la situacin productiva y social.

Buenos Aires: urbanizacin y despoblamiento rural, paradojas de una provincia agropecuaria

Para comprender mejor el contexto en que se han dado las polticas pblicas hacia la familia rural y la mujer llevadas a cabo en el mbito territorial de la provincia de Buenos Aires, es necesaria una breve caracterizacin socioeconmica y demogrfica que nos brinde una visin de una situacin que se revela como heterognea y compleja.

La regin pampeana de Argentina —que abarca amplios territorios ubicados en las provincias de Santa Fe, Entre Ros, Crdoba, La Pampa y Buenos Aires— no presenta un perfil homogneo, sin embargo, la caracterstica en comn es su incorporacin plena al mercado mundial como proveedora de materias primas (fundamentalmente cereales y carnes) desde las ltimas dcadas del siglo XIX. Conserva hasta hoy un peso importante en relacin con el conjunto de la nacin por su poblacin y economa, en un pas que ha revelado una evolucin profundamente desigual de sus diversas regiones.

Si nos centramos en la provincia de Buenos Aires, esta contaba, segn datos del censo nacional de 2001, con 15 500000 habitantes distribuidos de una manera muy desequilibrada: 96.4% en el mbito urbano y slo 3.6% en el medio rural. Sin embargo debemos tener en cuenta que aproximadamente 60% se concentraba en el llamado conurbano bonaerense —formado por los 24 "partidos" que rodean a la Capital Federal, de poblacin casi totalmente urbana—, con aproximadamente 2% de una superficie provincial de 300000 km2.5 Si dejamos de lado esta zona, la poblacin rural remonta a 9-4%, un porcentaje igualmente menor al nacional que era de 10.6% del total.6

Esta situacin que muestran los ltimos censos no es sino la profundizacin de una tendencia que ya vena reflejndose durante una buena parte del siglo XX, en particular desde 1960, y tiene motivaciones muy diversas, en un pas caracterizado de todos modos por una urbanizacin temprana (vase cuadro 1).

La emigracin a las ciudades no siempre se ha producido en situaciones de crisis para el sector agrario, a veces, por el contrario, los ingresos que permitieron en determinado momento adquirir una residencia en los pueblos o ciudades han hecho que muchos productores opten por que su familia se establezca en el medio urbano mientras que quien est a cargo de la explotacin viaja peridicamente. Las mayores oportunidades de educacin para los hijos han sido incentivos importantes para esta toma de decisiones. En 1956 la Federacin Agraria Argentina (FAA) —entidad gremial representante de los pequeos productores con su mayor peso en regin pampeana— corroboraba esta tendencia y atribua a "la necesidad de darle instruccin a los hijos" o mejor asistencia mdica para la familia el que el productor se viera obligado "a residir en la localidad ms cercana al predio".7

Sin embargo, directa o indirectamente una buena parte de la poblacin bonaerense depende de los ingresos generados por el sector agropecuario, y los pueblos y ciudades del interior estn estrechamente vinculados a las actividades rurales, no slo por ser residencia de muchos productores y sus familias sino porque una gran parte de la actividad socioeconmica local est relacionada con la produccin primaria.

Aun sin dejar de destacar a las otras provincias de la regin pampeana, entre las que sobresalen Santa Fe y Crdoba, la provincia de Buenos Aires ha sido histricamente una gran productora de cereales, oleaginosas y carne para exportacin y consumo interno desde fines del siglo XIX, con un peso destacado en relacin con el conjunto de la nacin. Desde las ltimas dcadas los subproductos industriales y el grano de soja se han constituido en el principal rubro de exportacin agropecuaria en nuestro pas, aun sin abandonar otras producciones primarias de zona templada. En ese sentido debemos subrayar que en 2004/2005 Buenos Aires produca 61% de trigo, 31.6 de maz, 59% de girasol, 26.1% de soja y 38% de cabezas de ganado con respecto a la produccin total de la nacin.8

Por otra parte, la estructura agraria se ha modificado en la segunda mitad del siglo XX para toda la regin pampeana, siendo Buenos Aires una de las provincias en que se evidenci esa situacin. En principio para el largo periodo 1914-1969, Barsky afirma que se produjo "un proceso de desconcentracin sin dispersin" de la propiedad de la tierra. Segn el autor las unidades de ms de 5 000 ha perdieron peso (en una provincia que histricamente ha tenido una fuerte concentracin en el siglo XIX), pero no se dio una mayor subdivisin en el nivel inferior sino que aumentaron las propiedades medianas (de entre 100 y 5 000 ha), aunque con diferencias subregionales. La propiedad de la tierra para los medianos productores avanz en esta etapa, teniendo en cuenta adems que hubo un largo periodo de congelamiento de los arrendamientos que, con diversas variantes, perdur entre 1942 y 1967, y tambin varios "planes de transformacin agraria", aunque de escasos efectos prcticos.9

En la etapa ms reciente hubo concentracin de la explotacin de la tierra en Argentina, evidente en el periodo intercensal 1988-2002 (censos agropecuarios), el nmero de explotaciones en todo el pas eran 20% menos en 2002 que en 1988, siendo la diferencia mayor en la regin pampeana (30.2%), mientras que la superficie media tambin creca. En Buenos Aires se redujeron en 32.5% las explotaciones y la superficie promedio subi de 361 ha a 504. Pero hay que tener en cuenta otra circunstancia y es que la concentracin no siempre tiene que ver con la propiedad. Se ha afirmado que las estadsticas no mostraban un gran crecimiento de la superficie explotada por no dueos, aunque s ha sido relevante la presencia de quienes concentran un volumen de produccin importante sin tener la propiedad.10 Propietarios pequeos y medianos que arriendan sus tierras a inversores (va pooles de siembra o fondos de inversin por ejemplo) y se convierten entonces en rentistas residentes en pueblos y ciudades de la provincia, son situaciones frecuentes que han modificado el panorama de muchas subregiones, acentuando el despoblamiento del campo.

Asimismo, al producirse una mayor incorporacin de maquinarias e insumos se prescindi paulatinamente de mucha mano de obra antes necesaria en la explotacin, los niveles de la participacin familiar se modificaron y permitieron una mayor flexibilidad y residencia urbana o urbano-rural del grupo, en particular de mujeres y nios, en una poca caracterizada por el crecimiento productivo en el agro pampeano, que abarc desde mediados de los aos cincuenta hasta 1984.11

Tambin la interpretacin de la ruralidad ha cambiado a lo largo de los ltimos 50 aos. En un intento por comprender la complejidad de relaciones en que se apoyan las transformaciones del agro se afirma que "es necesario generar un proceso de reinterpretacin del espacio rural". Se llega a hablar de "nuevas ruralidades" o de interpretaciones ms elaboradas que ya no estn basadas en una contraposicin tan tajante entre el mundo rural y el urbano.12 La mayor comunicacin entre ambos mbitos, la residencia de los productores fuera del predio, la pluriactividad y los viajes frecuentes a la explotacin no son fenmenos nuevos, pero se han profundizado incluso teniendo en cuenta los avances tecnolgicos en comunicaciones, lo cual desdibuja lmites que antes se perciban como ms precisos, ms all de los criterios censales.

Sin embargo hay que tener en cuenta que los valores agregados ocultan situaciones particulares. En los partidos donde se sitan las localidades elegidas para este estudio como casos a analizar, Balcarce y Bordenave —la primera en el partido del mismo nombre y Bordenave en el partido de Pun—, la situacin ha sido algo diferente a la del conjunto del territorio. En 1980, por ejemplo, cuando la poblacin rural de la provincia era ya solamente de 6.8% del total, en Balcarce era de 25.6% y en Pun —al que pertenece la estacin experimental de Bordenave— era de 49.1 %. Aun disminuyendo estos porcentajes a 16.4 y 38.2% en el censo de 2001, siguen diferencindose netamente de la situacin provincial.13 Cabe destacar que en Pun se ha dado una disminucin de la poblacin absoluta desde el censo de 1970 en adelante.

La situacin es heterognea, ha ido cambiando a lo largo del tiempo, pero aun con dificultades la agricultura familiar ha subsistido en la regin pampeana, incluso en la provincia de Buenos Aires, situacin que ha sido estudiada por diversos especialistas.14 En ese sentido los partidos seleccionados, si bien no han escapado a la situacin general de mayor urbanizacin, justamente se caracterizan por esa supervivencia de la agricultura familiar. Tener en cuenta esta problemtica nos permite comprender mejor la evolucin de las polticas encaradas en torno a la familia y en especial a las mujeres rurales a lo largo del periodo a analizar, que a su vez ha estado ligada no slo a los vaivenes polticos sino a la mayor o menor presencia de la accin del Estado.

"Hogar rural/hogar agrcola"

Las polticas encaradas desde el Estado hacia la mujer rural estuvieron desde principios del siglo XX centradas en un objetivo esencial: lograr un asentamiento estable de la familia en el campo por medio de la accin sobre el sector femenino, favoreciendo la elevacin de su nivel de vida, el logro de un hogar confortable y su participacin en las producciones de granja para consumo familiar o comercial. Las estrategias eran los cursos del "hogar agrcola", la creacin de institutos, y los "clubes" respectivos, aunque su alcance fue cuantitativamente limitado en la primera mitad del siglo. El ingeniero agrnomo y jurista Toms Amadeo fue el primer referente, y su ms consecuente defensor, junto con un grupo de discpulos.

