ISSN impreso: 0186-0348

ISSN electrónico: 2395-8464

"Atender las necesidades del vecindario": las polticas de la Junta de Administracin Civil de Jalapa para evitar la caresta y la especulacin de alimentos, 1914-1917

"Addressing the Needs of the Neighborhood": The Policies of the Civil Board of Directors of Jalapa to Prevent Famine and Food Speculation, 1914-1917

Rogelio Jimnez Marce

Fecha de recepcin: octubre de 2011. Fecha de aceptacin: noviembre de 2012.

INFORMACIN SOBRE EL AUTOR:

Rogelio Jimnez Marce. Acadmico de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana-Puebla. Doctor en Antropologa por el CIESAS. Autor de los libros La palabra reprimida. El control social sobre el imaginario del ms all. Siglos XVII y XVIII, Gobierno del Estado de Veracruz, Mxico, 2010, y La pasin por la polmica. El debate sobre la historia en la poca de Francisco Bulnes, Instituto Mora, Mxico, 2003. Ha publicado varios artculos en revistas como Secuencia, Historias, Takw, Fronteras de la Historia y Memoria y Sociedad.

ABOUT THE AUTHOR:

Rogelio Jimnez Marce. Full-time academic at the Universidad Iberoamericana-Puebla. Ph. D. in Anthropology from CIESAS. Author of La palabra reprimida. El control social sobre el imaginario del ms all. Siglos XVII yXVIII, Gobierno del Estado de Veracruz, Mxico, 2010, and La pasin por la polmica. El debate sobre la historia en la poca de Francisco Bulnes, Instituto Mora, Mxico, 2003. He has published several articles in journals such as Secuencia, Historias, Takw, Fronteras de la Historia and Memoria y Sociedad.

Resumen

El objetivo de este artculo es mostrar las actividades que la Junta de Administracin Civil de Jalapa emprendi para evitar el desabasto de alimentos entre 1914 y 1917. A mediados de 1914, las autoridades municipales recibieron quejas de que faltaban alimentos en la ciudad, por lo que autorizaron varias medidas tendentes a acopiar granos e impedir que los comerciantes aumentaran sus precios. Con el fin de conciliar intereses, los comerciantes propusieron crear un fondo regulador, el cual tendra la funcin de moderar los costos de los granos y evitar que fueran objeto de especulacin. A pesar de las buenas intenciones, la carencia de alimentos y los abusos no desaparecieron, aunque el desabasto no alcanz proporciones tan dramticas como aconteci en otras regiones del pas.

Palabras clave: Revolucin mexicana; desabasto; Jalapa en la revolucin; Junta de Administracin Civil; Fondo Regulador; testimonios orales.

Abstract

The aim of this paper is to show the activities that the Civil Board of Directors of Jalapa undertook to prevent food shortages between 1914 and 1917. In mid-1914, the municipal authorities received complaints about the shortage of food in the city as a result of which they authorized several measures to collect grains and prevent traders from raising prices. In order to reconcile interests, traders endeavored to create a Regulatory Fund, whose function would be to moderate the costs of grains and prevent them from being an object of speculation. Despite these good intentions, food shortages and abuse did not disappear, although shortages were not as dramatic as they were in other regions.

Key words: Mexican revolution; shortage; Jalapa in the revolution; Board of Civil Administration; Regulatory Fund; oral testimonies.

Los estudiosos de la revolucin mexicana han considerado que 1915 representa un parteaguas, pues se produjo una ruptura, tanto poltica como militar, entre las fuerzas que derrotaron al ejrcito federal. La atencin prestada a la situacin poltica y militar ha ocasionado que no se tome en consideracin la problemtica que viva la poblacin civil. Cinco aos de acciones armadas generaron una desestabilizacin econmica que se manifest en la fuga de capitales y en un desempleo generalizado que fue provocado por la paralizacin de las minas, el abandono de los campos de cultivo y el cierre de fbricas y comercios. A ello se deba sumar la escasez de alimentos ocasionado por la reduccin del rea cultivada, la destruccin de las cosechas, la falta de brazos, las exportaciones de alimentos para pagar los materiales blicos, el acaparamiento suscitado por la interrupcin de los sistemas de transporte y la negativa de los comerciantes de vender sus existencias debido, en cierta medida, a que cada faccin revolucionaria emita su propia moneda, lo que caus un verdadero caos pues el numerario de unos era desplazado por el de los otros.1 Bajo este panorama, no resulta extrao que, de acuerdo con Berta Ulloa, los precios de los artculos de primera necesidad hubieran alcanzado proporciones desmesuradas. As, por ejemplo, el costo del maz se increment en 2 400%, el frijol 2 200%, el arroz 1 420%, el azcar 940% y la harina en 900%.2 Las cifras proporcionadas por Ulloa tienen el inconveniente de que no especifican si se referan al centro del pas o a todo el territorio nacional. Por su parte, Hans Werner Tobler menciona que la situacin de desabasto alcanz tal gravedad que se produjeron hambrunas en la capital y en extensas regiones de la nacin.3 A travs de los testimonios orales se puede corroborar lo difcil que era el entorno que se viva en ese momento y las distintas percepciones que los individuos tuvieron del problema.4

As, por ejemplo, ngel Miguel Tovar recordaba que en 1914 los habitantes de la ciudad de Mxico padecieron a causa de la falta de alimentos, a tal grado que la gente hurgaba en los basureros en busca de cscaras. La desesperacin ocasion que las personas se comieran a sus perros y gatos. Por iniciativa de su padre, su familia se traslad a Orizaba en donde "haba de todo en abundancia".5 La carencia de vveres en la capital del pas provoc que la poblacin tomara la iniciativa y se dedicara a saquear los lugares en los que haba provisiones escondidas, tanto de comerciantes como de particulares, donde estos ltimos guardaban sus provisiones en muros falsos en el interior de sus casas. No obstante, la mayor parte de la poblacin se limit a recibir los alimentos que los constitucionalistas comenzaron a repartir, aunque estos no alcanzaban y haba personas que esperaban dos o tres das para conseguir algunos vveres para sus familias.6 Antonio Ortiz y Eliseo Palafox consideraban que las dificultades para conseguir alimentos slo se daban en las ciudades, pues en el campo existan alternativas para sobrevivir; testimonio que difiere del de Rafael Pozos que cuenta que en Ayotzingo slo coman "dos tortillas con sal y un jarro de agua", pues los animales se moran por falta de alimento ya que no se poda "conseguir ni maz ni frijol".7 Para enfrentar la crtica situacin, la poblacin emple diversas estrategias de supervivencia. Guadalupe Bello recuerda que los habitantes de su pueblo se coman el bagazo del maguey, cebada, las puntas de la milpa, olotes molidos revueltos con nixtamal y tortillas de papa. Nefti Fernndez y Mara Clementina Esteban indicaban que en algunos pueblos de la Huasteca potosina se recurri a la recoleccin de frutos, races y tallos.8

Juan Martnez menciona que su padre recoga biznagas del campo que se molan con el nixtamal para obtener el doble de masa, adems de que muchos iban a los campos a atrapar conejos, ratas y lagartijas.9 Testimonios como los de Emilia Olivares, Macario Espejel y Alfredo Martnez nos dicen que la falta de alimentos era consecuencia de las "malas acciones" de los comerciantes que escondan la mercanca, al grado que Emilia Olivares indicaba que "los ricos tenan las trojes apretadas y los pobres pereciendo, comiendo hasta garbanzos". Resulta interesante destacar que los productos que se ocultaban eran el maz, el frijol y la sal, pues haba otros que s se podan conseguir como la harina, la panela, la carne y la leche. Si no se especulaba con estos artculos, se deba a que no formaban parte de la dieta bsica de la poblacin rural y de algunos sectores citadinos. Por lo anterior, no debe extraar que Emilia Olivares afirmara que la gente se enfermaba por tener que comer "puro pan, pan y pan".10 Aunque muchas de las cosechas se perdieron a causa de los desmanes que realizaban los grupos revolucionarios, lo que, en palabras de Eliseo Palafox, gener "hambre y pena a la gente humilde", otras fueron afectadas por causas tan dismiles como plagas de langostas y sequas que en algunos lugares, como la Huasteca potosina, se prologara durante tres aos.11 En el caso especfico de Jalapa, objeto de estudio de este trabajo, no se cuenta con testimonios tan dramticos como los anteriores. Por el contrario, la documentacin evidencia que el desabasto de alimentos no caus graves consecuencias en la poblacin, debido a que la Junta de Administracin Civil (JAC)12 tom cartas en el asunto y propuso una serie de medidas tendentes a evitarlo.

As, esta investigacin busca mostrar las acciones llevadas a cabo por la JAC para evitar la caresta de los productos de primera necesidad y las consecuencias que sus acciones tuvieron en la ciudad y sus alrededores.13Las actividades de la JAC evidenciaban, segn sus propias palabras, el deseo de "atender las necesidades del vecindario" o, en otras palabras, la persecucin del "bien comn," misma que ha sido una preocupacin permanente de toda instancia de gobierno. La JAC no fue la nica institucin que asumi el compromiso de ayudar a la poblacin desvalida, sino que en esa tarea tambin participaron los comerciantes de la ciudad y el gobierno estatal. La accin conjunta de estas tres instancias ayudara a que los jalapeos tuvieran problemas de desabasto en menor medida del que se padeca en otras zonas del estado y del pas, situacin derivada, entre otros factores, por la guerra que sacuda al pas desde 1910. En el caso particular de Veracruz, la situacin se complic a causa del arribo de Venustiano Carranza al puerto en 1914, pues a pesar de que se estipularon ciertas medidas tendentes a controlar los precios de los alimentos, lo cierto es que se produjo un aumento desmesurado y el desabasto de granos se extendi a ciudades como Veracruz, Jalapa y Orizaba cuyas regiones tenan una importante tradicin agrcola.14 El desabasto de alimentos, en estas y otras zonas veracruzanas, fue consecuencia, entre otros factores, por la falta de produccin agrcola derivada de las acciones armadas, pues los grupos armados o se apropiaban de los productos o los destruan; tambin por la imposibilidad de comerciar con otras regiones, ya que era comn que los granos fueran robados en el camino o que no se permitiera su trnsito.

Para tratar de detener el robo de los productos agrcolas y su destruccin, el gobernador Cndido Aguilar public el decreto nmero 27, fechado el 7 de mayo de 1915, en el que se estipulaba, entre otros artculos, una pena de dos aos de prisin a quien robara cereales en el campo o en las trojes, as como las herramientas de trabajo (artculo 3), el mismo tiempo de encarcelamiento a quien impidiera el trabajo del campo (artculo 4) y el castigo aumentaba a cinco aos en aquellos que destruyeran sementeras, siembras y plantaciones permanentes (artculo 5).15 Es de advertir que la relacin entre los comerciantes y la JAC no sera del todo armnica, situacin que ocasion que las autoridades municipales tomaran el control total del abasto y fijacin de los precios. De acuerdo con lo anterior, la investigacin muestra la pugna que se gest entre el sector pblico y el sector privado por definir sus lmites de intervencin en el abasto de la ciudad, pugna que se reflej, sobre todo, en la definicin de los precios y en la administracin de los productos bsicos. La bsqueda de una autonoma alimentaria, por parte de la instancia municipal, se constituy, en este sentido, en un elemento de seguridad pblica. La investigacin se divide en dos apartados: en el primero se muestra de qu manera se afront el problema en sus inicios y cmo se estableci un Fondo Regulador que era administrado por la Cmara de Comercio y el Ayuntamiento, proyecto que no rendira los frutos esperados como consecuencia de los malos manejos de la Cmara; mientras que en el segundo se refiere que las desavenencias entre las dos grupos llevaran a la creacin de comisiones reguladoras cuyo gobierno quedara en manos de las autoridades municipales, aunque ello no signific que los comerciantes abandonaran sus intenciones de tener injerencia en el asunto del abasto y comercializacin de los granos bsicos.

Los primeros sntomas de desabasto y la creacin del fondo regulador

A raz de que el puerto de Veracruz fue invadido por los estadunidenses, el 21 de abril de 1914,16 la JAC, conformada por Francisco Garca Luna, Luis Pasquel, Francisco de Lezama, Enrique Mndez Alcalde e Ignacio de Medina, realiz una reunin extraordinaria en la que, entre otros asuntos, se trat el problema del rpido encarecimiento de los artculos de primera necesidad y su posible agotamiento, motivo por el que se propuso que la Corporacin se diera a la tarea de almacenar las mercancas que eran de uso indispensable para la "clase menesterosa", mismas que se venderan a precio de costo. En un principio se pens en comprar los artculos con fondos propios, pero despus se plante que una comisin, formada por los concejales Francisco Garca Luna, Luis Pasquel, Francisco de Lezama e Ignacio de Medina, hablara con el gobernador Cndido Aguilar para que este les facilitara el dinero. La reunin del mandatario con los comisionados fue fructfera y este les prometi entregar los recursos que fueran necesarios. Por su parte, el Cabildo mand una excitativa a los comerciantes de la ciudad para que no elevaran inmoderadamente los precios de los artculos, situacin que slo causara "daos profundos en todas las clases sociales".17 El gobernador no slo cumpli su promesa sino que tambin desobedeci una orden del presidente Huerta, quien le haba solicitado, en abril de 1914, que remitiera cereales y ganado lanar, vacuno y caballar a Puebla, o en su defecto a Crdoba, Orizaba y Teziutln, mismos que se iban a utilizar para alimentar a las tropas federales. Es evidente que el mandatario no se iba a arriesgar a dejar a su entidad sin reservas de alimento y prefiri no hacer caso de una disposicin que le podra provocar problemas con la poblacin.18

El abasto de alimento se mantuvo estable durante el segundo semestre de 1914, pero a principios de 1915 se comenzaron a manifestar problemas debido a que los hacendados escondieron el maz y a que algunos grupos armados destruyeron las cosechas de la regin.19 Por lo anterior no debe extraar que en enero de 1915 el ejrcito constitucionalista emitiera dos rdenes: la primera se refera a la presentacin de un informe de los lugares en los que se poda cultivar maz y trigo para brindarles proteccin a los agricultores. La segunda prohiba la exportacin de trigo, maz, frijol, cebada y harina a otros estados y al extranjero. Asimismo, se determin exentar de impuestos de importacin al trigo y el maz que entraban por las aduanas martimas.20Por su parte, la JAC consign 60 cargas de maz de la hacienda del Molino, las cuales se iban a entregar a Carlos Ztina quien haba acordado vender el litro de maz en ocho centavos. La accin de este comerciante, de quien se deca que expenda sus semillas a precios bajos para beneficiar a la "clase proletaria", fue reconocida por la JAC que no slo le abon 16.50 pesos por gastos de traslado del maz, sino que tambin recomend que la Administracin de Rentas le hiciera un descuento en el pago de sus impuestos. Ante las numerosas quejas del vecindario relativas a que no se podan conseguir los artculos de primera necesidad o que estos estaban muy caros, la Corporacin decidi formar una comisin que se encargara de investigar cuntos depsitos de harina y cereales existan, cules fueron los motivos por los que los comerciantes subieron el valor de los productos y qu medidas se deban tomar para rebajar los precios.21

La Comisin propuso, el 28 de enero, que se establecieran ciertas tarifas a los productos, mismas que deban obedecer los comerciantes y los hacendados. Sin embargo, el vocal Enrique Mndez Alcalde mencion que los vendedores del mercado Juregui, el ms importante de la ciudad, continuaban con su poltica de expender los artculos de primera necesidad a precios excesivos,22 motivo por el que la JAC lo comision para resolver el problema. El vocal decidi entrevistarse con los miembros de la Cmara de Comercio para lograr una solucin conjunta. Estos se comprometieron a entregar un informe de las reservas que haba en la ciudad y pidieron que se celebrara una reunin con la municipalidad, la cual se celebr el 4 de febrero de 1915 y a la que asistieron, entre otros, Manuel Mendoza Alba, Manuel Lpez Negrete, Julio Olivier, Jos Prez Oronoz y Manuel Zrate. Lpez Negrete, en nombre de Mendoza Alba, quien era presidente de la Cmara, manifest que con motivo del alza en el precio de los artculos de primera necesidad, la JAC decidi asignar tarifas que resultaban inferiores a las que regan en el mercado, por lo que se corra el riesgo de que las mercancas salieran de la ciudad, situacin que generara caresta y trastornos sociales.23 Como la Cmara deseaba ayudar a la Corporacin y a los vendedores, se determin que, con las aportaciones monetarias de sus miembros, se formara un Fondo Regulador que adquirira maz y frijol para expenderlo al costo. Las dos instancias tambin acordaron que se consideraran artculos de primera necesidad el maz, el frijol, la azcar y la panela, los que se venderan con los siguientes precios: el litro de maz a nueve centavos, el litro de frijol a quince centavos, el kilo de azcar a 32 centavos, la pieza de panela a cuatro centavos y el pan de telera a cinco centavos por cada 100 gramos.

Las propuestas de la Cmara fueron aprobadas por el municipio sin mayores observaciones, pues en cierta forma constitua un verdadero regalo del cielo debido a que este no poda afrontar la formacin del Fondo Regulador sugerido. Las finanzas de la Corporacin estaban en tan mal estado que el vocal de Hacienda expuso que se deban suspender las obras pblicas, pues no haba dinero suficiente para hacerlas. La apertura mostrada por la Cmara fue recompensada por la JAC en los das subsecuentes. As, por ejemplo, se autoriz a Ignacio Chimal que almacenara el maz caribeo que haba comprado en el puerto de Veracruz y el que haba adquirido en la hacienda de Lucas Martn, aunque se le hizo la observacin de que deba venderlo en la ciudad. Como el 23 de febrero de 1915 el gobernador orden el cese de la Corporacin y el nombramiento de una nueva encabezada por Adolfo Gutirrez, la Cmara aprovech el vaco de poder para elevar el precio de los alimentos.24 La JAC recin nombrada no acept el incremento y solicit que se realizara una reunin para tratar el asunto, la cual se llev a cabo el 3 de marzo de 1915 con la asistencia, entre otros, de Manuel Mendoza Alba, Manuel Lpez Negrete, Francisco de P. Pasquel, Julio Olivier, Luis Caraza, Alfonso Pasquel y Jos Prez Oronoz. El presidente del Cabildo manifest a los miembros de la Cmara que los haba citado por dos motivos: saber las condiciones en que se encontraban los artculos de primera necesidad y llegar a un acuerdo respecto a la distribucin y manejo de las cantidades recaudadas para formar el Fondo Regulador. El ltimo punto era el que mayor preocupacin le causaba, pues en el anterior convenio no se le haba dado ninguna participacin al municipio, lo cual era necesario para evitar que surgieran "suposiciones injustificadas".

Luis Caraza expuso que los precios del maz y del frijol se haban establecido de manera conjunta, pero no se haba hablado en ningn momento de crear una comisin que interviniera en el manejo del Fondo. Como la Cmara no tena inconveniente en que esta se formara, la JAC determin que Manuel V. Hernndez y Enrique Mndez Alcalde fungieran como sus representantes. El presidente mencion que no estaba de acuerdo en que se sealaran precios a las mercancas, pues el valor de estas era determinado por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, adverta en la necesidad de vigilar a los especuladores para evitar abusos y pidi que la Cmara hiciera lo necesario para evitar que faltaran vveres.25 Manuel Lpez Negrete aprovech la solicitud de Gutirrez para manifestar que el gobernador de Puebla no permita que salieran unos carros de maz que haban comprado en ese estado, pese a que desobedeca una orden de la Secretara de Hacienda que mencionaba que no se deban poner trabas o interrumpir el trfico interior de mercancas.26 Ante este hecho, la JAC determin hacer las gestiones necesarias para que el mandatario poblano entregara el maz. A pesar de la postura de Gutirrez contraria a fijar precios, la Cmara estipul que se respetara el precio del maz (diez centavos el litro) y el del frijol negro (quince centavos el litro). En el caso del azcar, se vendera a 38 centavos pese a que en fbrica lo compraban a 35, siempre y cuando se dirigiera una excitativa al gobierno federal para que se prohibiera su exportacin. La Cmara tambin consideraba necesario que los comerciantes, en vista de las fluctuaciones de los precios, asentaran cada semana el costo de las mercancas, disposicin que no contaba con la aprobacin de todos los consignatarios.

Como la JAC y la Cmara mantenan buenas relaciones, al grado que la segunda invit a la primera a que asistiera a sus sesiones informativas, no debe extraar que mandaran una representacin conjunta a Puebla, formada por Jos Prez y el vocal Pedro Mora, con la intencin de hablar con el gobernador sobre los carros de maz incautados. Los comisionados informaron, el 8 de marzo de 1915, que el mandatario no otorg el permiso y los amenaz con encarcelarlos e imponerles una multa de 10 000 pesos, debido a que en Puebla no se poda vender a ms de catorce centavos la carga.27 Ante este revs, la Corporacin decidi solicitar al gobernador veracruzano Cndido Aguilar que se le permitiera introducir maz proveniente de la Tierra Caliente, pues el que se encontraba almacenado en la ciudad, segn informes de la Cmara, bastaba para satisfacer la demanda de tres o cuatro das. El mandatario autoriz la peticin pero advirti que sera difcil conseguirlo, pues tena informes de que haba salido mucha semilla a causa de la disposicin de Carranza que conceda amplia libertad en el transporte de las mercancas de primera necesidad.28 El gobernador aprovech la ocasin para llamar la atencin de la JAC respecto a que los expendios de maz establecidos por la Cmara slo trabajaban de 2 a 4 de la tarde, lo que ocasionaba que no fuera sencillo conseguirlo y recomendaba que se ampliara el horario de atencin. Para evitar desabasto de maz mientras se traa el de Tierra Caliente, se mencionaba que se haban comprado 3 500 sacos pero no haban llegado a Jalapa por la interrupcin del trfico ferroviario.29 Ante tal situacin, la Corporacin public avisos en los que peda que el maz almacenado se vendiera a la Cmara, misma que se comprara en quince centavos el litro o se devolvera cuando se recibiera el de Tierra Caliente; en caso de desobediencia, los poseedores seran castigados y la semilla sera confiscada.

A fin de dar cauce al mandato, se cre una Comisin que se encarg de investigar quines tenan existencias del cereal. La medida tuvo resultados discretos pues slo se recogieron 50 cargas. A otra Comisin, integrada por los vocales Rendn, Marn y Mora, se le encarg que indagara en qu lugares, cercanos a Jalapa, se podan obtener maz.30 Los comisionados indicaron que se poda conseguir en Naolinco, Acatln y Chiconquiaco, pero se requerira que la Jefatura de Armas proporcionara una escolta. A pesar de las disposiciones de la Corporacin, los abusos de los comerciantes se comenzaron a manifestar. As, por ejemplo, algunos acaparaban la leche con la intencin de vender el litro a 30 centavos, situacin que, a decir del vocal Rendn, no era justificable pues no haba carencia de ese producto sino un desmedido "deseo de lucro". Como la manteca comenzaba a escasear y su precio subi de 2.80 a 3 pesos el kilo, el vocal Hernndez sugiri que el propietario de una fbrica de jabn vendiera las 1 500 latas de manteca que posea.31 Una peticin similar se le hizo a Enrique Besaury que utilizaba panela para elaborar alcohol y licores de destilacin.32 El 19 de abril de 1915, el Cabildo reconoci que exista caresta en los productos de primera necesidad y que continuaban los abusos de los comerciantes. As, por ejemplo, se refera que los molinos de nixtamal no entregaban toda la masa que molan.33 La alimentacin de los presos de la crcel de la ciudad puede ayudar a mostrar la manera en la que se manifestaba la inflacin en los precios de los alimentos. Manuel Zrate, encargado de este rubro, manifest en febrero de 1915 que cobrara 27 centavos por racin, en abril lo subi a 40 y en mayo a 50, es decir, en el transcurso de tres meses se increment en 85%.34

A mediados de mayo, los nacateros anunciaron que el kilo de carne costaba 40 centavos, aumento que haba sido ocasionado, segn ellos, por la incautacin de sus caballos por las fuerzas constitucionalistas, lo que les impeda trasladar el ganado al matadero del mercado. Ante tal hecho, las autoridades municipales dieron permiso a los nacateros para que mataran a los animales en sus casas y expendieran la carne, lo que no solucion la situacin pues estos impusieron precios altos. A pesar de lo anterior, los nacateros amenazaron con suspender sus actividades si no les devolvan sus caballos, advertencia que volvieron a hacer en posteriores ocasiones. Los carniceros tambin buscaron beneficiarse del incremento en el precio de la carne y solicitaron a la JAC que se les permitiera cerrar hasta las seis de la tarde. En respuesta, la Corporacin les indic que podan hacerlo siempre y cuando cumplieran con las disposiciones de la ley del trabajo.35 El 26 de mayo de 1915, el Cabildo inform a la Cmara de Comercio que haba comprado 1 000 toneladas de maz en Estados Unidos, el cual haba costado 100 000 pesos que pagaron gracias a un prstamo que hicieron varios particulares, motivo por el que solicitaban que la Cmara estableciera 20 expendios de maz en distintas partes de la ciudad a fin de que la poblacin tuviera posibilidades de adquirir el grano. La Cmara acept la propuesta, pero pidi que no se estableciera un precio, pues se comprometan a venderlo a un menor costo. La municipalidad acept la iniciativa a regaadientes, debido a que la Cmara mencion que buscara solucionar el problema de la escasez de frijol.36