Se supona que la mujer rural deba ser asesorada en un conjunto de tareas, inscritas por supuesto en la tradicional divisin de gnero, en su papel materno y domstico, y ciertos trabajos de la chacra eran consideradas una extensin del deber hogareo de las mujeres de la familia, auxiliadas por los nios ms pequeos. En 1919 un ingeniero agrnomo afirmaba que

no se trata de formar agricultoras cientficas, sino proveerlas de aquellos conocimientos propios y exclusivos del hogar rural: desde el manejo de la aguja, hasta el secreto de una buena labor, sin omitir nociones de higiene, economa domstica y puericultura.15

Los cursos del "hogar agrcola" destinados a hijas y mujeres de los agricultores, por parte de maestras que enviaba el Ministerio de Agricultura —que desde 1946 tuvo una seccin especfica a cargo de la ingeniera Amelia Ponce de Len—, tocaban distintos aspectos de administracin del hogar, industrias derivadas, costura, higiene y puericultura, considerando que de esa manera no slo se realizara una contribucin econmica al hogar sino tambin se podra elevar el nivel de vida y la alimentacin familiar. La Direccin de Agricultura, Ganadera e Industrias de la provincia de Buenos Aires los encar en estrecha colaboracin con el Instituto Autrquico de Colonizacin desde 1941, con un contenido semejante.

Tanto el INTA como el Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense retomaron esa tradicin desde fines de los aos cincuenta, evidenciando ciertas continuidades y cambios evidentes a lo largo del tiempo.

La creacin del inta en 1956 fue la accin ms destacada encarada en la poca para enfrentar el atraso tecnolgico. Con la misin de experimentacin, informacin y difusin de investigaciones sobre temas agropecuarios, responda a las sugerencias de Ral Prebisch desde la cepal en cuanto a la necesidad de crear organismos con el fin de difundir tecnologa. El Instituto surgi en la jurisdiccin nacional, pero en las dos primeras dcadas centr sus actividades en la regin pampeana fundamentalmente, y Buenos Aires recibi una atencin preferencial. Utiliz las estaciones experimentales existentes en el antiguo Ministerio de Agricultura y Ganadera, cre nuevas, capacit personal en el exterior y actu como convertidor de tecnologa para el agro argentino, a la vez que favoreca el extensionismo rural hacia el productor y su familia.16

Si bien no siempre se reconoca —respecto a la labor extensionista hacia la mujer y la familia— la influencia previa y las actividades llevadas a cabo desde dcadas anteriores, se sola tomar como referente al ingeniero Toms Amadeo, para quien la familia rural lograra la "redencin por la mujer". A ella deban estar dirigidos los esfuerzos de capacitacin para lograr la elevacin del nivel de vida de la familia y su arraigo en el campo.17Tambin en la etapa estudiada en este artculo se proclamaba como destinataria en principio la "familia rural" y la comunidad en su conjunto, pero se apelaba especficamente a la mujer, considerada en un papel complementario al del varn, a travs de los clubes Hogar Rural o de los centros permanentes Hogar Agrcola, respectivamente. Se evidencian en este caso aspectos de indudable continuidad, a veces reconocidos, otras soterrados, en momentos en que los organismos internacionales hacan llegar sus recomendaciones sobre desarrollo, incluyendo el papel de la mujer.

En el Instituto Interamericano de Capacitacin Agrcola, durante las dcadas de I960 y 1970, se adverta la preocupacin por incluir a la mujer en los programas de desarrollo, aunque sin utilizar necesariamente una perspectiva de gnero. Las mujeres eran entendidas principalmente como madres o esposas, y colaborando con el hombre en el desarrollo de la comunidad.18 En esos contextos es que debemos incluir los programas para la mujer rural en la Argentina de las dcadas posteriores a 1950, teniendo en cuenta que las asesoras que los llevaban a cabo eran formadas en esas ideas.

Los clubes Hogar Rural del INTA eran actividades propias del extensionismo rural, y, si bien respondan a una normativa e indicaciones precisas para su funcionamiento, se organizaban con base en la participacin de sus miembros en actividades conjuntas, con cierta libertad, sin una sede especfica y convocando a la mujer asentada en las explotaciones agropecuarias. Por otra parte, los centros permanentes del Hogar Agrcola instalados por la provincia de Buenos Aires tenan caractersticas diferentes. Basados en convenios con las municipalidades se perfilaban como una enseanza no formal para la mujer, centrada en la actividad manual y por medio de cursos pero en sedes fijas, ubicadas generalmente en los pueblos rurales, aunque tambin en cabezas de partido y adquirieron relieves ms urbanos.

Un aspecto ligado a la preparacin del personal necesario para la misin que se le atribua a la mujer en los organismos tcnicos, eran los institutos femeninos de hogar agrcola, y a ellos dedicaremos los ltimos prrafos, pues la preparacin que brindaban —en la primera parte de la etapa estudiada— se centraba en la preparacin de las extensionistas para el hogar. En fin, a travs del estudio de estas iniciativas se vislumbrarn diversos aspectos de la poltica estatal hacia las mujeres rurales, cuyo ms caracterstico exponente fueron las acciones hacia el "hogar rural".

Los clubes Hogar Rural del INTA

Los clubes Hogar Rural formaban parte de un concepto del extensionismo que se diriga a la "familia como una unidad" y acompaaron a las actividades del INTA desde sus inicios hasta fines de la dcada de 1980. Para quienes propiciaban la labor extensionista a comienzos de los aos sesenta no haba divisin tajante entre el trabajo hogareo y el productivo, ya que pensaban que

la chacra es un micromundo, donde la vida de relacin entre el medio econmico y el hogar no tiene solucin de continuidad, y, como consecuencia, nunca se puede aislar y considerar un solo aspecto sin causar un desequilibrio en la unidad social campesina.19

Las estaciones experimentales incluan un equipo en que el agrnomo y la extensionista deban trabajar en conjunto, sin embargo, mientras el agrnomo se reuna con los hombres para brindarles asesoramiento tcnico o alguna charla al respecto, la extensionista lo haca aparte con las mujeres, generalmente tratando cuestiones de economa domstica o cocina.

En efecto, en la distribucin de tareas se perciba una adscripcin de gnero, incluso las autoridades del INTA eran hombres. Asimismo, los ingenieros agrnomos, los veterinarios y los tcnicos de las estaciones experimentales dedicados a las funciones relacionadas con la generacin y difusin tecnolgica lo eran en abrumadora mayora, y solo la Direccin Hogar Rural estaba a cargo de una mujer —durante muchos aos fue la ingeniera agrnoma Enriqueta P. de Vicin—, mientras que las extensionistas relacionadas con el tema tambin lo eran.

La formacin bsica requerida para la tarea era el magisterio, y en un alto porcentaje las asesoras de los clubes Hogar Rural en cada estacin tenan ttulo de maestras normales.20 Luego otras profesionales se incorporaron al organismo, entre ellas principalmente las profesoras y asistentes del "hogar agrcola", como fruto de la nueva preparacin emprendida en el instituto de la especialidad, ubicado en la localidad de Bolvar (Buenos Aires), aunque tambin trabajadoras sociales, licenciadas en educacin y ciencias polticas, entre otras.21 La tarea emprendida tena muchas aristas docentes, y se realizaba con base en directivas emanadas centralmente, de manera ms o menos imperativa segn los periodos, y con fuerte influencia de agencias internacionales, en particular el IICA. Las asesoras Hogar Rural solan realizar viajes de perfeccionamiento al centro en Costa Rica o a la central de San Ramn en Uruguay.

En ese contexto, los objetivos, actividades y propuestas de los clubes Hogar Rural, y el impacto que tuvieron los cambios polticos y socioeconmicos son algunos de los interrogantes a responder en el marco de la situacin socioeconmica de la provincia de Buenos Aires.

Segn defina el mismo INTA, el "club Hogar Rural" era "un grupo de mujeres rurales que se renen una o dos veces al mes. Aprenden a pensar, planear y orientar las actividades del hogar segn un plan de trabajo: aprender haciendo. Desarrollan trabajos para tener un hogar alegre y feliz". Entre sus propsitos se destacaban los de perfeccionar las tareas del hogar, capacitarse tcnicamente en los trabajos rurales, fomentar vocacin por la vida en el campo, ayudar a solucionar problemas de la comunidad, ensear a producir, consumir y conservar en la propia chacra, auspiciar reuniones sociales y culturales.22 A partir de los 18 clubes con que se inici el sistema en 1958 —ao de la designacin de las primeras asesoras del INTA— su nmero creci aceleradamente en una docena de aos hasta casi 600, que deban en teora distribuirse en todo el pas pero que en este periodo se ubicaban casi exclusivamente en la regin pampeana (vase cuadro 2).