Ante la falta de numerario y para facilitar el pago de los productos de primera necesidad, la Corporacin decidi utilizar billetes y cartones sellados pero esta medida no produjo buenos resultados debido a que no se podan realizar pequeas transacciones, motivo por el que se determin que Luis Caraza recibiera el importe de las ventas y distribuyera los billetes y cartones entre los comerciantes. Como la disposicin tampoco surti efecto, la JAC pidi autorizacin al gobernador para expedir cheques de uno y dos centavos, mismos que se podan cambiar, cuando la situacin lo requiriera, por cartoncillos o la moneda fraccionaria que estuviera en circulacin, peticin que fue rechazada. Caraza aprovech la ocasin para denunciar que el expendio de azcar no funcionaba debidamente, pues varios comerciantes acaparaban el producto lo que ocasion que fueran insuficientes los 200 bultos que el gobierno proporcionaba semanariamente. Por esta razn, se tom la determinacin de elevar el precio del azcar para que los fabricantes no sufrieran perjuicios. La carencia de maz y frijol no slo provoc que algunos expendios tuvieran que cerrar sus puertas, sino tambin ausentismo en las escuelas municipales pues los nios eran enviados por los padres a hacer fila para obtener los productos.37 Como la escasez de maz iba en aumento, la Cmara decidi comprarlo a la Casa A. Bueno y Compaa de Estados Unidos pero este fue retenido en el puerto de Veracruz. Gracias a las instancias de Carranza fue liberada una parte, lo que vali para que la JAC le expresara su agradecimiento.38

Como los comerciantes continuaban con su poltica de imponer precios inmoderados, el Cabildo cre una comisin que deba proponer los medios para resolver el asunto. Asimismo, se acord que los establecimientos deban colocar carteles en los que se mencionara el precio de los artculos de primera necesidad y se formara una comisin que tendra la tarea de visitar los comercios para revisar sus facturas y dictaminar si los precios de compra concordaban con los de venta.39 Tambin se solicit a la Cmara de Comercio que realizara un informe de la contabilidad del Fondo Regulador, el cual deba incluir el nombre de las personas que haban pagado sus cuotas y el monto que estas representaban. En respuesta, la Cmara indic que la publicacin de la contabilidad estaba en proceso y que la lista de las personas que cotizaban haba sido publicada en el Boletn Oficial de la Cmara de Comercio. Sin embargo, la Corporacin volvi a insistir en que se dieran a conocer las cuentas y los nombres de las personas que no haban pagado sus cuotas. Aunque el presidente de la JAC en un principio se mostr reacio a fijar precios a los artculos de primera necesidad, la realidad lo hizo cambiar de postura, por lo que el 14 de junio de 1915 declar que era necesario tener precios estables y, para poder hacerlo, se requera acabar con el comercio ambulante y que todas las mercancas que entraran a la ciudad deban contar con facturas firmadas por las autoridades del lugar de origen, lo que garantizara que el precio no estaba falseado.40 Ante el aumento de los precios, Manuel Zrate propuso que las raciones de presos se le pagaran a 60 centavos, cantidad en la que no estuvo de acuerdo la Corporacin quien sugiri 55 centavos.

Esta cantidad no fue aceptada por Zrate, por lo que la JAC determin que se buscara que los mismos reclusos elaboraran sus alimentos, por lo que se construira un horno en la crcel y se compraran los vveres a los comerciantes que ofrecieran un mejor precio. Aunque los vocales Mndez Alcalde y Marn fueron comisionados para realizar la investigacin referente a los costos del horno y los alimentos, lo cierto es que el mismo Cabildo se tuvo que retractar pues no contaba con los fondos suficientes para realizar las obras necesarias en la crcel, razn por la que se consinti en que se pagara el precio que Zrate propona. Tan grave era la situacin financiera de la Corporacin que solicit, el 21 de junio, a la Secretara de Guerra que le pagaran por los presos militares y polticos que se encontraba en su prisin. Como los comerciantes se negaban a cumplir con las disposiciones de la JAC, esta decidi imponer multas a todos los que no publicaran las listas de precios de los artculos de primera necesidad. Asimismo, solicit a la Secretara de Hacienda y Crdito Pblico que autorizara la emisin de cheques de uno o dos centavos pues no se contaba con moneda fraccionaria. La peticin sera aprobada y el monto de la emisin fue depositado en la sucursal del Banco Nacional de Mxico. Como la municipalidad deleg esta atribucin en la Cmara, esta decidi posponerla pues no se consideraba con las facultades necesarias para llevarla a cabo. A finales de junio lleg el maz que la JAC compr en Estados Unidos, por lo que la Cmara design a las personas que se encargaran de venderlo. Este no fue el nico producto que se liber en el puerto, pues la Tesorera General del estado inform que contaban con harina y manteca provenientes de Estados Unidos, de los cuales mand como muestra dos sacos de harina y una barrica de manteca.41

Es de advertir que cada saco pesaba 196 libras y tena un costo de 86 centavos; en tanto que la manteca se venda por barrica cuyo valor era de 205 pesos. Ante tal noticia, la JAC remiti una circular a la Cmara, a los comerciantes en pequea escala y a los panaderos para que manifestaran las cantidades que deseaban adquirir de los dos productos. La forma en la que se venda el maz gener algunos problemas entre la Corporacin y la Cmara, pues la primera argumentaba que la segunda no haba determinado la cantidad de litros que se deba vender a cada familia, situacin que podra generar acaparamiento y escasez, por lo que sugera que se volviera a utilizar el sistema de tarjetas para adquirirlo; asimismo, se deba solicitar a los jefes de manzana que formaran una lista de jefes de familias que incluyeran el nmero de sus miembros, a fin de calcular la cantidad de maz que se les proporcionara tomando en consideracin que la medida base sera medio litro por persona. El municipio tambin recomend a la Cmara que tratara de evitar que se agotaran las existencias y que se le informara de las condiciones bajo las que haban adquirido el maz, as como el precio al que se expendera. La Cmara mostr su desacuerdo en que se volviera a establecer el sistema de tarjetas, aunque manifest que lo hara si la Corporacin se lo impona. Para no entrar en controversias, la JAC decidi desistir de su disposicin. Como los revendedores del mercado Juregui acaparaban diversos productos y los expendan a precios exagerados, la Corporacin prohibi que los negociantes vendieran a los regatones antes del medioda y cuya vigilancia estara a cargo de la polica. Al mismo tiempo concedi autorizacin para que la clase pobre se surtiera de lea de los bosques cercanos a la ciudad, acto que tambin estara bajo la supervisin de la polica.42

La anterior disposicin no result suficiente, pues los carboneros aprovecharon la carencia de este producto para fijarle precios altos, motivo por el que se solicit a los policas que observaran que se bajara el costo. Por peticin expresa del gobernador que deseaba desmentir ciertos rumores que indicaban que los veracruzanos "se moran de hambre", la JAC inform que en ese municipio no exista escasez de productos pero estos alcanzaban precios elevados que dificultaban su adquisicin. Para tratar de disminuir lo inmoderado de los precios, la Corporacin volvi a insistir en que los comerciantes tenan que mostrar las facturas firmadas por la autoridad del lugar en el que se hizo la compra, proyecto que se esperaba que Carranza respaldara para convertirlo en decreto. La reiteracin de la peticin evidenciaba la gravedad de la situacin, tal como se puede comprobar en el caso de Manuel Zrate que en julio aument el costo de las raciones para los presos a 70 centavos, es decir, entre febrero y julio se produjo un incremento de 250%. Como la carne tambin comenzaba a escasear, la JAC acord con Carlos Bouchez, Simn Mora y Manuel Platas, quienes eran los principales introductores de ganado, que hicieran lo posible por llevar animales a Jalapa y evitar que hubiera desabasto. Los ganaderos no hicieron caso de la peticin de la Corporacin y, segn el vocal Mndez Alcalde, no slo limitaban la venta del ganado sino que tambin imponan "condiciones onerosas" a los nacateros para darles los animales, razn por la que la Corporacin decidi que los introductores negociaran de manera directa con el presidente de la JAC. Tambin se determin modificar la disposicin relativa a los revendedores de tal modo que estos podan adquirir en cualquier momento la mercanca, siempre y cuando la transaccin se realizara en presencia del administrador del mercado, quien fijara el valor al que deban expenderse las mercancas de acuerdo con el costo por el que las adquirieron.43

Tanto en el caso del ganado como en el del maz, el problema que enfrentaban los comerciantes era la falta de medios de transporte de los productos, pues las condiciones en las que se viva imposibilitaban los envos de mercancas. Si bien es cierto que el superintendente de los Ferrocarriles Constitucionalistas indicaba que se haban proporcionado carros y transporte libre de gastos de los vveres, la realidad es que estos no llegaban con la rapidez que se requera. De acuerdo con el testimonio del vocal Marn, a quien se design para trasladar el maz del puerto de Veracruz a Jalapa, se emplearon ms de cinco das para hacerlo debido a que tuvieron que llevarlo a la Antigua, esperar una escolta que lo protegiera y aguardar a que las vas estuvieran desocupadas. La dramtica situacin que se viva en la ciudad de Mxico provoc que Carranza solicitara, el 5 de julio de 1915, el auxilio de los estados para surtir de vveres a la capital. Ni tardo ni perezoso, el gobernador veracruzano public el decreto 35, fechado el 10 de julio, en el que exhortaba a las JAC a recolectar fondos para cumplir con la disposicin de Carranza.44 El da 20, y con acuerdo del Tesorero General del estado, se entreg a la Administracin de Rentas del Cantn 6 000 pesos como primera remesa de la colecta entre los vecinos de la ciudad. Por su parte, la Corporacin de Jalapa pidi a la Cmara que le informara de las existencias que tenan de artculos de primera necesidad, disposicin que slo fue cumplida por algunos comerciantes, pues la mayora se abstuvo de hacerlo. Como los precios de los productos de primera necesidad no bajaban, el general Heriberto Jara, quien era jefe de operaciones militares en el Cantn de Jalapa, orden crear, el 19 de julio de 1915, una oficina prebostal45 que tendra el objetivo de evitar la "especulacin desenfrenada".

Por el anterior motivo, solicitaba que los miembros de la JAC colaboraran en esta empresa, peticin que consideraba que no exceda sus atribuciones pues se le haban dado amplias facultades en los ramos de guerra, administracin y poltica. El coronel Octaviano Sols fue el encargado de la oficina prebostal, quien solicit que su personal estuviera integrado por miembros de la JAC y oficiales designados por la oficina.46 La Corporacin contest que era digna de encomio la idea del general, pero no estaban de acuerdo en que la Junta estuviera supeditada al preboste, quien as se convertira en el representante legal de la ciudad. Como la JAC no asisti a una reunin convocada por Jara para tratar el asunto del preboste y pese a que esta se disculp, en el peridicoLa Humanidad se public una nota en la que el general reprochaba la actitud de la Corporacin, por lo que esta defendi su posicin de no depender de una autoridad externa. Como este no fue el nico problema que se suscit entre la Corporacin y Sols, el gobernador inform que modificara las atribuciones del preboste y asimismo sustituy a Sols por el teniente Gabriel V. Rebolledo. El Fondo Regulador se convertira en foco de un segundo problema para la JAC. La Cmara remiti los diarios de contabilidad del Fondo a la Corporacin, quien design a los vocales Azcoitia y Mndez Alcalde para que los examinaran. En el informe presentado por Mndez Alcalde y Mora Beristin, quien sustituy a Azcoitia en la tarea, se deca que haba ciertas irregularidades en el manejo del Fondo, lo que demostraba los "sentimientos poco humanitarios" de "algunos comerciantes" que no se preocupaban de las necesidades de los "proletarios" sino que buscaban su beneficio particular. No obstante, los vocales indicaban que los dirigentes de la Cmara haban realizado grandes esfuerzos para desvanecer las dudas que la poblacin tena de la forma en la que se manejaba el Fondo.47

Ante tal situacin, Luis Caraza, Julio Olivier y Alberto Mendoza Alba se haban abocado a la tarea de crear un fondo particular que se destinara a la compra de maz proveniente del extranjero, el cual haba tenido un valor de 500 000 pesos y pensaban venderlo al costo. En su empeo por lograr que las mercancas se abarataran, la Corporacin notific que se castigara a los comerciantes que carecieran de facturas firmadas por la autoridad respectiva y se anunci la creacin de un impuesto sobre el ganado que se introdujera a la ciudad, disposicin, esta ltima, que sin duda mostraba que la Corporacin no haba llegado a un acuerdo con los introductores de ganado y que buscaba sancionarlos de esa manera, pues deban pagar un peso por cabeza sin excluir las que procedan de los alrededores de la ciudad.

Esta resolucin fue modificada por el gobernador, quien manifest que no fuera un impuesto sino una contribucin de patente. El cobro sera efectuado por la Tesorera Municipal quien fijara las cuotas de acuerdo con el nmero de cabezas de ganado que se introdujeran y los informes que entregara el administrador de la Casa de Rastro. El 15 de agosto de 1915 el gobernador emiti un decreto que estipulaba que el estado se encargara de la compra y reparto del maz, frijol y arroz, precepto que no fue bien recibido por los comerciantes pues se limit su participacin en la compraventa de las semillas. Esta medida result contraproducente, debido a que algunos individuos acapararon el grano y lo sacaron de la ciudad para venderlo en otros lugares, tropelas que fueron denunciadas tanto por la Cmara como por la JAC, instancias que indicaban que si se segua la misma poltica sera inevitable que se volviera a producir escasez de esos productos, motivo por el que se giraron rdenes al administrador de Rentas para que los adquiriera con premura y evitar que se produjeran desrdenes.48

Para mostrar su desacuerdo respecto al decreto del 15 de agosto, la Cmara decidi vender todo el maz que exista en el Fondo Regulador a 30 centavos el litro, postura que, segn decan, buscaba mostrar su "solidaridad" hacia los comerciantes a los que se les ved la compraventa de semillas, pero lo cierto es que responda a un acuerdo que se haba establecido el 31 de julio con el jefe de la oficina prebostal.49 A pesar de que el Fondo tena la misin de evitar el aumento de los precios de las semillas, se advierte que de marzo a agosto se haba dado un incremento de 100% en el valor del maz. Es de destacar, sin embargo, que el Fondo si logr evitar que el aumento en el costo del maz fuera significativo, sobre todo si se toma en cuenta que Manuel Zrate cobr en noviembre un peso por las raciones de presos, es decir, de febrero a noviembre se produjo un incremento de 370% en este rubro. Aunque los problemas entre el preboste y la JAC haban disminuido, en buena medida por el nombramiento de Javier Robles que sustituy a Rebolledo, este tuvo que enfrentar las quejas de los comerciantes que se negaban a obedecer la orden de que el arroz se vendiera a 1.10 el kilo, motivo por el que pidieron al gobernador una explicacin acerca del porqu se cre ese cargo y para solicitarle que se les diera libertad para vender el arroz con la promesa de evitar que el precio fuera "excesivo". Sin embargo, la realidad era otra, pues el Sindicato de Torcedores de Jalapa pidi, tanto al preboste como a la JAC, que castigara los "innumerables abusos" en que incurran los comerciantes, quienes elevaban los precios cuando lo consideraban conveniente.50 Como el gobernador consideraba que el aumento en los precios de los productos de primera necesidad era consecuencia de los impuestos que sufragaban sus expendedores, decidi promulgar un decreto, fechado el 25 de enero de 1916, por el que se exceptuaba del pago de contribuciones al ganado que se llevaba al rastro, a las carniceras, a las tiendas y molinos de maz, a las panaderas y expendios de pan, y a los vendedores de frutas y legumbres, adems de que se suprima el impuesto de piso que se cobraba en los mercados.

El decreto no le caus ninguna gracia a la JAC quien inform al secretario de Gobierno que la disposicin ocasionara que dejaran de percibir 50 000 pesos anuales, lo que provocara un dficit en las finanzas municipales por la falta de arbitrios. El secretario les respondi que la supresin de contribuciones no significaba la abolicin de los impuestos, pues la Corporacin obtendra recursos de los gravmenes que percibiera por productos como la ropa, la mercera, la loza y dems gneros que se vendan en los mercados. Ante tal razonamiento, la JAC pidi que se les permitiera cobrar una pequea cuota a los nacateros por las reses que mataban en el rastro y que el gobernador autorizara aumentar las cuotas de los productos que no se contemplaban en el decreto 12, as como incrementar las rentas asignadas a los edificios municipales, a las casas de asignacin y a las diversiones pblicas.51 A pesar de que el 7 de febrero de 1916 entr en funciones una nueva JAC,52 ello no signific el abandono de las dos propuestas. El gobernador slo aprob la primera y desech la segunda por considerarla "demasiado gravosa" para los intereses de los vendedores y de los particulares. Para evitar el cobro del impuesto, los nacateros optaron por dejar de matar sus animales en el rastro, motivo por el que la JAC les advirti que no podan dejar de concurrir al rastro y slo en casos especiales se les concedera el permiso para hacerlo fuera de las instalaciones.53

La formacin de las Comisiones Reguladoras de Alimentos

Debido a que segua vigente el decreto del 15 de agosto de 1915, algunos comerciantes solicitaron a la JAC que se les permitiera vender maz al menudeo y que se le realizaran modificaciones al acuerdo en "bien de la clase menesterosa". Ante la insistencia de los comerciantes, el gobernador public el decreto del 2 de marzo de 1916 que ordenaba la creacin de una Comisin Reguladora del Comercio, la cual estara conformada por Enrique Mndez, Carlos Acosta, Macario Alarcn, Aurelio Guevara, Carlos Esteva y Luis Caraza. Como se puede advertir, en la Comisin haba tres personas (Mndez, Esteva y Caraza) que haban tenido una importante participacin en el Fondo Regulador. La iniciativa del mandatario buscaba disminuir los precios de los productos de primera necesidad que seguan elevados. As, por ejemplo, Manuel Zrate propuso en marzo de 1916 que las raciones de presos se le pagaran a 1.35 pesos, pero a causa de la penuria del erario municipal slo se le dieron 1.20. si se toma en cuenta que un ao antes se pagaba 27 centavos, la nueva tarifa mostraba un incremento de 340%.54Ante la caresta de alimentos, la JAC public unos volantes en los que se estipulaban los precios del maz (45 centavos), del frijol (1.60) y la pieza de panela (25 centavos); aunque se adverta que los comerciantes deban atenerse a las resoluciones que determinara la Comisin Reguladora, instancia que, por cierto, todava no entraba en funciones. El gobernador apoy las disposiciones de la Corporacin, pero indic que los precios en los que se haba comprado el maz impedan que se pudiera fijar un precio menor a 50 centavos por litro,55motivo por el que se deban publicar otros volantes en los que se estipulara la variacin en el costo. El 21 de marzo de 1916, la Cmara de Comercio y la JAC celebraron una reunin para tratar de determinar cul era la poltica que se deba seguir para abaratar los costos de los artculos de primera necesidad.

En un principio, los comerciantes propusieron que aumentaran los precios o se permitiera la libertad de comercio, ideas que fueron rechazadas por los vocales que sugirieron que hubiera reciprocidad en el comercio, que no se incrementara el precio de los efectos nacionales, que los vendedores le dieran su legtimo valor al papel moneda, que se negociara directamente con los productores, que se hicieran reparaciones en el puente de san Francisco y que se vigilara el ferrocarril. Debido a que los miembros de la Cmara no desistan de su posicin, el presidente de la Corporacin les indic que slo deseaban contrariar las rdenes del gobierno, por lo que los amenaz con expulsar del pas a los comerciantes extranjeros residentes en la ciudad. La intransigencia de los comerciantes era explicable por el hecho de que varios de ellos contaban con importantes cantidades de maz y la Jefatura de Armas denunci que Juan Daz posea varias bodegas llenas de artculos de primera necesidad.56 Cuando la Cmara se enter de que la JAC iba a comprar maz, y con un claro propsito de que la armona volviera a prevalecer entre las dos instancias, le ofreci 30 000 pesos para realizar la transaccin, pidi que se nombrara un representante de la Corporacin para que estuviera presente en la adquisicin de la semilla y propuso que se vendiera al costo, aunque solicit que no se impusieran lmites de venta. La JAC agradeci la propuesta, pero se abstuvo de nombrar al representante y advirti a la Cmara que no habra venta libre, pues el litro de maz se deba expender a 50 centavos, el de la panela a un precio razonable y el del frijol sera libre, pero sin abusar. Ante la proximidad de la temporada de siembra, propietarios de haciendas como Luis y Carlos Caraza, quienes posean las de la Concepcin y san Juan, y Antonio Moreno, administrador de la de Almolonga, gestionaron ante la JAC que se les permitiera sacar maz de la ciudad, el cual no slo servira para sembrarlo sino que tambin se usara para el consumo de sus trabajadores.

Aunque a los dos se les concedi el permiso, resulta interesante mencionar que los Caraza tenan almacenados 490 sacos de maz y a Moreno se le autoriz llevar ocho cargas semanarias. Ante la creciente carencia de semillas, la Corporacin pidi a los vendedores de legumbres que cedieran algunos de sus espacios, en el mercado Juregui, a los que expendan semillas y tambin prohibi que los primeros subarrendaran sus lugares. otro producto que comenz a escasear fue la harina. Como el saco de la fcula se llegaba a vender en 150 pesos, los panaderos determinaron que el precio del pan se fijara diariamente. La Cmara inform a la JAC que haban conseguido 300 cargas de maz y 100 hectolitros de frijol en Tepeyahualco, pero tenan el problema de que el gobierno de Puebla no les haba autorizado sacarlo del estado.57 Aunque la Cmara se quejaba de las decisiones de la administracin poblana, no tomaban en cuenta que en su ciudad se adoptaban las mismas posturas, pues la JAC no permiti que saliera maz hacia Coatepec debido a que alegaban que "el estado de nimo de las multitudes" poda provocar un "conflicto alterador del orden pblico", misma posicin que adoptaron en el caso de Las Vigas con el argumento de que "el cereal est escaso" y hasta se dieron el lujo de incautar un carro de maz que un vecino de esa poblacin haba adquirido, pero como este no estaba en buenas condiciones se prefiri darlo de alimento a las mulas del servicio de limpia. Resulta evidente que, ante la escasez, cada quien trataba de defender al mximo sus provisiones. slo queda la duda de saber si en realidad el maz confiscado estaba en malas condiciones o slo fue una estrategia de las autoridades municipales para quedarse con ese producto. La Comisin Reguladora del Comercio comenz a funcionar el 24 de marzo de 1916 y una de sus primeras disposiciones se refera a que los presidentes de las Juntas deban tener participacin directa en los asuntos de esa instancia. Tambin se estipul que los informes de las sucursales no se entregaran a la secretara General de Gobierno sino a la oficina Central de la Comisin, misma que asuma el carcter de cuerpo consultivo.

En unas instrucciones complementarias, fechadas el 1 de abril, la Comisin recomend que se siguiera una poltica "suave" pero "enrgica" hacia los comerciantes, al mismo tiempo peda que se realizara una investigacin para conocer las existencias de los artculos de primera y segunda necesidad que se encontraran almacenados en las trojes y bodegas de la jurisdiccin.58 Del mismo modo, recordaba que ella era la nica que tena las facultades necesarias para fijar los precios de las mercancas, lo cual se hara de acuerdo con los artculos I, IV y V del reglamento que la rega; y por ltimo, solicitaba que se ejerciera una estrecha vigilancia de todos los comerciantes para que estos redujeran los precios de sus mercancas de manera proporcional y que no pusieran objeciones para aceptar la moneda constitucionalista. Estas disposiciones tenan el objetivo, segn la Comisin, de que la sociedad se diera cuenta de los beneficios que generaba esa institucin. Como la sucursal de la Comisin en Jalapa no se haba instalado, el gobernador Heriberto Jara remiti un telegrama en el que preguntaba a la JAC cules eran las razones por las que no se haba hecho. Esta respondi que esperaban que el gobierno nombrara a las personas que la integraran, pero el Comit Ejecutivo de la Comisin les contest que mientras se remitan los nombramientos, ellos deban comenzar a trabajar con personas que se propusieran para los cargos. Es de mencionar que no slo los comerciantes eran los nicos que abusaban de la poblacin, pues en una denuncia presentada por el mayor Miguel W. Herrera se mencionaba que el encargado de la venta de azcar mostraba un mal comportamiento hacia los compradores, aunque se reconoca que las personas no guardaban la compostura mientras esperaban que se les surtiera el azcar, motivo por el que se sugera que el encargado recogiera las tarjetas de los que incurrieran en desrdenes. Despus de hacer una investigacin, la JAC se percat que los problemas eran causados por la mala calidad de las tarjetas que impedan saber las cantidades asignadas, por lo que se solicit que la Tipografa de Gobierno elaborara otras que deban contar con el sello de la Corporacin.59