Desde 1965 hasta los aos setenta el "Programa 34" del INTA enmarc las acciones. Era un proyecto integral, centrado en las "actividades con la familia y la comunidad", creado durante la gestin del secretario de Agricultura y Ganadera Walter Krgler, en el gobierno radical de Arturo Illia (1963-1966). Fue un momento en que hubo un sostenido inters por la educacin y la familia rural, aunque el reordenamiento y actualizacin posteriores se dieron durante los gobiernos de la autodenominada revolucin argentina (1966-1973).23

El Programa englobaba y comprenda los diversos planes relacionados con la extensin hacia la familia, centrados en actividades como avicultura, granja, saneamiento bsico rural y vivienda. La capacitacin de los asesores, la participacin de padres e instituciones en el trabajo con las juventudes, educacin para la salud, nutricin, administracin del hogar, vestuario, actividades tcnico-agropecuarias que no estuvieran incluidas en otros planes, eran aspectos a tratar en las actividades de extensin e investigacin con jvenes y Hogar Rural.24 Las mujeres y los jvenes eran considerados los sujetos sociales a travs de los cuales se lograra el arraigo rural, dentro de una explotacin ms racional, y los clubes femeninos eran acompaados y a veces precedidos por los clubes juveniles 4A. En sntesis, el Programa 34 dirigi las acciones hacia estos sujetos sociales, muchas de las cuales ya se haban iniciado anteriormente, el programa los agrupaba por razones de afinidad, no necesariamente creando planes nuevos, y era el marco en que actuaban las "asesoras para el Hogar Rural".

Ya para 1971 se defina a la extensin como una "filosofa de vida", y sus principios eran considerar a "la persona humana como valor supremo", al hogar como "grupo fundamental en una civilizacin", a la familia como la "primera institucin educativa" y a "la asociacin del hombre y la tierra" como "base de cualquier civilizacin permanente". En consonancia con esas premisas se afirmaba que el objetivo era el "desarrollo integral del ser humano", considerando a la mujer como gua, sostn, copartcipe de la explotacin agraria, fuente inagotable de energa que se renueva constantemente y se revive a travs de los hijos.25 Estas afirmaciones, que reforzaban una visin tradicional de la familia y la funcin productiva/reproductiva de la mujer dentro de ella, enmarcaban las acciones extensionistas del INTA en la poca, y la seccin Hogar Rural era el mbito designado para llevarlas a cabo. Los fundamentos del programa mencionado podran haber sin duda formado parte de las propuestas de "redencin por la mujer" de Toms Amadeo, ms all del tiempo transcurrido, evidenciando los elementos de continuidad presentes en la propuesta.

En 1970 se cre la Asociacin Argentina de Clubes Hogar Rural (en 1978 cambi levemente su nombre, a Asociacin Argentina Hogar Rural, AAHR), como sociedad civil con personera jurdica. Esta concentraba los clubes que funcionaban bajo los auspicios del INTA, que provea los cargos de vicepresidenta y secretaria, y el apoyo logstico necesario. El fin era promover la realizacin de proyectos, jornadas e intercambio de mujeres dentro del pas y fuera del mismo.26 Es decir, el INTA, mediante esta iniciativa, "descentralizaba" en cierto modo sus actividades volcando fuera de la jurisdiccin estatal la organizacin y promocin de una porcin de las mismas (se desligaba de parte de su responsabilidad trasladndola a la sociedad civil), aunque quedaba con el control ltimo a travs de la designacin de las autoridades de la asociacin. De all en ms las jornadas anuales de Hogar Rural se realizaran en conjunto entre el INTA y la AAHR, llevadas a cabo desde 1979 al menos hasta 1991 con buena repercusin y con presencia de mujeres de todo el pas.

Para 1991 la Asociacin Argentina Hogar Rural afirmaba que agrupaba a 10 000 familias, aunque la cifra es aproximada y redondeada y no conocemos la cantidad exacta de las socias de los clubes que an sobrevivan. En el congreso de ese ao se afirmaba la participacin de 1 000 mujeres de distintas partes del pas.27 Pero en ese momento la situacin estaba cambiando para el INTA y para Argentina; desde la agencia estatal se le priv de apoyo a la Asociacin en pocas de aplicacin de las polticas neoliberales y auge de los agronegocios que intensificaron en Buenos Aires el xodo rural.

Las temticas tratadas en esos encuentros reflejaban el cambio a escala conceptual y poltica ocurrido a lo largo del tiempo, marcado principalmente por la inclusin de la cuestin de la familia en la democracia en 1984. Asimismo se evidencia el retorno a un concepto participativo de la extensin hacia la familia y la mujer, que se haba perdido durante los aos del ltimo gobierno militar (1976-1983), y sobresale la inclusin de los temas de desarrollo comunitario (vase cuadro 3).

Se ha afirmado que desde mediados de los ochenta prevaleci un "proceso de planificacin basado en la generacin de proyectos de extensin", aunque con una perspectiva "transferencista" parecida a la etapa anterior. Aun as existieron enfoques alternativos cuyo sustento era la estrategia de "investigacin participativa" en las comunidades sobre las que se llevaran a cabo las acciones. Luego, ya a partir de 1990 se produjo la descentralizacin, por la que los servicios de extensin pasaron a depender exclusivamente de los centros regionales. Se establecieron los programas nacionales e interinstitucionales que incorporaron estrategias pblico-privadas en el INTA en el contexto neoliberal, con un Estado en retraccin.28

El programa Hogar Rural del INTA desapareci a inicios de la dcada de 1990 (no as AAHR, pero qued privada de apoyo estatal) y se crearon otros programas, Cambio Rural, el Programa Federal de Reconversin Productiva para la Pequea y Mediana Empresa Agropecuaria, y —ms ligado al tema que nos interesa— el programa Prohuerta. Este tiene un carcter distinto al de Hogar Rural, ya que es destinado a familias marginales de los pueblos y ciudades para realizar actividades de cultivo para alimentacin o pequeos emprendimientos.

Segn el mismo INTA el Prohuerta est destinado a

poblacin en situacin de vulnerabilidad social, atendiendo familias urbanas y rurales situadas bajo la denominada "lnea de pobreza"; donde quedan comprendidas situaciones de pobreza estructural, as como sectores pauperizados por cada de sus ingresos o por desocupacin.

Se afirma que se tiende a un proceso educativo de "construccin conjunta del conocimiento", y, segn la reparticin, las estrategias son participativas.29 Pobreza, pauperizacin, poblaciones vulnerables, son conceptos que acompaan al Prohuerta, circunstancias que frecuentemente se derivan del embate del mismo Estado neoliberal que crea programas como el mencionado. Sin embargo, las situaciones son diversas, y en los casos en que las antiguas asesoras de Hogar Rural han permanecido en el inta, pero encargadas ahora de Prohuerta, se le ha dado a este programa un tinte particular y de cierta continuidad. Del personal de Hogar Rural ubicado en la provincia de Buenos Aires slo restaban en 2010 cinco o seis extensionistas, que haban pasado a desempearse en Prohuerta. Estas asesoras han "reconvertido" su accionar, con diversas estrategias, dentro de las estaciones experimentales de las que dependan.

Ms que un programa de extensin, una accin hada la comunidad a travs de las mujeres: dos casos del programa Hogar Rural

Los casos de la EEA Bordenave y la eea Balcarce en la provincia de Buenos Aires nos muestran dos maneras de encarar el programa Hogar Rural y su reemplazo por otras formas de extensionismo, signadas en gran parte por la perduracin del personal a cargo durante un extenso periodo de tiempo, unos 40 aos. El estudio de estos casos nos remite a ciertas actividades y caractersticas propias de Hogar Rural comunes a las diversas eea y a la vez a resaltar especificidades que suelen resultar de la accin de los sujetos sociales concretos y la situacin particular de cada zona. El planeamiento de las actividades, promocin de las mismas, con una divisin de gnero muy marcada, utilizacin de locales escolares o casas para las reuniones del club, incentivo a la sociabilidad y emprendimientos hacia la comunidad fueron elementos en comn que derivaron de las experiencias concretas analizadas.