Tambin se dispuso que el expendio de azcar trabajara tres das a la semana con un horario de 7 a 11 de la maana. una de las estrategias que utiliz la Comisin Reguladora de Jalapa para bajar los precios fue la apertura de establecimientos que slo vendan artculos de primera necesidad, pero su plan no logr obtener los resultados esperados. Para tratar de abastecer de maz a la poblacin, la JAC concibi el proyecto de solicitar que los comerciantes entregaran una cantidad de dinero que servira para esta finalidad, propuesta que no fue bien recibida por estos quienes manifestaron al gobernador que se les amenazaba para pagar la contribucin. El mandatario indic que no se les poda obligar a sufragar y que slo deban hacerlo aquellos que tuvieran solvencia. sin embargo, la Corporacin no acat la disposicin del gobernador, tal como se puede observar en la denegacin de la peticin que hicieron F. L. Guizot, padre e hijo, y J. M. Martnez para que se les eximiera del pago, pues la Corporacin argumentaba que todos los capitalistas de la ciudad, sin excepcin, deban contribuir a la compra del maz. Ante tal situacin, un grupo de comerciantes, encabezados por Manuel Snchez Rodrguez, Luis Caraza, Julio Olivier y Luis Gorozpe, remitieron a la Corporacin un plan para suministrar maz a Jalapa, Coatepec y Teocelo, el cual fue aprobado por la JAC y se dispuso que Pedro Muoz fungiera como su representante en el Comit. Los propsitos del Comit se veran trastornados a causa de las disposiciones federales que prohiban que los ferrocarriles transportaran maz, frijol y panela. Ante tal situacin, el superintendente de los Ferrocarriles de Mxico solicit al municipio que le informara si segua vigente la anterior disposicin.60 Esta le contest de manera afirmativa, pero el coronel J. P. Lizalde, quien funga como jefe de armas, le indic al superintendente que la medida haba sido derogada por Carranza, por lo que tena libertad para introducir los artculos de primera necesidad a la ciudad.

Al mismo tiempo, la jefatura tambin solicit a la Comisin Reguladora que pidiera a los comerciantes que asignaran precios equitativos a las mercancas, pero el requerimiento no fue acatado, pues a mediados de mayo se denunci que los productos alcanzaban precios inmoderados, motivo por el que se exhortaba a la Comisin que castigara a los comerciantes que no cumplan las rdenes. uno de ellos, G. J. Medina, le mand una carta a Lizalde en la que le informaba del precio de la tonelada de maz y, con ello, se diera cuenta de las razones por las que los precios eran elevados. Es importante mencionar que el aumento en los precios de los artculos de primera necesidad era consecuencia de la creciente inflacin, tal como se puede observar en el caso del referido Manuel Zrate quien en abril mencion que el costo de las raciones de presos sera de 2.10, monto que no fue aceptado por la JAC la cual ofreci dos pesos. Como se puede observar, en abril se produjo el incremento ms considerable (casi el 70%), pues en los meses anteriores haban sido graduales, pero si se toma en cuenta la inflacin global se advierte que de febrero de 1915 a abril de 1916 aument en 638%. Sin embargo, la Comisin, la JAC y la Jefatura decidieron, el 30 de abril, establecer ciertos precios a los productos que los comerciantes deban respetar so pena de castigo. Para tratar de mitigar la carencia de alimentos, la Corporacin decidi promover entre la poblacin el cultivo de las tierras baldas que se encontraban en el municipio.61 La anterior propuesta tuvo una buena aceptacin por lo que se concedieron permisos para sembrar en algunos predios, pero se hizo la advertencia a los beneficiados de que no deban talar los bosques. Aunque en la Jefatura de Armas se produjo un cambio, pues el 23 de mayo el mayor Rosendo Castillo sustituy a Lizalde, esta no abandon su postura de exigirle a la Comisin Reguladora que evitara el alza inmoderada de los precios. Castillo estaba convencido que la caresta era provocada por los productores y por el tipo de moneda de cambio.

Una de las primeras acciones del jefe de Armas fue la imposicin de multas a los comerciantes que no haban cumplido con la orden de asignar precios moderados. As, Ramn Bouchez pag 1 000 pesos y Miguel Enrquez 500. A fin de continuar con la poltica de regulacin de precios, la JAC solicit a la Oficina Subalterna del Timbre que realizara ese trabajo y esta pidi que se nombraran seis personas que se desempearan como peritos calificadores. El Cabildo propuso a Narciso Jimnez Guerra, Enrique Mndez Alcalde, Arturo Bueno, Rodolfo Casas, Alberto Mendoza Alba e Ignacio Cerda. La accin conjunta de la JAC, la Jefatura y los peritos rendiran frutos, pues se sancion a los comerciantes que no aceptaban los billetes emitidos en Veracruz, a los que acaparaban mercancas en las garitas y a los que alteraban los precios.62 A los primeros slo se les amonest, en tanto que a los acaparadores y alteradores se les aplicaron multas de 500 pesos.63 Otro que tambin sufri las consecuencias del control de los precios fue Manuel Zrate, quien buscaba que en junio se le pagaran 30 centavos de oro nacional por cada racin de alimentos de los presos, pero la Corporacin le advirti que cuando la plata estuvo vigente slo se le dieron 21 centavos como mximo y a ello se deba sumar que la Comisin Reguladora no haba autorizado alza alguna, motivo por el que se le sufragara 20 centavos de oro nacional que era el equivalente a un peso infalsificable, propuesta que a regaadientes acept Zrate. El 9 de junio de 1916, el coronel Francisco Mayer, quien era el inspector de las Comisiones Reguladoras de Comercio, indic a la JAC que era necesario reorganizar la sucursal jalapea. Por tal motivo se decidi que el Comit Ejecutivo estuviera integrado por Luis G. Morales (presidente), A. Laca (secretario), Guillermo Bravo (tesorero), Luis Caraza, Alberto Mendoza Alba, Amador Zafra y Manuel Lara (vocales).

En el caso de los inspectores, se respetaran los que haban sido designados con anterioridad. Aunque en un principio se haba determinado que cada municipio tuviera su propia sucursal de la Comisin Reguladora, lo cierto es que estas no se establecieron y comenzaron a llegar quejas a la de Jalapa en la que se informaba de la caresta y alza inmoderada de los precios. Esta contest a los diversos requerimientos de sus congregaciones que careca de las atribuciones para intervenir, pero a mediados de junio comenz a dictar medidas tendentes a evitar los abusos que se daban en poblaciones como Banderilla, Jatetitla, Jilotepec, San Jos Miahuatln, Coacoatzintla, Tatatila y Tonayan.64 Con la intencin de evitar que el maz escaseara en Jalapa, los comerciantes Luis Caraza, Julio olivier y Rebolledo compraron, a mediados de junio de 1916, varias toneladas en Estados unidos, pero como este se encontraba detenido en el puerto de Veracruz, el jefe de Armas tuvo que negociar con el Superintendente de los Ferrocarriles para que se permitiera su libre trnsito. La semilla lleg a Jalapa a finales de ese mes, situacin que aprovech el gobernador para solicitarle a la JAC que remitiera diariamente un carro de maz a Perote, pero esta contest de manera negativa por carecer de "suficientes reservas del grano". Ante tal respuesta, el mandatario orden que la Corporacin permitiera el cultivo de las tierras desocupadas en las juntas municipales y no se continuara con la importacin de cereales. Tambin dispuso que se permitiera la salida de mercancas a las poblaciones limtrofes de Jalapa. La Corporacin form varias comisiones para que se encargaran de la medicin de las tierras, pero solicit que el gobernador aprobara sus acciones para no tener problemas polticos con sus congregaciones.

Como el 2 de julio de 1916 Carranza autoriz que se permitiera el libre trnsito de mercancas en toda la repblica, el mandatario veracruzano, en un afn de incentivar la economa, decret que no se cobraran las contribuciones hasta nuevo aviso. El despacho de azcar se convirti en un foco de controversia entre la Jefatura de Armas y la JAC, pues la primera solicit que se cesara al administrador Arango por los supuestos abusos que cometa.65 La Corporacin se neg a hacerlo pues argumentaba que no exista ninguna arbitrariedad de parte del administrador. Era cierto que se haba estipulado que este deba expender 250 gramos diarios a cada familia, y slo en casos especiales, y previa autorizacin de la Jefatura, poda vender un kilogramo, lo cierto es que entregaba esa cantidad a cada familia por las dificultades que existan para obtener el azcar, adems de que se deba tener en cuenta que se proporcionaba ese producto cada cuatro das. A manera de revancha, la Corporacin denunci que los soldados se introducan a los sembrados para robarse los elotes, motivo por el que pedan que la Jefatura hiciera que cesaran unos agravios que afectaban a la poblacin. otro que tambin se quej del municipio fue Manuel Zrate quien, a principios de julio, indic que ya no suministrara la alimentacin de los presos porque no le convena a sus intereses. La Corporacin le solicit que continuara con su labor mientras encontraba a otro proveedor. La molestia de Zrate era explicable pues no se le haba pagado desde abril de ese ao, y aunque se le abonaron 40 000 pesos en papel moneda de la Comisin de Veracruz, no se haba cubierto el monto total de la deuda que, segn Zrate, ascenda a 16 400, pues el dinero abonado se reduca a 4 000, motivo por el que suplicaba que se le entregaran otros 4 200 pesos en papel moneda infalsificable. Como el gobernador estimaba que el abasto de alimentos comenzaba a normalizarse, orden el 10 de julio que se hiciera una reforma en las Comisiones Reguladores de Comercio, misma que estipulaba que los presidentes de las JAC ya no fungiran como presidentes de las Comisiones, pero unos das despus dispuso que las Comisiones deban cesar en sus funciones y seran las Corporaciones las que se encargaran de vigilar a los comerciantes.66

El mandatario tambin solicit que los presidentes de las Comisiones rindieran un informe detallado de las multas que impusieron y el destino del dinero recaudado, asimismo, determin que los empleados de las Comisiones recibieran su sueldo hasta finales de agosto de 1916 y que cada mes se remitiera una lista detallada de los precios de los artculos de primera necesidad. Aunque en un principio se haba determinado que el despacho de azcar tambin desaparecera, el 25 de septiembre de 1916 se acord que este seguira en funciones pero sera supervisado por el oficial mayor de Gobierno. Pese a las previsiones del gobierno, a principios de diciembre se volvi a presentar el fantasma de la caresta y el alza inmoderada en los precios de los artculos de primera necesidad, motivo por el que el mandatario emiti un decreto en el que peda que se denunciara y castigara a los comerciantes que especulaban con los productos. El edil Soledad Gonzlez fue comisionado por la JAC, en los primeros das de marzo de 1917, para vigilar a los "malos comerciantes". Una de las primeras denuncias recibidas fue contra Martn Rizo, quien funga como administrador de los molinos de nixtamal que existan en la ciudad. Se deca que este haba incrementado el costo de la molienda de un centavo a dos por cada litro de nixtamal, aumento que no haba sido autorizado por la JAC y que causaba "graves prejuicios" a la "clase proletaria". Esta no era la primera vez que Rizo buscaba elevar el costo de su servicio, pues en agosto de 1916 solicit que se le autorizara cobrar diez centavos en vez de los cinco que perciba por cada litro de maz. Ante las protestas de Rizo, la Corporacin le permiti cobrar un centavo y medio, medida con la que qued conforme en ese momento aunque, unos meses despus, volvi a reiterar su peticin de que aumentara la cuota.67 Soledad Gonzlez tambin expuso que Roberto Rivera acaparaba la leche que se traa de las poblaciones vecinas, situacin por la que solicitaba que el inspector de polica destacara varios agentes en la garita para evitarlo.

Al comerciante Leopoldo Zamora tambin se le acus de ser acaparador de maz, aunque en este caso no se saba si la semilla la enviaba a otros lugares o la almacenaba con la intencin de venderla a un precio ms alto cuando comenzara a escasear. Zamora no fue el nico que haba incurrido en esta prctica, pues tambin se acus a Antonio Salbitano, Gregorio Bustamante y Ascensin Hernndez de tener escondida una gran cantidad de maz que pensaban comercializar cuando el grano alcanzara su costo ms alto. Ante tal situacin, los concejales proponan que se realizara una reunin con los comerciantes para advertirles que deban poner la semilla en venta, a un precio equitativo y no deban sacarlo del vecindario. La reunin fue infructuosa, pues los comerciantes negaron tener existencias de maz. Pese a las medidas acordadas, la carga de maz comenz a expenderse a 16 pesos, lo que significaba un aumento de 100% si se toma en cuenta que en enero de ese ao se venda a ocho pesos. Para remediar la caresta de azcar, pues no slo no haba suficientes existencias sino que su precio haba aumentado, la JAC celebr una conferencia con los dueos de las haciendas productoras para pedirles que remitieran dos toneladas diarias a la ciudad, peticin que no fue concedida por los hacendados, pues decan que como sus caaverales haban sido quemados, carecan de material suficiente para elaborarla y a ello se deba sumar que los jornales de los operarios haban subido de 50 centavos a 1.50 pesos. Estas circunstancias les impedan vender el azcar a un precio ms bajo y tampoco tenan potestad para impedir que su producto saliera de la entidad, pues la Constitucin expresaba que por ningn motivo se deba impedir la salida de efectos de un lugar a otro.68 Como los productores se negaron a apoyar a la Corporacin y ante el peligro de que los comerciantes tampoco acataran sus rdenes y mandaran los artculos fuera de Jalapa, la JAC solicit a los encargados de los ferrocarriles que no permitieran que los comerciantes transportaran ms de diez bultos de azcar, aunque advirti que los nicos que tenan permiso para trasladar grandes cantidades de ese producto eran los hacendados.

Para facilitar el control sobre el maz, la municipalidad dispuso cuatro medidas: que los agentes de polica formaran un padrn de vendedores; que se solicitara al delegado de la congregacin de El Castillo que impidiera que los agentes de comercio lo acapararan; que los productores deban introducirlo de manera directa y venderlo al precio que la Corporacin sealaba; y se deban vigilar las garitas de Naolinco, de El Castillo y de la ciudad de Mxico para evitar que se produjeran traspasos fraudulentos. Como medida adicional, y en respuesta a una peticin del presidente Carranza, la JAC procedi a repartir tierras baldas para que se efectuaran siembras de maz. Como el precio de la semilla continuaba elevado, la Corporacin decidi, a mediados de agosto de 1917, que el precio mximo al que se poda vender era de catorce centavos el litro y slo en casos extremos se podra expender a 16. La caresta de maz se acentu en septiembre, motivo por el que se dict una serie de medidas tendentes a abastecer de semilla a la ciudad, evitar su acaparamiento, detener su salida y evitar abusos como el que cometan los molinos de nixtamal que se quedaban con una parte de la masa que molan. Las disposiciones de la JAC no lograron aminorar la crtica situacin, pues de septiembre de 1917 a marzo de 1918 continuaron las quejas por el acaparamiento de la semilla, el aumento en su precio y los robos que sufran sus productores. De hecho, el gobernador interino D. Victoria public, el 2 de febrero de 1918, la circular 41 en la que buscaba poner fin al "alza inmoderada" de los precios y al desabasto de granos.69 El escenario comenz a cambiar a partir de abril de 1918, pues ya no se registraron denuncias ante la Corporacin relativas al alza de los precios o acaparamiento de alimentos, lo cual se puede explicar por el hecho de que la situacin poltica, tanto de la ciudad como del estado, era ms estable y se haban restablecido los circuitos comerciales.70

A manera de conclusin

A diferencia de otras regiones del pas y aun de la misma entidad, en Jalapa no se manifestaron voces que mencionaran que la poblacin padeca hambre, as como tampoco se tienen noticias de que se hayan realizado motines por falta de alimentos o por la especulacin de los mismos. Sin embargo, ello no significa que la poblacin no hubiera sufrido desabasto ocasionado por los comerciantes y productores, quienes aprovecharon las circunstancias polticas y militares para elevar los precios de los artculos de primera necesidad. A pesar de los cambios que se produjeron en su personal, generados en buena medida como consecuencia de las vicisitudes polticas por las que atravesaba el pas entre 1914 y 1915, la JAC siempre mantuvo una actitud "paternalista" tendente a aliviar las necesidades del vecindario "ms necesitado". Es de advertir que los mismos miembros de la Corporacin mencionaban la importancia de asumir una posicin "paternalista" para lograr "atender las necesidades" de la poblacin, pues saban que de esa manera se poda garantizar que no se produjeran explosiones de descontento popular, lo cual podra ocasionar que la situacin social se saliera de los cauces. Pese a que la JAC trat de aminorar los efectos de la crisis alimentaria, se ha mostrado en el artculo que los habitantes tuvieron que pagar precios altos por el maz, el frijol y la manteca, as como padecer abusos en los molinos o en el abastecimiento de lea, situaciones que, por ms disposiciones que dictaba el Cabildo, no siempre se podan controlar, debido sobre todo a la lucha de intereses que se estableci entre la Corporacin, los comerciantes y los hacendados. Como bien lo ha sealado Abel Jurez, la crisis alimentaria sera originada, ante todo, por las acciones de los comerciantes, los acaparadores y los hacendados que no velaban por el inters pblico sino por el personal.71

La carencia de recursos econmicos limit las posibilidades de la JAC para tener una intervencin ms directa en la resolucin de la problemtica, tarea que tuvo que asumir la Cmara de Comercio que no slo cre una instancia que tena la funcin de regular los precios y el abasto de alimentos, sino que tambin invirti una buena cantidad de dinero para hacerla funcionar. Aunque los esfuerzos de la JAC y de la Cmara no detendran la inflacin de los precios, la especulacin y los abusos de los comerciantes, no se puede pasar por alto que ayud a que la situacin que se viva en la ciudad fuera menos catica y aflictiva que en otras regiones del pas durante la misma poca. Sin embargo, la JAC no siempre sali airosa en sus intenciones de fijar los precios en el mercado, as como en el abasto de los alimentos. Su intervencionismo ante la Cmara de Comercio le generara importantes fricciones, sobre todo a causa de que esta buscaba que imperara la poltica de libertad de comercio, con el fin de obtener el mximo de ganancias en un escenario de guerra que azotaba a todo el pas y que, como se presenta en la introduccin del artculo, afect a diversas regiones del pas con resultados diferenciados. El ejemplo de la JAC de Jalapa muestra que es necesario realizar un mayor nmero de estudios particulares sobre las instancias de gobierno locales y su intervencin social; en otras palabras, "microhistorias institucionales" para determinar de qu manera se enfrent la crisis de abasto de alimentos entre 1914 y 1917, y cules fueron sus consecuencias en las diversas regiones y estados del pas. Con lo anterior, se lograr tener un panorama ms amplio y profundo acerca de las consecuencias de las acciones armadas en el mbito cotidiano y de la manera en la que se implementaron acciones, en los mbitos local, estatal y nacional, para resolver la problemtica de la caresta y el desabasto de alimentos.

Fuentes consultadas

Archivo

AHX Archivo Histrico de Xalapa.

Hemerografa

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Notas

1 Ulloa, "Lucha", 1988, p. 1141; Romero y Ulloa, "Crisis", 1985, pp. 867, 869; Falcn, "San Luis", 1996, p. 205; Rojano, "Ciudad", 2010, y Jurez, "Especulacin", 1989, pp. 234-235. Las excesivas emisiones del dinero del gobierno de Carranza provocaron su desvalorizacin al grado que su valor adquisitivo descendi hasta representar 1%. La devaluacin no slo afect a los billetes impresos en el pas sino tambin a los "infalsificables" del American Bank Notes Co. y a los emitidos por el Banco Nacional de Mxico, el de Londres y Mxico y los estatales. El valor del peso frente al dlar se deterior. A mediados de 1914 era de 3.75 y en marzo subi a 9.25. En el transcurso de este periodo, la moneda se devalu en seis ocasiones.

2 Ulloa, "Lucha", 1988, p. 1142; Hernndez y Ulloa, "Ciudad", 1985, p. 875; Rojano, "Ciudad", 2010, y Meyer,Revolucin, 2007, p. 109. Hernndez y Ulloa indican que los precios de los productos en la ciudad de Mxico aumentaron en 1915 en 475%. Por su parte, Edgar Damin Rojano consigna que Pablo Gonzlez informaba en 1915 que el precio del maz se haba elevado entre 1 200 y 1 500%, el frijol 700%, el arroz 800% y la harina 400%. Jean Meyer menciona que el hectolitro de maz se compraba a 40 pesos en 1915, cantidad que evidenciaba que el costo de ese producto se haba incrementado excesivamente, sobre todo si se comparaba con las tarifas de 1910.

3 ToblerRevolucin, 1994, pp. 321-322. Referencias generales sobre la situacin de desabasto de alimentos y las acciones realizadas para mitigar el problema, tanto en la ciudad de Mxico como en diversas regiones del pas, se puede consultar en ValadsHistoria... Violencia, 1985, t. III; e Historia... Alto, 1985, t. IV; Ribera,Casa, 2010; Romero y Ulloa, "Crisis", 1985; Hernndez y Ulloa, "Ciudad", 1985; Rojano, "Ciudad", 2010; Falcn, "San Luis", 1996; Aguilar y Meyer, Sombra, 2009; KnightRevolucin, 1996; Meyer, Revolucin, 2007, y Guzmn, Huella, 2011. Para el caso del estado de Veracruz existen referencias generales en Melgarejo, Breve,1960; Garca y Corzo, Sumaria, 1990, y Blzquez, Breve, 2000.

4 Olivera, "Presentacin", 2010, pp. 12-13. Alicia Olivera muestra que los testimonios orales constituyen una herramienta fundamental para rescatar los recuerdos de los narradores y que, en muchas ocasiones, no aparecen referidos en otro tipo de documentos. Relatos de este tipo permiten construir una historia social de los de abajo, aunque, como todo producto de la memoria, se debe tomar con cautela.

5 Tovar, "Mxico", 1989, p. 79; Rojano, "Ciudad", 2010; Meyer, Revolucin, 2007, p. 109, y Jurez, "Especulacin", 1989, p. 259. Meyer y Rojano indican que ante la carencia de alimentos, la gente coma tortas de polvo de haba o salvado mezcladas con aserrn, as como tambin se haca masa de harina de olote y yeso. En el caso de Veracruz, Jurez menciona que se recurri a la elaboracin de tortillas de harina de pltano.

6 Servn, "Historias", 1989, pp. 46-47; Lara y Lara, "Carranclanes", 1989, pp. 134-135; Vargas, "Ciudad", 1989, pp. 180-181; TaracenaHistoria, 1987, pp. 173-174, y Romero y Ulloa, "Crisis", 1985, p. 871. A Mara Massieu le toc presenciar el saqueo de una tienda por una multitud y deca que con una "mezcla de terror y curiosidad" observ cmo quedaron tirados varios cuerpos que se mezclaron con el frijol y el azcar. A raz de esta experiencia, ella asoci a la revolucin con el hambre y la muerte. Por su parte, los hermanos Miguel y Spencer Lara mencionaban que ellos ayudaron a detener unos carros que llevaban mercancas a las bodegas de La Merced y, gracias a su temeraria accin, la "gente del pueblo" se pudo surtir de alimentos que los especuladores iban a vender ms caros.

7 Ortiz, "Alborada", 1989, p. 72; Palafox, "Semblanzas", 1989, p. 223; Pozos, "Ayotzingo", 1989, p. 67; WomackZapata, 1982, pp. 236-237; Galicia, Almacn, 1997, pp. 21 y 38; De la O, "Catlogo", 2005, pp. 92, 94, 98, 103, 158 y 235, y Luna, Archivo, 1980, pp. 62 y ss. Womack afirma que los campesinos de Morelos no padecieron hambre, debido a que cultivaban las tierras de las haciendas de las que sacaban una gran produccin que provoc que los precios fueran bajos. Esta afirmacin debe ser matizada, pues diversos testimonios provenientes del archivo de Genovevo de la O daban cuenta de que haba escasez de maz en la mayor parte de las poblaciones del estado, motivo por el que algunos generales zapatistas introducan trenes cargados de vveres para repartirlos entre la poblacin. Por lo anterior no debe sorprender que Rutilo Galicia afirmara que el maz se consideraba "un tesoro" y "una bendicin de Dios para nuestras familias y para mucha gente que sufri de hambre". Galicia resumi la situacin en las siguientes palabras: "hay guerra, hay peste, hay hambre, no se consiguen alimentos, no hay dinero".

8 Bello, "Memorias", 1989, p. 216, y Fernndez y Esteban, "Revolucin", 1989, pp. 14-15.

9 Martnez, "Pareca", 1989, p. 29.

10 Villegas, Emilia, 1984, p. 84; Espejel, "Ixtln", 1989, pp. 48-49, y Martnez, "Relatos", 1989, pp. 252-253.

11 Martnez, "Relatos", 1989, p. 252; Fernndez y Esteban, "Revolucin", 1989, pp. 14-15; Martnez, "Pareca", 1989, p. 29; Palafox, "Semblanzas", 1989, p. 223; Ochoa, Chvez, 2004, pp. 20 y 46, y Garca, Carolina, 1992, pp. 82-83.