En esta seccin del artculo, adems de trabajar con base en la documentacin escrita existente, se recurrir a la metodologa de la historia oral, con base en entrevistas no estructuradas, realizadas a protagonistas de las experiencias analizadas: las encargadas del Programa Hogar Rural de la estacin de Bordenave y de la estacin Balcarce, y a ex integrantes de los clubes Hogar Rural de esas localidades, esposas de productores o productoras ellas mismas, algunas de las cuales hoy ya no residen en la explotacin, pero s en la etapa estudiada.30

La estacin experimental de Bordenave, al suroeste de la provincia de Buenos Aires, est ubicada en una zona de pampa seca, semirida, con tierras relativamente pobres y familias de propietarios medianos. Fue fundada por los ingleses como estacin experimental del Ferrocarril del Sud, y luego pas a depender del Ministerio de Agricultura de la nacin.31 Cuando el inta comenz su accionar en 1957 incorpor la eea, y dentro de su clsica estructura que combinaba experimentacin y extensin, surgi el grupo Hogar Rural. A mediados de la dcada de los sesenta ingres a cargo de estas actividades una maestra (luego tambin asistente social) proveniente de Chaco, que conserv el cargo de asesora por espacio de 40 aos.32

Los clubes Hogar Rural dependientes de la eea Bordenave comenzaron a funcionar entonces con ms regularidad. Las reuniones se realizaban generalmente en casas de familia o en locales de escuelas rurales, y se sola pasar a recoger a las seoras en la camioneta del inta, en parte para colaborar, en parte para asegurarse la asistencia. Las actividades domsticas se alternaban con charlas, proyecciones de pelculas con consejos para el chacarero y la chacarera, discusiones y reuniones de trabajo. Desde el inta se cumplan funciones muy variadas, como acercar informaciones sobre salud, saneamiento —estudios sobre el agua—, primeros auxilios, charlas con mdicos, vacunacin de los nios. Se combinaban temas tcnicos con conversaciones informales, ya que tambien era un momento de sociabilidad muy esperado, especialmente por las mujeres. "Una estaba esperando ese da [de la reunin del club en la escuela mientras los chicos estaban en clase], haba vecinos que no se vean capaz dos o 3 meses." "Gracias al club Hogar Rural, a la actividad que hubo, nos cambi la vida", atestigua una de las ex integrantes de uno de los clubes de Bordenave.33

En este caso la escuela rural se convirti en centro de reuniones y de la actividad del club en una zona en que a partir de la dcada de los setenta fue que la gente comenz a tener ms movilidad, con vehculos propios. Las problemticas a resolver pasaban entonces por la electrificacin rural y la difusin del agua potable. El local escolar no solo era mbito para reuniones, sino que el sistema educativo deba tener representantes en el Consejo Asesor de las eea junto con miembros de instituciones gremiales de los productores.34

La divisin de gnero que guiaba las actividades es atestiguada por la extensionista de Bordenave: "por ejemplo, llegbamos a una reunin al campo y a las seoras nos mandaban a la cocina y los hombres iban para otro lado". Aunque la propuesta era centrarse en "extensin y mejoramiento de la comunidad" y la asesora intent encarar actividades que mejoraran la vida rural, sin someterse tanto al determinante de gnero, la formacin misma de las mujeres las llevaba a proponer actividades atribuidas tradicionalmente al sector femenino, relacionadas con la cocina por ejemplo (esto desemboc en varios recetarios realizados por las seoras de Hogar Rural y difundidos en la zona). "De cualquier manera, era muy difcil sacarlas de lo que ellas queran", era la conclusin a la que se arrib.35

En los aos de 1980 la participacin en el desarrollo comunitario era una de las premisas. La accin del club Hogar Rural no se restringi al medio rural disperso, sino que se centr tambin en el pequeo pueblo de Bordenave (rural, con menos de 2 000 habitantes), y la preocupacin se dirigi a dotarlo de una escuela secundaria cuyo beneficio llegara asimismo a las familias asentadas en el campo. En ese sentido, una vez instalada la escuela —que no era de modalidad agraria— el esfuerzo se dirigi a comprar un transporte escolar rural. El objetivo era otorgar una mayor oportunidad para todos y el mantenimiento de la integracin del ncleo familiar, con residencia en la explotacin. "El tema del colectivo fue importantsimo, nos solucion todo a nosotros, tuvimos las hijas en el campo los seis aos, fue una poca hermosa, no necesitbamos traerlos al pueblo", tal como recuerda una de las ex integrantes del club (que en 2010, cuando se realiz la entrevista, ya resida en la zona urbana de Bordenave). Se sorteaba as por iniciativa del club Hogar Rural uno de los principales motivos de xodo de las familias hacia los pueblos: acompaar a los hijos para lograr continuacin de sus estudios, aunque en forma tarda, pues esto se concret para esta localidad recin en 1980.36

Ya lograda la escuela, el grupo de mujeres se dedic en Bordenave a la creacin de un hogar de ancianos y talleres de diverso tipo. "Capacitbamos colaboradoras para atender los talleres, [...] yo entenda que las cosas vos tens que motivar o promover, realizar y retirarte porque son de la comunidad", atestigua la extensionista.37 Es decir, esta etapa fue prolfica en realizaciones, para las que la asesora del INTA promova el primer impulso, quedando luego a cargo de la comunidad. Aun dentro de los lincamientos de la agencia, se trabajaba con independencia de criterio y adecundose a la situacin local.

A partir de la dcada de 1990 el inters de la reparticin comenz a pasar por la produccin y la empresa familiar, se extinguieron los clubes y comenz el programa Prohuerta. Como en la mayor parte de la regin pampeana, el despoblamiento rural tambin afect a la zona, aunque en menor medida que para el promedio de la provincia, y los testimonios se repiten casi con las mismas palabras: "ramos cualquier cantidad de familias, ahora es una tristeza que no se puede ms"; en relacin con la escuela rural: "esa maestra sola tener 52 chicos, ahora son cuatro".38 El sentido del trabajo de extensin cambi, y si bien se conservaron las relaciones personales establecidas en Hogar Rural, el grupo se dispers, sin continuidad con el Prohuerta, que se encar con otras protagonistas.

La EEA de Balcarce, por su parte, est ubicada en un partido que combina agricultura y ganadera, en el primer caso con produccin de papa como uno de los productos principales, y que contaba con explotaciones familiares que permitieron desarrollar el programa Hogar Rural. En este caso se presentan algunas caractersticas especficas, entre ellas hay aspectos de continuidad entre el programa Hogar Rural y el Prohuerta, aun con sus diferencias.

En cuanto al primero, este era muy activo en los aos sesenta, y a mediados de la dcada ingres como asesora quien habra de permanecer por unos 40 aos. Se conformaron seis clubes en el partido de Balcarce, cada uno de aproximadamente 30 miembros, integrados por mujeres de familias de chacareros pequeos y medianos, propietarios o arrendatarios, y esposas de algunos trabajadores de establecimientos grandes.39

El Programa 34 tuvo aqu tambin su aplicacin, ya que entonces era bastante centralizada la actividad del INTA. Las acciones pasaron por el saneamiento rural (por la mala construccin de los pozos el agua estaba contaminada y se estableci una costumbre preventiva que se conserva hasta la actualidad), la gestin para la instalacin de una escuela, las reuniones que incentivaban la sociabilidad y la capacitacin en pequeas producciones de granja, siguiendo los lincamientos del programa.

Segn la asesora, con la "investigacin participativa [...] la gente logr muchas cosas", entre ellas la escuela secundaria en la localidad rural de San Agustn y los clubes 4 A del INTA.

[...] con los clubes los chicos aprendan a actuar en forma poltica porque tenan su comisin, aprendan a participar [...] fueron despus los primeros dirigentes en el medio rural y muy buenos productores.40

Lo notable, por otra parte, es que tanto aqu como en Bordenave las escuelas medias que se instalaron no fueron de modalidad agraria, y si bien durante los aos juveniles apoyaron la permanencia en la explotacin, luego favorecieron otras opciones laborales o de estudio.

El mbito donde se desarrollaban las actividades poda variar segn las posibilidades. En el pueblo de San Agustn era la iglesia, y luego en un saln, con unas 30 miembros del club para aos setenta-ochenta, "estbamos todas esperando el da que [Nelka] haca las reuniones para venir", en ellas "aprendamos muchas cosas", segn afirman las integrantes.41 La caja cooperativa de semillas era una de las acciones ms apreciadas, las seoras las fraccionaban y luego las vendan a un precio muy bajo, para que los pequeos productores obtuvieran la semilla barata y de calidad.

Ms tarde la misma historia de despoblamiento de los parajes rurales se repiti aqu, aunque hay algunas situaciones diferenciadas. Hay casos de relocalizacin en el mbito rural de parejas jvenes que salen de las grandes ciudades, por la inseguridad o de jubilados (favorecidos por la cercana a la ciudad de Mar del Plata, y la no tan lejana a Buenos Aires, unos 450 km, una situacin completamente diferente a Bordenave, ms lejana).

Cuando en los aos noventa INTA abandon Hogar Rural y se cre Prohuerta, en el caso particular de la eea Balcarce, la extensionista intent adaptar las actividades, logrando incorporar a la mayora de las seoras que participaban del programa Hogar Rural al Prohuerta, junto a nuevas generaciones de residencia ms suburbana, lo que diferencia a esta eea de la de Bordenave.

Las acciones —primero de Hogar Rural y luego de Prohuerta— se difundieron a travs de la radio local y ms tarde en la TV de Balcarce, as se afirma que

cuando se form la radio ac tenamos un espacio [...] para Hogar Rural y en la actualidad tiene que ver con el programa que llevamos adelante, que es el proyecto Prohuerta, por ejemplo el tema de aromticas [cultivo de plantas aromticas para mini emprendimientos] [...], y tambin hay para la TV.42

Los testimonios de las nuevas integrantes de los grupos van mostrando los cambios socioeconmicos que afectaron la regin. Es el caso de una pequea productora, ms joven (alrededor de 45 aos), la cual se ha beneficiado de los "planes sociales" que estableci el gobierno. A las beneficiarias —que trabajan en pequeas explotaciones marginales— el gobierno les da gallinas para producir huevos, y en otros casos terneros, para explotar la leche. La productora nos refiere las posibilidades de emancipacin que derivan de estas actividades43 su evaluacin es diferente a la de las personas de ms edad, que adems vivieron otros momentos y situaciones productivas. Para las mayores el alejamiento de las tareas de huerta es valorado negativamente "estar en el campo y no hacer nada... para eso que se vayan al pueblo, vos ests ac y tens comodidades para hacer huerta y no vas a hacer nada?".44 En ambos casos, sin embargo, las mujeres, merced a la accin de la asesora, siguieron vinculadas al INTA y a sus programas, a pesar de los cambios ocurridos.