12 Jurez, "Especulacin", 1989, p. 240. Las Juntas de Administracin Civil se establecieron en 1914 con la intencin de controlar al municipio y realizar las funciones propias del Ayuntamiento como recabar impuestos y tomar decisiones polticas. Una de sus responsabilidades fue la de recabar, controlar y distribuir los artculos de primera necesidad como el maz, el frijol, el arroz y la cebada. Como las Juntas de Administracin Civil sustituyeron a los ayuntamientos, en adelante se utilizar sinnimos alusivos a esta dependencia.

13 Tercer, 1918, p. 23. El cantn de Jalapa tena 92 249 habitantes en 1910. Era el tercer cantn ms importante del estado, slo detrs del puerto de Veracruz (142 808) y de Orizaba (99 819).

14 Jurez, "Especulacin", 1989, pp. 235 y 244.

15 Blzquez y Corzo, Coleccin, 1997, p. 459.

16 Sobre este asunto puede consultarse Hall y CoerverRevolucin, 1995, pp. 79-99.

17 Archivo Histrico de Xalapa (en adelante AHX), Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 23 de abril de 1914, pp. 142-143.

18 Ibid., libro 108, sesin del 28 de abril de 1914, p. 1 y sesin del 6 de mayo de 1914, p. 3.

19 Blzquez, Xalapa, 1992, pp. 75-76. Jurez, "Especulacin", 1989, p. 231. Blzquez y Jurez indican que la lucha armada de los aos constitucionalistas provoc la destruccin de la agricultura, la ganadera, los ferrocarriles y la industria veracruzana.

20 Jurez, "Especulacin", 1989, pp. 235 y 237. Para incentivar el cultivo, el jefe del Estado Mayor, coronel A. Rodrguez, ofreci un premio al propietario, mediero o aparcero que cultivase la mayor extensin de terreno. Como no se obtuvieron resultados, se utiliz el recurso de comprar las cosechas al tiempo y la importacin de maz.

21 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 25 de enero de 1915, p. 126 y sesin del 28 de enero de 1915, p. 127; El Pueblo, 27 de enero de 1915, p. 1 y 31 de enero de 1915, p. 1. Las quejas de la poblacin no estaban infundadas, pues se deca que las cajas de cerillos haban aumentado de cinco a quince centavos lo que representaba un aumento de 150%. El subsecretario de la Cmara de Comercio neg, en una entrevista realizada por el peridico El Pueblo, que el precio hubiera aumentado, sino que ms bien la falta de numerario haba provocado que se tuvieran que vender dos cajas en quince centavos. Ante tal situacin, se organiz una comisin que deba averiguar las razones del aumento en el costo.

22 El Pueblo, 31 de enero de 1915, p. 1; 22 de febrero de 1915, p. 1; 23 de febrero de 1915, p. 1; 26 de febrero de 1915, p. 6 y 27 de febrero de 1915, p. 6. El secretario de la Cmara de Comercio atribua el incremento en los precios a la exportacin de los granos al extranjero. De hecho, deca que haban salido cuatro vapores a Cuba que llevaban de 12 000 a 15 000 sacos de frijol, situacin que haba ocasionado que ya no hubieran existencias en Perote, San Marcos y Esperanza. Como el frijol se venda en Cuba en 40 o 45 centavos, el secretario sugera que se comerciara en 50 centavos o un peso para evitar su salida hacia el extranjero, pues era evidente que los costos a los que se compraba en el pas, entre doce y 22 centavos, no resultaban atractivos para los productores. Ante tal situacin, sugera que se persiguiera a los acaparadores que eran los que obtenan grandes ganancias cuando sacaban las semillas del pas. Ante la demanda de las Cmaras de Comercio de Mxico, de Veracruz y de Jalapa de que se prohibiera la exportacin de granos, el 12 de febrero la Secretara de Hacienda acord que no se permitira la exportacin de ganado, trigo, maz, harina, cebada y frijol. La poblacin de Teocelo tambin demand que se prohibiera la exportacin de pltano y pidi que se prohibiera la destruccin total o parcial de los plantos. La Cmara de Comercio de Veracruz solicit que se incentivara la importacin de artculos de primera necesidad y se tena confianza en que el gobierno establecera medidas que tendieran a incentivar el comercio interior, situacin que se tornaba urgente debido a que se exportaba una gran cantidad de ganado. De hecho, se mencionaba que en ese momento haba ms de 5 000 cabezas que estaban a punto de embarcarse.

23 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 28 de enero de 1915, p. 127 y sesin del 1 de febrero de 1915, p. 129.

24 Ibid. , libro 108, sesin extraordinaria del 4 de febrero de 1915, pp. 130-131; sesin del 8 de febrero de 1915, p. 132; sesin del 12 de febrero de 1915, p. 135 y sesin del 23 de febrero de 1915, pp. 137-138; Jurez, "Especulacin", 1989, p. 240. La respuesta ante las acciones de la JAC fue positiva, pues los habitantes de Jalapa dieron "voto de gracia" a las autoridades. Por su parte, Guillermo E. Cerdn consigui tres carros de maz para venderlo a un precio razonable.

25 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 26 de febrero de 1915, p. 140; El Pueblo, 1 de marzo de 1915, p. 3; Jurez, "Especulacin", 1989, p. 245. Los abusos de los comerciantes llegaban al punto de que se deca que se haba fijado el precio de las tortillas a un centavo por unidad, situacin que no era justificable en funcin de que haba entrado una considerable cantidad de maz al puerto de Veracruz. En Ro Blanco, el precio de las tortillas alcanz los cinco centavos por unidad.

26 Romero y Ulloa, "Crisis", 1985, p. 870; La Convencin, 18 de mayo de 1915, p. 3. La accin del gobernador poblano se explicaba por la gran escasez de granos que exista en ese estado, motivo por el que no debe sorprender que otros gobernadores, como el de Chihuahua y el de Jalisco, tambin dictaran medidas tendentes a evitar la salida de cereales. La caresta de maz en Puebla ocasion que se vendiera a 2.50 pesos el cuartillo.

27 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin extraordinaria del 3 de marzo de 1915, pp. 145-146; sesin del 5 de marzo de 1915, p. 147; sesin del 8 de marzo de 1915, p. 148 y sesin del 12 de marzo de 1915, p. 150. Por razones que desconocemos, todos los vocales vinculados con la Cmara (Manuel Hernndez, Enrique Mndez Alcalde y Pedro Mora Beristin) quisieron renunciar a la JAC, pero el gobernador no admiti sus dimisiones.

28 Las Noticias, 13 y 18 de abril de 1915, p. 22. Se haca referencia a la circular del 13 de marzo de 1915. En ella se invitaba a los comerciantes a vender sus semillas en otros lugares para lo cual se les extenderan salvoconductos que ampararan los furgones, carros y vehculos de transporte, asimismo se pondra a su disposicin furgones en los ferrocarriles que estaban bajo dominio constitucionalista. Tambin se adverta a los jefes militares y autoridades civiles que se abstuvieran de "tomar" los productos. La disposicin deba ser acatada por los gobernadores, los comandantes militares y el director del ferrocarril constitucionalista.

29 Blzquez, Xalapa, 1992, p. 76; La Convencin, 16 de enero de 1915, p. 8; 25 de marzo de 1915, p. 7 y 26 de marzo de 1915, p. 7. Carranza decret, en diciembre de 1914, la incautacin del servicio de ferrocarriles, mismo que slo se destin a las necesidades militares y slo una parte permaneci abierta al trnsito normal. La disposicin del primer jefe sera alabada por el peridico La Convencin, pues se deca que con ello haba desaparecido la amenaza de una posible paralizacin del trfico ferrocarrilero, pero sobre todo se garantizaba que no se careciera de artculos y mercancas de primera necesidad.

30 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 12 de marzo de 1915, p. 151 y sesin del 15 de marzo de 1915, p. 154; Florescano y SwanBreve, 1995, pp. 76-79; El Pueblo, 17 de marzo de 1915, p. 5. Las medidas tomadas por el Cabildo jalapeo no eran novedosas, pues fue recurrente que en pocas de escasez las autoridades decimonnicas, sobre todo del Bajo y el centro del pas, obligaran a los hacendados a hacer una relacin jurada de sus existencias de maz, frijol y trigo. Es de destacar que el 16 de marzo, el secretario de Fomento Pastor Rouaix solicit que se realizara un informe de la cantidad de trigo que se poda obtener en la siguiente cosecha y adverta que se dictaran medidas para darle garantas a los agricultores, as como se evitara tomar los productos sin la debida retribucin.

31 Las Noticias, 8 de abril de 1915, p. 8; Jurez, "Especulacin", 1989, p. 245. Orizaba y el puerto de Veracruz tambin experimentaban el desabasto de manteca, lugares en los que se venda al mismo precio que en Jalapa, lo contrario suceda en Ro Blanco donde alcanz un precio de 3.50.

32 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 24 de mayo de 1915, p. 183. Besaury no estuvo de acuerdo con la determinacin de la JAC, por lo que pidi que se le permitiera seguir con las labores de su fbrica y el 24 de mayo de 1915 se le dio la autorizacin.

33 Ibid., libro 108, sesin del 15 de marzo de 1915, p. 154; sesin del 19 de marzo de 1915, p. 155; sesin del 12 de abril de 1915, p. 165; sesin del 19 de abril de 1915, p. 168, y sesin del 17 de mayo de 1915, p. 181.

34 Ibid. , libro 108, sesin del 28 de enero de 1915, p. 127; sesin del 7 de mayo de 1915, p. 175, y sesin del 10 de mayo de 1915, p. 179.

35 Ibid. , libro 108, sesin del 17 de mayo de 1915, p. 181, sesin del 21 de mayo de 1915, p. 183; sesin del 28 de mayo de 1915, p. 188, y sesin del 18 de junio de 1915, p. 11.

36 Ibid. , libro 108, sesin del 28 de mayo de 1915, p. 187; El Pueblo, 2 de junio de 1915, p. 5; Jurez, "Especulacin", 1989, p. 244. En El Pueblo se manifestaba que costaba 25 centavos el litro de maz en las tiendas establecidas, pues en el palacio de gobierno ya no se expenda a causa de la aglomeracin. Las autoridades determinaron que slo se entregaran raciones de cinco litros semanales a cada familia.

37 Una situacin similar se puede observar en la ciudad de Mxico, tal como se aprecia en varias fotografas incluidas en Olivera, Pueblo, 2010, pp. 56, 58, 74 y 75.

38 AHX, Actas de Cabildo, libro 108, sesin del 28 de mayo de 1915, p. 187; sesin del 31 de mayo de 1915, p. 188, y sesin del 31 de mayo de 1915, p. 189.

39 El Pueblo, 1 de junio de 1915, p. 5. Pese a estas disposiciones, se public un artculo en El Pueblo en el que acusaba a los comerciantes de propagar "noticias alarmantes" para depreciar la moneda y vender sus productos en un mayor precio. Pidi que la JAC obligara a los comerciantes a "moderar" sus ambiciones y que se les permitiera aumentar sus precios slo cuando mostraran la factura y carta de envo. Sin embargo, se mencionaba que los boticarios y a las vendedoras de chile de Misantla eran las que cometan los mayores abusos, situacin que toleraba la Cmara de Comercio sin que pusiera mayores objeciones.

40 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 7 de junio de 1915, pp. 2-3; sesin del 14 de junio de 1915, pp. 6-7; sesin del 14 de junio de 1915, p. 8; sesin del 18 de junio de 1915, p. 9; sesin del 14 de junio de 1915, p. 8; sesin del 18 de junio de 1915, p. 11, y sesin del 21 de junio de 1915, p. 14; Ribera, Casa, 2010, p. 114, y Hernndez y Ulloa, "Ciudad", 1985, pp. 878-879. No fue una tarea sencilla lograr que se establecieran precios moderados, tal como se poda apreciar en la ciudad de Mxico en la que su Ayuntamiento busc hacerlo, pero no logr su cometido debido a que no se poda asegurar el suministro de comida.

41 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 18 de junio de 1915, pp. 11-12; sesin del 21 de junio de 1915, p. 14; sesin del 25 de junio de 1915, p. 15; sesin del 25 de junio de 1915, p. 16; sesin del 2 de julio de 1915, p. 22, y sesin del 12 de julio de 1915, p. 29.

42 Ibid., libro 109, sesin del 25 de junio de 1915, pp. 16-17; sesin del 29 de junio de 1915, p. 22; sesin del 5 de julio de 1915, pp. 24-25, y sesin del 9 de julio de 1915, p. 26.

43 Ibid., libro 109, sesin del 2 de julio de 1915, pp. 22-24; sesin del 16 de julio de 1915, p. 32; sesin del 19 de julio de 1915, pp. 35-36; sesin del 23 de julio de 1915, p. 37, y sesin del 26 de julio de 1915, p. 41.