As como se ha afirmado respecto al profesional agrnomo o veterinario que "est menos reconocido por su ttulo o su eficiencia que por su capacidad de insertarse en cdigos personales y una vida social local que abarque a toda su persona. Un desempeo eficiente pero distante no estara reconocido."45 Eso ha sido igualmente cierto para las extensionistas, ejemplo de los cuales son los analizados (una de las participantes de un grupo Hogar Rural de Balcarce se refiere a la extensionista con las palabras: "ha sido una madre para nosotras").

De hecho, en el caso de los productores chacareros, la localizacin cada vez ms urbana de la familia a partir de la dcada de I960, profundizada luego, la fue alejando de las tareas directas en el campo, los hijos luego de realizar estudios secundarios generalmente no regresaban a la explotacin familiar. Incluso se ha referido que la permanencia en el medio rural era percibida en algunos crculos como sntoma de atraso cultural y social, por una "baja valoracin del modo de vida chacarero", mientras que la vida urbana, aun en las localidades medianas, conllevara una elevacin del nivel sociocultural.46

Aunque esto no parece ser generalizable para toda la regin pampeana, segn se ha analizado para la "pampa gringa" de Santa Fe.

Tal es el peso de esa herencia [de historias familiares de colonos o chacareros] que seguir llamndose "colonos" o "chacareros" es una divisoria de aguas entre quienes pretenden haber superado esa forma de producir y quienes se aferran a ella y los valores que le asignan.

Es la propiedad de la tierra la que "es portadora de valores extra productivos", asociados al nombre, aunque no produzcan directamente.47

En los casos analizados, ubicados en dos zonas de la provincia de Buenos Aires —que no son centrales desde el punto de vista productivo—, se observa un relativo atraso temporal en relacin con los procesos de urbanizacin sucedidos en otros partidos. Esto como un reflejo tal vez de situaciones muy puntuales, y favorecidos por la accin singular del extensionismo que motorizaba demandas concretas de la comunidad (como el transporte escolar rural que permiti la permanencia de los jovencitos en la explotacin durante ms tiempo). Sin embargo, el resultado final es semejante, la emigracin a los pueblos o ciudades, la explotacin del campo por terceros, y una forma de vida urbanizada para toda la familia, y en particular para las mujeres, aunque tambin cabe mencionar la persistencia de la agricultura familiar en determinados contextos.

Mientras tanto, el INTA va redefiniendo su misin y funciones a la vez que se reorganiza en la primera dcada del siglo XXI como una salida del modelo neoliberal, "buscando asegurar la sustentabilidad y equidad adems de la competitividad". Se acepta la estrategia de investigacin participativa como herramienta48 y en ese marco perviven programas como Prohuerta, Cambio Rural entre otros. El desafo sera lograr crecimiento con inclusin y de alguna manera apostar a esa pervivencia de las explotaciones familiares.

Centros Permanentes del Hogar Agrcola

Como una manera de contrastar con las acciones analizadas, mencionamos una iniciativa del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, los Centros del Hogar Agrcola, creados en 1958.

Ese ao se iniciaba un proyecto moderadamente reformista en el mbito bonaerense, impulsado por el entonces gobernador Oscar Alende (1958-1962). En su "proyecto de reforma agraria" consideraba que "la tierra, el capital y el trabajo no se disocian sino que se integran en la familia rural", y determinaba la necesidad de "implantar toda forma de educacin y de cultura rural" y de "implantar escuelas-hogares e instituir becas para los hijos de trabajadores o productores rurales".49 Ese fue el momento en que se impulsaron los Centros Permanentes del Hogar Agrcola, a la vez que se intentaba renovar la enseanza agraria formal por medio de un nuevo plan de estudios para las escuelas agropecuarias.

Estos centros anudaban cierta relacin con el pasado al reconocer la impronta de Toms Amadeo, reflejada entre otras cosas en la denominacin de los mismos, pero no se haca referencia a experiencias anteriores motorizadas desde el Ministerio de Obras Pblicas provincial (del cual dependa lo relacionado con el agro hasta 1951) en relacin con cursos temporarios del Hogar Agrcola, ni a las actividades promovidas desde la jurisdiccin nacional por el Ministerio de Agricultura y luego por el INTA.

La modalidad era totalmente diferente al programa Hogar Rural, pues se concibieron como centros de capacitacin no formal para las mujeres, pero estables, no eran estrictamente acciones de extensin aunque tampoco eran escuelas. A pesar de su nombre no se situaron en el campo sino en los pueblos de la zona agropecuaria. Implicaban una cogestin entre el gobierno provincial, representado por la Direccin de Enseanza Agraria, y los municipios (u otras entidades de bien pblico, aunque lo corriente eran las municipalidades) a travs de la firma de convenios especficos entre las partes cada vez que se abra un centro. Recin en 1969 la resolucin N 325 del Ministerio de Asuntos Agrarios se ocup de crear un marco normativo uniforme, es decir, las pautas para realizar los nuevos convenios y adecuar los existentes a la norma general. El fin era "la capacitacin y elevacin del nivel social, econmico y cultural de la comunidad". Pero, por otra parte, al establecer las condiciones de funcionamiento se mencionaban "25 inscriptas" como mnimo, con el nombramiento de una profesora, personal que se ira aumentando de acuerdo al incremento de la matrcula. Es decir que, como haba sido tradicionalmente, el "hogar agrcola" estaba dirigido a la mujer, tal como rezaba la frase de Amadeo que fue elegida para encabezar la recopilacin de la normativa para los centros, aunque se hablara de "la comunidad":

Todo lo que la mujer puede hacer, lo que puede hacer con su trabajo en la granja, en la cocina, en el arreglo y confort de la casa, en el cuidado de los hijos y en el embellecimiento de la vida, supremo ideal de una mujer, dentro de la familia. Lo fundamental de esta enseanza es que ella tienda a educar el alma de la mujer, inculcarle conciencia de su alta misin y fuerza de voluntad necesaria para cumplirla.50

La visin sobre la familia rural que evidencian estas iniciativas era an muy tradicional en esa poca. Segua por supuesto "naturalizndose" el papel social femenino y los programas de actividades de dichos centros muestran importantes signos de pervivencia en relacin con la enseanza del "hogar agrcola" tradicional. Basados en una determinada visin de la familia, en la cual la mujer ocupaba un lugar complementario del varn: esposa, madre y apoyo de su pareja, tanto en el hogar cuanto en las tareas agropecuarias consideradas una extensin de las hogareas, su formato mantuvo vigentes esos aspectos por largo tiempo, aun cuando en realidad su funcionamiento fue cambiando (y alejndose de lo rural).

Los convenios que se establecan para formar centros eran temporales (por tres aos) pero se podan renovar y ambas partes asuman determinados compromisos. El ministerio aportaba los programas de estudio, la orientacin tcnica, la supervisin de la enseanza y exmenes, los certificados de estudio, elementos didcticos, y el municipio un local apto para la tarea, segn las especificaciones ministeriales, los sueldos del personal docente (pautados segn los vigentes en la provincia), los elementos de mobiliario y de trabajo (mquinas de coser, telares incaicos, mquina de pirograbar, horno y batera de cocina).51 Lo notable es que an en 2001 se firmaron convenios con este formato y requisitos de elementos, cuando algunos eran bastante anacrnicos y faltaba mencionar los ms actualizados, como computadoras.

Estos centros permanecieron en la rbita del Ministerio de Asuntos Agrarios (MAA), aun cuando las escuelas agropecuarias haban sido transferidas al de Educacin en 1977 (decreto ley 8950, 19/12/1977), durante el gobierno militar. Recin en 2007 comenzaron las gestiones entre el MAA y la Direccin de Educacin que se concretaron en un convenio marco entre ambas, con la "finalidad de fortalecer institucionalmente el Hogar Agrcola perteneciente al MAA". Al mismo tiempo se proponan

promover el desarrollo de capacidades laborales y el rescate cultural de los diferentes actores de la poblacin rural, como son los jvenes y adultos de ambos sexos, los trabajadores en actividad, la tercera edad y los docentes, propiciando con ello el crecimiento de la comunidad rural.52

De la misma redaccin de las finalidades y objetivos se desprende que los mismos diferan de las caractersticas iniciales que haba tenido el "hogar agrcola", extendiendo la cobertura hacia el conjunto de la comunidad de los pueblos rurales y no slo las mujeres. Conservaron su denominacin del "hogar agrcola" aunque modificaron en parte su perfil, como centros de capacitacin en diversos oficios, no necesariamente "femeninos".

Existen an 17 centros funcionando en varios partidos, ubicados mayormente en el centro y sur de la provincia: Las Flores, Ayacucho, Tornquist (Sierra de la Ventana y Saldungaray), Nueve de Julio (en Doudignac y Quiroga), Salto, Lincoln (El Triunfo), General Villegas (Bunge y Piedritas), Gonzlez Chvez (De la Garma y G. Chvez), San Miguel del Monte (Abbott y Monte), Azul (Chillar y Azul), Moreno y Chivilcoy (Moquegua) (y uno en Bolvar que no funciona). En casi todos los casos hay tambin escuelas agrarias en el mismo partido, aunque el xito y la captacin de matrcula es mayor para los centros hogar agrcola donde no existe ese tipo de oferta educativa.

Un ejemplo de la evolucin de estas instituciones es el caso del Centro Permanente H. A. de Monte. Es relativamente reciente, fue creado en 1987; es decir que no pertenece a la ola de los aos sesenta, aunque la reglamentacin vigente era la misma. Al principio era un centro de cursos slo para mujeres, aunque, segn los testimonios, cuando se agreg carpintera se inscribieron tambin hombres. Actualmente es mixto, los cursantes son en su mayora residentes en el pueblo, aunque hay algunos rurales, y las especialidades son cocina y repostera, porcelana fra, cosmetologa, pintura, vitrofusin, cestera, cermica, telar, carpintera, computacin, tejido, peluquera, platera, y otras artesanas. Los docentes no son necesariamente maestros o maestras sino expertos en las diversas artesanas, y no se valora como positivo el cambio de dependencia hacia Educacin ya que el municipio es el nico que mantiene la prestacin.53

El carcter de estas instituciones entonces es diferente del de los antiguos cursos del Hogar Agrcola, aunque reconozcan una inspiracin en aquellos, y tambin del Hogar Rural del INTA, con el cual no parece haber habido contactos, y aunque en algunos aspectos parecen surgir de las necesidades locales, no han nacido tampoco de una investigacin participativa.

Los institutos femeninos

Si bien no es el objetivo central de este artculo la poltica de educacin formal de la mujer, cabe mencionar dos institutos relacionados con las actividades de extensin, ya que se pensaron en su momento como formadores de las maestras del hogar agrcola o de extensionistas, ambos situados en el territorio bonaerense aunque de distinta dependencia y con diferentes trayectorias. Se trataba del Instituto Superior del Hogar Agrcola "Toms Amadeo", de Bolvar (provincia de Buenos Aires), dependiente de la Secretara de Agricultura y Ganadera de la Nacin, que funcion entre 1948 y 1971 y, en la jurisdiccin provincial, de la Escuela Superior Agraria Femenina "Eduardo Olivera", de Tandil (inicialmente "Eva Pern"), que se destin a formar "visitadoras" del hogar rural entre 1955 y 1960.

La Escuela del Hogar Agrcola de Bolvar tena como finalidad el perfeccionamiento de la maestra rural y su especializacin en la enseanza del "hogar agrcola", capacitarla para dictar los cursos de extensin, asesorar y formar parte de los poderes pblicos en las reparticiones relacionadas con el apoyo a la familia rural.

La Escuela, ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, sobre un terreno de 191 ha, donado por una familia terrateniente, los Unzu, en su orientacin inicial formaba "profesoras del hogar agrcola", y haba sido fundada en 1948 con el nombre de Toms Amadeo. Este ingeniero agrnomo y abogado haba bregado incesantemente por la concrecin en la jurisdiccin estatal de un instituto de ese tipo desde inicios del siglo XX, y fue el creador el primer Instituto del Hogar Agrcola, en Tandil, que perdur slo entre 1915 y 1917.

Una vez instalada la escuela se inici un curso superior que estaba destinado a alumnas maestras y asimismo otros cursos de extensin ms breves para nias. En ambos casos una buena parte de las alumnas, becadas al efecto, provena de diversas provincias y aun de pases vecinos; pocas eran en esa poca las estudiantes de la misma localidad de Bolvar. Dirigido prcticamente durante todo el ciclo de su existencia en la modalidad del hogar agrcola por una ingeniera agrnoma, Hayde Bidigorri, contaba con un personal docente femenino, mientras que en las primeras pocas los empleados administrativos eran varones. Inclua asimismo un internado, que en los aos cincuenta estaba a cargo de una religiosa y con un reglamento sumamente estricto. Dependa de la Direccin General de Enseanza Agrcola del Ministerio (luego Secretara) de Agricultura y Ganadera, y entre 1953 y 1955 no pudo escapar a la "peronizacin" de la educacin, pasando a llamarse Instituto "Eva Pern", mientras que luego del golpe de Estado de 1955 retom su denominacin inicial.54

Si bien desde el inicio el INTA incorpor personal egresado de esta institucin, la vinculacin del Instituto con la extensin se hizo ms fuerte en la dcada de I960. Pas entonces a preparar "asistentes en economa y educacin para el hogar rural". La orientacin general se mantena pero adquira nuevo sentido al incluir una preparacin especfica para el extensionismo, imbuido de las ideas de desarrollo de la comunidad vigentes en la poca y provenientes en buena parte de los organismos internacionales. Cabe destacar que ya desde la etapa final del peronismo se vena preparando esta transformacin; la directora del Instituto, ingeniera Bidigorri, fue autorizada a ir, becada por la ONU, a Turrialba (Costa Rica) precisamente a perfeccionarse en las polticas educativas hacia las familias y las mujeres en particular, siguiendo una trayectoria que luego sera habitual para las extensionistas.55

El Plan de estudios de 1965 tena una duracin de tres semestres, y comprenda materias relacionadas con la economa domstica, la granja y cuestiones que preparaban a la extensionista, ms un cuarto semestre que corresponda a la realizacin de prcticas en agencias de extensin, estas ltimas ocupaban un lugar central, mientras que anteriormente lo haban hecho los temas de economa domstica y granja (vase cuadro 4).56

La escuela, cuyas alumnas procedan cada vez ms de la provincia de Buenos Aires, comenz a funcionar estrechamente ligada a la accin del INTA, con el cual posea convenios, entre otros aspectos para ubicar laboralmente al personal egresado de la misma, aunque las maestras normales siguieron predominando en el cuerpo de asesoras del Hogar Rural y slo una minora provenan del Instituto, por lo que es difcil evaluar su impacto.

Por su parte, desde 1955 la provincia de Buenos Aires tuvo bajo su jurisdiccin la Escuela Superior Agraria Femenina "Eva Pern", que luego de la cada del gobierno peronista pas a llamarse "Eduardo Olivera". Estaba ubicada en Tandil (centro-sur de la provincia) y surgi muy ligada al proyecto del populismo en el poder, por lo que sus contenidos iniciales estaban impregnados de diversos aspectos de adoctrinamiento poltico. Sin embargo perdur luego de 1955 despojada de esos contenidos, aunque desde el inicio fue algo diferente a la escuela de Bolvar, ya que nunca se pretendi formar "profesoras del hogar agrcola" sino directamente "visitadoras" para colaborar en tareas "en pro del progreso rural", para el "acercamiento al hogar campesino, mediante un asesoramiento tcnico de los problemas que se presentan a la mujer, clula activa de estos hogares". Es decir, desde el inicio estaba formando personal para las agencias gubernamentales. Se afirmaba que la sociologa rural era el centro-eje de toda la enseanza, y a ella convergan las otras asignaturas. Las alumnas deban realizar investigaciones, recopilacin de datos, estadsticas, y la escuela tomaba como campo de experimentacin la comunidad de la zona. Sin embargo, las consideraciones sobre la mujer no eran distintas a las de dcadas anteriores, se afirmaba que "tiene la misin de embellecer el hogar, constituyndolo en refugio y blsamo del hombre, que pasa sus horas bajo el brazo castigador del sol o de la lluvia" (vase cuadro 5).57

Haba cursos de verano para maestras en ejercicio en escuelas rurales, con prcticamente las mismas materias restringidas a lo prctico y con un desarrollo ms sinttico. Los profesores eran de las facultades de Agronoma y Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata y tcnicos del Ministerio de Asuntos Agrarios.58 Este instituto tuvo una duracin bastante efmera, ubicado en el actual Parque Ecolgico Sans Souci, en I960 cay bajo la rbita del Ministerio de Educacin, que lo sustituy por el Instituto Superior de Enseanza Rural para formar maestras rurales, y en 1974 por el Profesorado de Ciencias Naturales, perdiendo su carcter inicial.59

Ambos institutos, cuyas caractersticas hemos reseado sintticamente, han presentado una evolucin diferenciada, y su impacto en la formacin de personal para el extensionismo es muy diverso. El establecimiento de Bolvar estaba enraizado en la historia de las acciones del Ministerio de Agricultura de la Nacin, y las propuestas de los ingenieros agrnomos ligados al mismo, en particular Toms Amadeo, desde principios del siglo XX. Alcanz un importante arraigo como instituto preparador, primero de maestras para el hogar agrcola o para desempearse como docentes rurales, luego directamente relacionado con el extensionismo. Aun cuando no todas sus egresadas se volcaron a esa actividad, afianz una tradicin al respecto en su vinculacin primero con el MAN, luego con el INTA. El instituto provincial ubicado en Tandil, por su parte, tuvo una existencia mucho ms azarosa y breve, tal vez por su vinculacin inicial a los postulados polticos del peronismo casi al tiempo de ser derrocado, pasando de formar visitadoras del hogar a maestras rurales; sin llegar a los 20 aos de existencia, perdi muy rpido su relacin con la formacin extensionista y con el MAA sin alcanzar entonces a incidir en esa actividad.