44 Blzquez y Corzo, Coleccin, 1997, t. XIV, p. 474. En este decreto se estipulaba que se impondran cuotas adicionales a los propietarios de predios rsticos y urbanos, as como a los comerciantes e industriales para "cubrir las necesidades del servicio pblico".

45 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 5 de julio de 1915, p. 24; sesin del 12 de julio de 1915, pp. 28-29; sesin del 16 de julio de 1915, p. 109, y sesin del 23 de julio de 1915, p. 37; ToblerRevolucin, 1994, p. 318; Ulloa, "Lucha", 1988, p. 1142; Vargas, "Ciudad", 1989, p. 181; TaracenaHistoria, 1987, p. 176; Romero y Ulloa, "Crisis", 1985, pp. 870-871, y Espejel, Olivera y Rueda, Emiliano, 1988, p. 326. Las oficinas prebostales se establecieron en las ciudades que estaban bajo dominio constitucionalista con la intencin de evitar la escasez, el encarecimiento y la especulacin de los productos de primera necesidad. Como no todos los comerciantes cumplan con las rdenes dictadas por los prebostes, estos tuvieron que recurrir a medidas disciplinarias tal como ocurri en la ciudad de Mxico en donde los vendedores no slo recibieron multas sino que tambin se los oblig a barrer las calles, castigo que produjo buenos resultados pues los precios de los artculos sufrieron una considerable rebaja. Asimismo se establecieron expendios municipales para vender artculos de primera necesidad a precios bajos y se organizaron juntas, comisiones y oficinas para regular los precios comerciales, mismos que desaparecieron, por lo menos en la ciudad de Mxico, a mediados de 1916 con la intencin de restablecer la libertad de comercio. En el caso de Morelos, la figura del preboste apareci en enero 1916 y se le otorg la facultad de recibir la mercanca decomisada para venderla a un menor precio y se determin que aquellas autoridades civiles y militares que no lo apoyaran o se opusieran a su actuacin, seran destituidas y arrestadas por seis meses.

46 El Pueblo, 26 de julio de 1915, p. 3. El coronel Sols indicaba que las funciones de la oficina prebostal seran las siguientes: revisar las mercancas y evitar que las ganancias fueran mayores a 20%; revisar las pesas y medidas; vigilar la sanidad de los efectos puestos a la venta; poner a la venta la mercanca decomisada; impedir la venta de alcohol a la tropa, e imponer infracciones que iban desde 50 hasta 500 pesos.

47 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 16 de julio de 1915, p. 31; sesin del 19 de julio de 1915, pp. 34-35; sesin del 23 de julio de 1915, p. 38; sesin del 26 de julio de 1915, p. 40; sesin del 2 de agosto de 1915, p. 42; sesin del 6 de agosto de 1915, p. 46, y sesin del 24 de agosto de 1915, p. 55.

48 Ibid., libro 109, sesin del 6 de agosto de 1915, p. 44; sesin del 13 de agosto de 1915, p. 49; sesin del 16 de agosto de 1915, p. 50; sesin del 31 de agosto de 1915, p. 62, y sesin del 21 de septiembre de 1915, p. 70.

49 El Pueblo, 6 de agosto de 1915, p. 3. El 31 de julio, los representantes de la Cmara, Julio Olivier y Manuel Zrate, sostuvieron una reunin con el preboste, en la que estuvieron de acuerdo en respetar las funciones de la oficina prebostal. Tambin se determin que la Cmara ya no tendra la encomienda de abastecer de maz a la ciudad, por lo que tenan que agotar las existencias del Fondo Regulador. Ante tal situacin, se plante que a partir del 2 de agosto se vendera el litro de maz a 35 centavos y tendra que disminuir a 30.

50 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 3 de septiembre de 1915, p. 63; sesin del 27 de octubre de 1915, pp. 78, 80; sesin del 25 de noviembre de 1915, p. 86 y sesin del 11 de diciembre de 1915, p. 93; El Pueblo, 28 de septiembre de 1915, p. 2; Jurez, "Especulacin", 1989, pp. 244-245; Blzquez y Corzo,Coleccin, 1997, t. XIV, pp. 601-602. De acuerdo con El Pueblo, la accin de los torcedores caus "buena impresin" en el resto de la sociedad, pues era tiempo de que se acabara con la "insaciable sed de especulacin de los comerciantes". Una manifestacin similar se produjo en el puerto de Veracruz en la que estuvieron presentes los trabajadores de los mueles, las amas de casa, las empleadas de comercio y los agricultores de Boca del Ro, Soledad y Cotaxtla. Como consecuencia de las manifestaciones, el gobernador interino, Agustn Milln, public el decreto 51, fechado el 16 de diciembre de 1915, en el que ordenaba castigar a los comerciantes que alteraran los productos o los vendieran en mal estado.

51 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 1 de febrero de 1916, p. 112; sesin del 4 de febrero de 1916, p. 112; sesin del 4 de febrero de 1916, p. 114; sesin extraordinaria del 7 de febrero de 1916, p. 114; sesin del 8 de febrero de 1916, p. 116, y sesin extraordinaria del 10 de febrero de 1916, p. 117.

52 El nuevo Ayuntamiento estaba conformado por Jess Marn (presidente), Pedro Muoz, Miguel Franco, Flix Mndez, Pedro Saldaa y Manuel C. Garca (vocales).

53 Espejel, Olivera y Rueda, Emiliano, 1988, pp. 415-416. Una situacin parecida a la de Jalapa se vivi en Cuernavaca, lugar en el que los carniceros se negaron a matar al ganado en el rastro para no pagar el impuesto correspondiente.

54 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 15 de febrero de 1916, p. 120; sesin del 29 de febrero de 1916, p. 129; sesin del 7 de marzo de 1916, p. 134; sesin del 4 de marzo de 1916, p. 136; sesin del 14 de marzo de 1916, p. 139, y sesin del 21 de marzo de 1916, p. 143.

55 Jurez, "Especulacin", 1989, p. 246. Los altos costos del maz ocasionaron que la carga se vendiera en 235 pesos, situacin que contrastaba con Quertaro y Guanajuato en donde se compraba a quince pesos.

56 AHX, Actas de Cabildo, libro 109, sesin del 21 de marzo de 1916, p. 143; sesin del 21 de marzo de 1916, p. 144; sesin del 24 de marzo de 1916, p. 6; sesin del 24 de marzo de 1916, p. 6; sesin del 28 de marzo de 1916, p. 6, y sesin del 28 de marzo de 1916, p. 7.

57 Ibid., libro 110, sesin del 28 de marzo de 1916, pp. 8-9, y sesin del 31 de marzo de 1916, pp. 11-12.

58 Ibid. , libro 110, sesin del 31 de marzo de 1916, p. 10, y sesin del 7 de abril de 1916, p. 15.

59 Ibid. , libro 110, sesin del 7 de abril de 1916, pp. 15-16, 20; sesin del 11 de abril de 1916, p. 21; sesin del 25 de abril de 1916, pp. 34, 36; sesin del 2 de mayo de 1916, p. 42, y sesin del 30 de mayo de 1916, p. 70.

60 Ibid., libro 110, sesin del 25 de abril de 1916, pp. 33, 35-36, y sesin del 28 de abril de 1916, pp. 39-40.

61 Ibid. , libro 110, sesin del 2 de mayo de 1916, pp. 42, 44; sesin del 12 de mayo de 1916, p. 55, y sesin del 23 de mayo de 1916, pp. 61, 63.

62 Espejel, Olivera y Rueda, Emiliano, 1988, pp. 316-319. Los comerciantes veracruzanos no eran los nicos que se oponan a la aceptacin de los billetes, pues una situacin similar se observ en Morelos donde el Consejo Ejecutivo —conformado por Manuel Palafox, Genaro Amezcua, Miguel Mendoza, Otilio Montao y Luis Zubira— public un decreto, el 27 de diciembre de 1915, en el que prohibi que los ayuntamientos y jefaturas militares emitieran papel moneda; asimismo se solicit que el Ministerio de Hacienda y Crdito Pblico realizara una emisin de billetes de 50 centavos y monedas de cobre de cinco, diez y 20 centavos, con la intencin de retirar los cartones circulantes de los valores antes mencionados. El Consejo mencionaba que la medida tenda a la unificacin del papel moneda de la revolucin y se adverta que en tres meses perderan valor todos los cartones, a excepcin del producido por el gobierno del estado. Es de advertir que el Consejo haba emitido un proyecto de ley el 17 de diciembre de 1915 en el que propona la eliminacin de los impuestos indirectos de los artculos de primera necesidad.

63 AHX, Actas de Cabildo, libro 110, sesin del 23 de mayo de 1916, p. 61; sesin del 30 de mayo de 1916, p. 67; sesin del 6 de junio de 1916, p. 73; sesin del 9 de junio de 1916, pp. 77-78 y sesin del 27 de junio de 1916, p. 90; Espejel, olivera y Rueda, Emiliano, 1988, pp. 323-327, 348. El 6 de enero de 1916, el general R. Castillo orden que todo comerciante, civil o militar, deba recibir los billetes emitidos por el gobierno convencionista y los cartones de la revolucin. El que se negara sera conducido al cuartel general y se le impondra una multa de 100 a 200 pesos la primera vez, de 200 a 500 la segunda, y la tercera sera encarcelado, al mismo tiempo que se le decomisara su mercanca. Tres das despus, el gobernador provisional Lorenzo Vzquez emiti un decreto que, segn deca, buscaba poner fin a la "sed inmoderada" de lucro de los "acaparadores" de los artculos de primera necesidad. Los artculos 2 a 8 establecan los castigos que se impondran a los comerciantes que escondieran su mercanca y no aceptaran los billetes revolucionarios. A diferencia de Castillo, Vzquez orden que todo infractor fuera encarcelado y sus mercancas entregadas al preboste. Tambin se estableca que seran encarcelados aquellos que acapararan las monedas y billetes. Al parecer la disposicin no se cumpli, pues el 11 de agosto de 1916 el jefe militar de Cuantepec mencion que el Cuartel General emiti una disposicin en la que se obligaba a la circulacin del papel moneda emitido por el gobierno y se estipulaba el encarcelamiento de los comerciantes que no lo aceptaran y el decomis de su mercanca.

64 AHX, Actas de Cabildo, libro 110, sesin del 9 de junio de 1916, p. 79; sesin del 20 de junio de 1916, p. 83; sesin del 23 de junio de 1916, p. 87; sesin del 27 de junio de 1916, pp. 89-90; sesin del 4 de julio de 1916, p. 94, y sesin del 10 de julio de 1916, pp. 96, 102.

65 Ibid. , libro 110, sesin del 23 de junio de 1916, p. 87; sesin del 27 de junio de 1916, p. 89; sesin del 4 de julio de 1916, p. 92, y sesin del 10 de julio de 1916, pp. 95-96, 103.

66 Ibid., libro 110, sesin del 10 de julio de 1916, pp. 98-99, 101, 107; sesin del 1 de agosto de 1916, pp. 109-110; sesin del 8 de agosto de 1916, p. 114; sesin del 15 de agosto de 1916, pp. 117-118, y sesin del 30 de agosto de 1916, p. 123.

67 Ibid. , libro 110, sesin del 15 de agosto de 1916, p. 117; sesin del 18 de agosto de 1916, p. 119; sesin del 12 de septiembre de 1916, p. 127, y sesin del 26 de septiembre de 1916, p. 135; libro 111, sesin del 6 de diciembre de 1916, p. 39; sesin del 13 de marzo de 1917, pp. 146-147, y sesin del 25 de mayo de 1917, pp. 215-216.

68 Ibid. , libro 111, sesin del 13 de marzo de 1917, p. 147; sesin del 3 de abril de 1917, p. 168; sesin del 17 de abril de 1917, p. 184; sesin del 27 de abril de 1917, pp. 194-195, y sesin del 4 de mayo de 1917, pp. 200-201.

69 Blzquez y Corzo, Coleccin, 1997, t. XV, pp. 854-858.

70 AHX, Actas de Cabildo, libro 111, sesin del 19 de junio de 1917, p. 230; sesin del 10 de agosto de 1917, p. 274; sesin del 10 de agosto de 1917, p. 274; sesin del 15 de agosto de 1917, p. 278; sesin del 4 de septiembre de 1917, p. 289, y sesin del 26 de marzo de 1918, p. 62; AHX, fondo Secretara, paquete 2, leg. 12, exp. 19, fs. 1, 12, y paquete 1, leg. 13, exp. 6, f. 60.

71 Jurez, "Especulacin", 1989, p. 251.

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