Reflexiones finales

Al estudiar las polticas pblicas en relacin con la mujer rural —en este caso en la regin pampeana, provincia de Buenos Aires— en la etapa que transcurre entre fines de los aos cincuenta e inicios de los noventa, resalta la persistencia de una visin tradicional de la posicin de la misma y su funcin, considerndola el ncleo del arraigo de la familia en el campo, aun en etapas recientes. Se diferencia la agencia nacional, el inta, con un fuerte compromiso con la extensin, particularmente en los primeros 20 aos de su creacin, de la accin del Ministerio de Asuntos Agrarios provincial con sus Centros Permanentes. Sin embargo, en los ltimos aos el inta ha cambiado el enfoque, en un contexto en el que las estrategias de desarrollo rural de las agencias internacionales que actan en Amrica Latina centran sus objetivos en la disminucin de la pobreza, con una visin "territorial" del desarrollo rural.60 Se reemplaz la extensin con base en el programa Hogar Rural, por un programa como Prohuerta, dirigido a la poblacin periurbana de pueblos y ciudades en situaciones de riesgo o vulnerabilidad socioeconmica.

Del anlisis de casos realizado resalta la importancia de considerar la participacin de los actores sociales involucrados en los distintos proyectos, pues ms all de las modificaciones introducidas en las polticas de las agencias estatales, el "factor humano" a cargo de las experiencias les da una caracterstica especfica. Esto es lo que permite integrar, en ocasiones, viejos y nuevos programas, y articular continuidades entre los diversos sectores involucrados, aun atravesando situaciones polticas y socioeconmicas complejas y diversas, como fue el caso de Balcarce. El Hogar Rural de INTA, con sus postulados de "desarrollo de la comunidad", ha ejercido sin duda influencia sobre las comunidades en que actuaba —y ha dejado herencias a futuro, como por ejemplo las escuelas medias gestionadas por los clubes—, segn se desprende del anlisis de casos realizado.

En este sentido, el impacto de las polticas estatales conocidas como el Hogar Rural ha sido importante en las localidades donde se implemento, aun cuando reconocemos que no es generalizable a toda la regin. No es infrecuente escuchar, desde las mujeres rurales participantes, la frase "nos cambi la vida", que casi exime de comentarios. Ha habido programas muy centralizados, y tambin "investigacin participativa". En general parecen haber tenido un acompaamiento de la comunidad que ha llevado incluso al establecimiento de lazos personales entre las participantes, y ha contribuido en su momento a favorecer las condiciones de vida en el campo y en los pueblos rurales sin modificar situaciones socioeconmicas estructurales (despoblamiento, concentracin agraria, agronegocios). Estas han condicionado asimismo la vida de las familias y de las mujeres rurales, que han debido adaptarse a los cambios y muchas veces optar por la residencia urbana (en ocasiones sin cortar lazos con el antiguo grupo Hogar Rural).

En el caso de los Centros Permanentes Hogar Agrcola la evolucin es divergente, no parecen responder a los objetivos de integracin entre los diversos componentes de un proyecto de extensin, ya que han funcionado relativamente aislados entre s, sin una articulacin de conjunto. No estn totalmente integrados al desarrollo regional o local, incluyen cursos cuyo impacto puede ser mayor o menor, dependiendo de la competencia con otras ofertas educativas en las mismas localidades.

Por otra parte, la preparacin de las extensionistas en institutos especializados no parece haber sido determinante en esta etapa, no todas sus egresadas se volcaban al mbito laboral para el que se las preparaba, aunque el Instituto de Bolvar tuvo mayor insercin. S es de destacar la influencia de las agencias internacionales y las estadas en el exterior, en estaciones del IICA, en relacin con las diversas estrategias implementadas.

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Notas

1 Girbal-Blacha, 'Tradicin", 1992,pp. 369-395. La carrera de agronoma en las universidades nacionales se inici en 1905, cuando la recin creada Universidad Nacional de La Plata incorpor la Facultad de Agronoma y Veterinaria creada en la jurisdiccin de la provincia de Buenos Aires en 1889. En 1904 se fundaba el Instituto Agronmico de La Chacarita, que a partir de 1909 se convirti en la respectiva facultad de la Universidad Nacional de Buenos Aires. El asentamiento efectivo de la familia rural fue uno de los argumentos que fundamentaban la accin de los ingenieros agrnomos en el pas, con un fuerte sesgo hacia la regin pampeana agroexportadora, sede a su vez de las mencionadas universidades.

2 Amadeo, Redencin, 1946. En este texto compendia ideas vertidas durante 30 aos sobre la educacin de la mujer rural. Gutirrez, "Toms", 2007, pp. 111-118; Arce, "Mujeres", 2009, y "Hogar", 2011, pp. 130-157, y NovickMujer, 1993.

3 Barrancos, Mujeres, 2007; Gil, Pita e IniHistoria, 2000; Lobato, Historia, 2007; Arce, "Mujeres", 2009, y Gutirrez, "Actuar", 2007, y "Agro", 2009.

4 Biaggi, Canevari y Tasso, Mujeres, 2007; FotiMujeres, 2009, y StlenDecencia, 2004.

5 La divisin poltica de la provincia de Buenos Aires est conformada por "partidos" que equivalen a los "departamentos" de otras jurisdicciones. El gobierno de la Provincia de Buenos Aires usa la denominacin "partidos rurales" y "partidos no rurales" con base en densidad poblacional, cantidad de explotaciones, superficie implantada, produccin de granos y ganado, pertenencia a red de transportes suburbanos de la Capital. En total existen 44 partidos considerados no rurales y 90 rurales. Gobierno, Nuestra, 2006, pp. 19 y 53.

6 Segn criterio censal se considera poblacin urbana la que habita en localidades de 2 000 y ms habitantes, y poblacin rural al resto, que puede ser agrupada o dispersa. Es difcil calcular exactamente la proporcin de poblacin que inclua el conurbano (alrededores de la Capital Federal) para etapas anteriores porque ha cambiado en parte la subdivisin poltica, pero se puede admitir que en I960 aproximadamente 41% de la poblacin ya resida all.

7 Federacin, Problemas, 1956 (folleto), y Balsa, Desvanecimiento, 2006, pp. 161-235.

8 Gobierno, Nuestra, 2006, p. 39. Elabora los datos tomados de la Direccin Provincial de Economa Rural del Ministerio de Asuntos Agrarios y del Censo Nacional Econmico 2004/2005. Segn los mismos, en ese momento Buenos Aires ocupaba el primer lugar en trigo, girasol y cabezas de ganado, y el segundo lugar en maz y soja. En este ltimo caso, si bien en la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2001 Buenos Aires ocupaba el tercer lugar tras Crdoba y Santa Fe, para la Encuesta de 2005 haba llegado a ser la mayor productora con 10 000 000 de toneladas, seguida por Crdoba con 8 000 000. INDEC, Encuesta, 2001, y Encuesta, 2005.

9 Barsky y GelmanHistoria, 2001, pp. 339-347. Los llamados "planes de transformacin agraria" son analizados en Lzzaro, "Estado", 2005, y "Poltica", 2008.

10 Foti y Obschakto, "Participacin", 2007, p. 211, y Gobierno, Nuestra, 2006, pp. 52-53.

11 Balsa, Desvanecimiento, 2006, y Barsky y DjenderedjianExpansin, 2006, p. 23.

12 Manzanal, Neiman y Lattuada (comps.), Desarrollo, 2006.

13 Repblica, Censo, 1980.

14 Sin ser exhaustivos, algunos estudios son: Gras y Hernndez, Argentina, 2009; Balsa, "Agro", 2007, pp. 59-86; Cloquell et al., Familias, 2007; Lpez, Persistencia, 2012; Foti y Obschakto, "Participacin", 2007, pp. 203-225, y MuzleraChacareros, 2009.

15 Echavarra, Enseanza, 1919, p. 6.

16 Barsky y GelmanHistoria, 2001, p. 334; Carballo, "Cincuenta", 2007, pp. 29-30, y Tort, "Enfoques", 2008, pp. 428-450.

17 Amadeo, Redencin, 1946.

18 Snchez, "Empoderamiento", 2003. Citando adems a Portocarrero y Ruiz, Mujeres, 1990, p. 24.

19 Extensin agropecuaria, nm. 3, 1962, p. 1. La revista refleja todas las actividades de extensin, la mayora centradas durante su publicacin (1960-1967) en la regin pampeana, contiene muchas notas sobre la familia, la mujer y los jvenes como sujetos del extensionismo rural.

20 Las escuelas normales de maestros creadas en el siglo xix por Domingo F. Sarmiento fueron suprimidas como tales en 1969, y la preparacin de las maestras y los maestros pas a ser una carrera de nivel terciario.

21 "Reunin sobre la marcha del sistema de extensin rural del INTA", Paran, 17-18 de junio de 1971 (mimeo). En 1971 se contaban cinco licenciadas en ciencias polticas sociales y educacin, una mdica veterinaria, catorce asistentes y trabajadores sociales, tres educadoras sanitarias, 45 profesoras del hogar agrcola o asistentes en educacin y administracin del hogar y educadoras familiares y 66 maestras.

22 INTA, Qu, s. a., aproximadamente mediados de I960, y Estatuto, 1970. La folletera sobre Hogar Rural era abundante, asimismo la informacin sobre seminarios y convenciones nacionales, slo citamos aqu algunos a modo de ejemplo, pues nos interesa ms que nada el Programa 34 que ha guiado las acciones por un periodo bastante largo.

23 INTA, Gua, 1971. En 1965 se produjo la "programacin", sera la primera edicin del Programa, en 1967 el "reordenamiento" y en 1971 la "actualizacin". Los planes deban ser desarrollados en relacin con el "estudio de situacin" de cada agencia de extensin, lo cual no implicaba que debieran llevar a cabo la totalidad del programa. Lafiosca y Makler, "Sector", 2009, p. 4.

24 INTA, Gua, 1971.

25 Ibid. Las cursivas son mas.

26 Asociacin, Estatutos, 1978; Enfoques del Salado, rgano de las agencias de extensin INTA de la Cuenca del Salado, Buenos Aires, ao 1, nm. 1, abril de 1985, p. 52, e INTA, Asociacin, 1981.

27 XIII Jornadas Argentinas Hogar Rural, 10 a 12 de abril de 1991, folleto explicativo.

28 Tort, "Enfoques", 2008, p. 444. La descentralizacin se dio tambin en otros niveles, el caso ms significativo es la transferencia de los servicios educativos nacionales de nivel medio a las provincias, incluyendo las escuelas agrarias, en conjuncin con la Ley Federal de Educacin de 1993, traspaso iniciado ya a fines de los sesenta cuando el gobierno nacional se haba desprendido de las escuelas primarias de su jurisdiccin.

29 INTA, Cambio rural, Prohuerta. Segn este documento, Cambio rural apoya a la pequea y mediana empresa agropecuaria "en la bsqueda de alternativas que permitan incrementar sus ingresos, elevar su nivel de vida, generar nuevas fuentes de empleo, retomar el proceso de inversin y posicionarse mejor en los mercados". El Prohuerta se desenvuelve en dos campaas, otoo-invierno y primavera-verano, el requisito es tener un terreno adecuado para hacer huerta y participar de las acciones de capacitacin.

30 Las entrevistas fueron realizadas a la encargada del programa Hogar Rural de la estacin de Bordenave, seora Beatriz (Beti) Braicovich, y a cuatro mujeres ex integrantes de los clubes; a la encargada del programa Hogar Rural, luego Prohuerta en la estacin Balcarce, seorita Nelka Prochosky (ambas asesoras estn ahora retiradas, pero en febrero de 2010, cuando se realizaron las entrevistas an trabajaban en el INTA), y a ocho mujeres, integrantes en este caso primero de los clubes y luego de Prohuerta. Para preservar la identidad de estas ltimas, las mencionaremos con letras Bordenave, a, B, C, o Balcarce A, B, C, etctera.

31 Lpez, Persistencia, 2012.

32 Su marido, ingeniero agrnomo, inspector tcnico del inta, fue destinado a Bordenave, y ella junto a l, obteniendo el puesto de asesora del Hogar Rural, una situacin relativamente comn en las eea. La extensionista fue enviada por el inta a capacitar a Uruguay, a la agencia del IICA.

33 Entrevista a la integrante de Hogar Rural, de inta Bordenave, seora a, el 10 de febrero de 2010, realizada por Tala Gutirrez. "Prcticamente todas las seoras del sector acudan [...] haba una seora grande que no saba manejar para ir a las reuniones, aprendi a manejar solamente para ir a las reuniones." Entrevista a la seora Beti Braicovich, encargada Prohuerta Bordenave, el 10 de febrero de 2010, Bordenave, Provincia de Buenos Aires.

34 "Una experiencia altamente positiva", por Elvira Marchiera de Marcaida, en Desafio 21, ao 9, nm. 22, publicacin del eea Bordenave, edicin especial, noviembre de 2003, por el 75 aniversario de la eea. Elvira era la ex directora de la Escuela Provincial Rural nm. 26 paraje "La Angelita" de Bordenave, donde se crea el club rural El Faro a inicios de los sesenta.

35 Seora Beti Braicovich, entrevista citada.

36 EEA Bordenave, Proyecto Movilidad para Transportar Alumnos desde el Paraje "La Angelita" (15 km de Bordenave) a la Escuela de Enseanza Media nm. 1 de Bordenave, 1980, mimeo. Entrevista a otra integrante de Hogar Rural, de inta Bordenave, seora B, 10 de febrero de 2010, realizada por Tala Gutirrez. En el mismo sentido se pronunciaron otras dos seoras entrevistadas seoras C y D de Bordenave, 10 de febrero de 2010. Balsa, Desvanecimiento, 2006, pp. 170-177. Balsa estudia "la educacin de los hijos como factor de la urbanizacin", para el partido de Tres Arroyos, aunque citando tambin datos y estudios sobre otras zonas de la regin pampeana, con el mismo resultado.

37 Seora Beti Braicovich, entrevista citada.

38 Entrevista a ex integrante de Hogar Rural, de inta Bordenave, seora B, 10 de febrero de 2010 realizada por Tala Gutirrez.

39 Entrevista a extensionista Nelka Prochosky en inta Balcarce, 25 y 26 de febrero de 2010. Hasta 2010 estuvo a cargo de Prohuerta, haba comenzado a trabajar en inta en 1967 en Rauch y al poco tiempo pas a eea Balcarce. Se entrevista tambin a ocho de las seoras incoprporadas a Hogar Rural y Prohuerta en distintas pocas pero que an estn conectadas entre s a travs de la seorita Nelka y el Prohuerta; Balcarce, 25 y 26 de febrero de 2010, realizadas por Tala Gutirrez. Balsa, Desvanecimiento, 2006, pp. 170177.

40 Nelka Prochosky, entrevista citada.

41 Entrevistas en Balcarce realizadas por Tala Gutirrez a la siguientes personas: matrimonio de San Agustn (B y C), seora D que vive sola en su chacra, y se dedica a su quinta asesorada por el INTA, seora E que vive con su hijo ya grande en el campo. Algunas relatan los viajes a las convenciones Hogar Rural, nica ocasin a veces para conocer otras zonas del pas, lo cual se una a las motivaciones propias de los clubes.

42 Entrevista a seora A, Balcarce, realizada por Tala Gutirrez.

43 Entrevista a seora H, Balcarce, minifndista, jefa de familia, beneficiara de plan social, 25 de febrero de 2010, realizada por Tala Gutirrez.

44 Entrevista a seora E, de Balcarce, pequea propietaria, realizada por Tala Gutirrez: "una vez que terminamos los mayores, me parece... que los jvenes... que los jvenes nadie le da por hacer nada, ni cocinar, ni hacer huerta".

45 Albaladejo, "Pampa", 2006, p. 35.

46 Balsa, Desvanecimiento, 2006, pp. 222 y 227.

47 MuzleraChacareros, 2009, pp. 67, 70.

48 Tort, "Enfoques", 2008, pp. 446-447.

49 Asuntos Agrarios, julio, 1958, p. 4, y Lzzaro, "Poltica", 2008, pp. 361-379.

50 Ministerio de Asuntos Agrarios, Resolucin nm. 325, exp. 2710-2907/69, 2/9/1969. Informe sobre reglamento, plan y programas de estudio de 1969, encabezado, la frase es tomada de T. Amadeo al fundamentar el hogar agrcola pero sin indicar la cita exacta.

51 Ministerio de Asuntos Agrarios, Resolucin nm. 325, exps. 2710-2907/69, 2/9/1969.

52 Provincia de Buenos Aires, Poder ejecutivo, Convenio marco Ministerio de Asuntos Agrarios y Direccin General de Cultura y Educacin, 2007.

53 Entrevista a una empleada administrativa del Centro P. de H. A. de la poblacin de Monte, abril de 2010, realizada por Tala Gutirrez.

54 Reglamento interno, Instituto Superior Hogar Agrcola "Eva Pern", 1953, exp. 61635,53.

55 Ministerio de Agricultura y Ganadera, exp. 61267/953.

56 Instituto Superior del Hogar Agrcola "Ing. Agr. Toms Amadeo", Plan de estudios, vigente desde 1967 (mimeo). Gutierrez, "Estado", 2008, p. 419.

57 Asuntos Agrarios, agosto de 1958, p. 5.

58 Ibid., pp. 5-6.

59 El predio, donacin de la familia de Antonio Santamarina para realizar emprendimientos educativos, sufri sucesivos traspasos y durante la ltima dictadura militar fue sede de la polica, desvirtundose el espritu inicial. Recientemente y ya durante gobiernos democrticos se instala el Instituto de Formacin Tcnica nm. 75, y a fines de 2011 se inaugur un Parque Botnico. Esta historia hace que quede poca informacin del efmero instituto Olivera.

60 Mora y SumpsiDesarrollo, 2004, p. 8.

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